Se fueron encontrando de nuevo los “viejos” amigos del tractorazo histórico del 2002 que logró la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). La rosca yerbatera de los cinco molinos encabezados por Navajas Artaza (Las Marías-Yerba Taragüí y otras) con el 80% del mercado fue imponiendo su política de copar el INYM desplazando a las organizaciones de lucha, y para ello contó durante el ciclo K con la complicidad de los gobiernos provinciales.
Se fueron encontrando de nuevo los “viejos” amigos del tractorazo histórico del 2002 que logró la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). La rosca yerbatera de los cinco molinos encabezados por Navajas Artaza (Las Marías-Yerba Taragüí y otras) con el 80% del mercado fue imponiendo su política de copar el INYM desplazando a las organizaciones de lucha, y para ello contó durante el ciclo K con la complicidad de los gobiernos provinciales.
En los dos últimos años, apoyándose en un aumento del 10% de la producción y el descenso de las exportaciones a Siria (5-6% del mercado) iniciaron una maniobra de descenso de los precios en el mercado nacional (90% de la yerba), primero prolongando los plazos de pago hasta 290 días (comunicación a compradoras de Las Marías públicamente conocida) en vista que la ley del INYM fija precio mínimo, pero no es clara en los plazos de pago.
Así la industria, con el financiamiento de los productores compraba bonos primero y luego plazos fijos al 38% anual. Enorme negocio, al mismo tiempo que se posicionaban con un amplio stock de yerba comprada a bajo precio, con un precio “regulado” que aumenta automáticamente cada seis meses por la ley del INYM y resolución del Ministerio de Agroindustria. Obtienen un beneficio extraordinario sobre el sufrimiento de miles de tareferos y colonos en tanto que Agroindustria “lauda” todos los años un precio más bajo que los costos propuestos por el directorio del INYM.
Los productores se fueron reuniendo y primó entre las propuestas la posición de APAM (Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones) con un pedido conjunto de todas de aumento de precios de acuerdo a los costos del INYM, la prohibición de plantar yerba mate y fijar cupos de cosecha según escala de hectáreas para proteger a los pequeños y medianos en forma inmediata. Diez días antes de fin de febrero ya había cuatro cortes de ruta o manifestaciones en la Ruta Nacional 14 y en la Ruta Nacional 12 a Cataratas con la participación de grupos de obreros rurales (tareferos).
El 23 y 24 se produjo la intimación del gobierno nacional para despejar la ruta y allí resolvieron cortar media calzada y entregar folletos sobre la lucha. Esta medida tuvo un gran efecto en el ingreso a Iguazú, donde un contingente de 200 productores creó un caos de varios kilómetros en plenas vacaciones, se concentraron allí desde varios puntos de la provincia pues en las cercanías de Iguazú no hay yerba mate.
Tareferos de Oberá
Desde el 21 de febrero un importante contingente de tareferos con 6 grupos de referencia (uno de la CCC) que cortaban la Ruta 14, reclamaron frente al municipio de Oberá, recibieron allí el apoyo de docentes y la CTA. Ante la falta de respuestas bloquearon los accesos al municipio y lograron una negociación donde el intendente aportó alimentos y combustible para el traslado de la protesta hacia la Ruta 12 (50 km), cortaron así la ruta con ciclos de una hora.
Las colas se volvieron interminables, luego de permanecer un día con calores de 40º, unos 200 manifestantes (familias enteras) aceptaron trasladarse a Posadas, con la ayuda del municipio. Así el jueves llegaron con su colectivo de traslado de tareferos frente al INYM y continuaron allí su protesta cortando la calle. Recibieron apoyos de la CCC y la CTA-A con alimentos, cocina, etc., y se acercaron grupos vinculados al gobierno provincial.
Ya venían con siete días en la calle y no era fácil la protesta, los grupos K trataban de incidir para limitar la protesta al INYM, protegiendo al gobierno provincial que se había desentendido y “apoyaba” para utilizar a decenas de familias tareferas como tropa de maniobra, que aguanten los cuatro días de inactividad del fin de semana y el carnaval en la calle. Finalmente los tareferos decidieron en asamblea marchar a la gobernación, y concurrieron allí instalando su colectivo frente al puerta.
La respuesta fueron más de 100 efectivos policiales del (GOE) y un fuerte forcejeo para retirar el colectivo, que fue resistido principalmente por las mujeres hasta que se llegó a una negociación; sacar el colectivo de la plaza a cambio de ser recibidos y el retiro total de la policía. Recibieron el apoyo de compañeros de la CCC, de ATE y CTA, y sectores K más preocupados que no se ataque al gobierno que por encontrar vías de solución.
Finalmente, y luego de más de una hora se logró un acuerdo parcial con plata en efectivo para cada adulto mayor de 16 años, tarjeta social mensual, 500 módulos de alimentos, kits escolares, vestimenta para todos los chicos y una comisión de diálogo donde el gobierno se compromete a mediar ante el INYM para la participación de sus representantes. En el Directorio del INYM está sentada la Uatre, que traicionó todas las luchas en los años recientes.
Los productores yerbateros están preparando un contingente para marchar a Plaza de Mayo al cierre de esta edición para manifestar allí su protesta y continuar la lucha ante la política del macrismo que descarga la crisis sobre los trabajadores y productores.
