1. El juicio por la masacre de Once
El juez Bonadío procesó como autores de la masacre de Once, responsables de una “trilogía siniestra”, a tres secretarios del gobierno K, Jaime, Schiavi y Luna; los hermanos Cirigliano empresarios K dueños de TBA y 17 empresarios vinculados a esa empresa, y sindicalistas. “Había una cadena de la felicidad destinada a enriquecer ilícitamente a una serie de empresas”.
1. El juicio por la masacre de Once
El juez Bonadío procesó como autores de la masacre de Once, responsables de una “trilogía siniestra”, a tres secretarios del gobierno K, Jaime, Schiavi y Luna; los hermanos Cirigliano empresarios K dueños de TBA y 17 empresarios vinculados a esa empresa, y sindicalistas. “Había una cadena de la felicidad destinada a enriquecer ilícitamente a una serie de empresas”.
Entre el 2007 y el 2011 el gobierno K subsidió a TBA con $3.475 millones. Ese dinero no fue al funcionamiento del ferrocarril, sino a generar fabulosas ganancias de las empresas del grupo Cirigliano, incluyendo viajes de placer, compra de joyas, carteras, vinos y orquídeas.
Los procesamientos son un triunfo de la lucha de los ferroviarios, los familiares de los 51 muertos, y el pueblo, que rompieron la maniobra del gobierno presentarse como querellante para tapar su responsabilidad, cuando es el responsable político de la masacre. Como dicen los familiares de Once: “así como los escuchamos todos los días hablando del 7D nos gustaría alguna vez escucharlos sobre el 22F”.
Esa trilogía de funcionarios K, empresarios del capitalismo de amigos K y jerarcas sindicales colaboracionistas, sigue en pie. La decisión del juez sobreseyó a Antonio Sícaro, que fue parte de esa asociación, y hoy maneja el transporte ferroviario, así como el ministro De Vido.
La masacre de Once y el asesinato de Mariano Ferreyra (por la que se movilizaron las fuerzas populares el 20/10), revelan la esencia del capitalismo de amigos K, y exigen continuar la lucha por el castigo a los responsables directos y políticos de esos crímenes, y la reestatización y reconstrucción del sistema ferroviario con control de los trabajadores y usuarios.
2. El horno no está para bollos
Según el anuncio del gobierno K en los partidos transmitidos por Fútbol para Todos, el asado cuesta $12,80 el kilo. Claro que un jujeño tendrá que pagar $1.500 y un fueguino $3.000 para viajar a comprarlo al Mercado Central de Buenos Aires; y un trabajador bonaerense tendrá que disponer de toda la mañana y gastar en transporte la diferencia de lo que paga en su barrio.
Las mentiras sobre la inflación del gobierno K sobre no tienen límite. Estatales y docentes calientan los motores para la lucha por reabrir las paritarias: con los topes impuestos por el gobierno, la carestía devoró los aumentos. En los gremios de trabajo privado, crece la voluntad de combate por el reclamo de bonos de fin de año o “plus”. Y en estatales y privados crece la bronca por el robo a los salarios por el “impuesto a las ganancias”, y el techo para mantener los salarios familiares.
El horno no está para bollos. Lo probó el gobierno, que debió retroceder con la resolución 1.300, que ya había firmado, en la que se adueñaba de la parte del salario diferido que va a la caja de “prestaciones especiales”, que el gobierno recauda, y adeuda a las obras sociales $15.000 millones. Se le venía la maroma encima.
3. La fragata Libertad y la deuda
Cristina K se jacta en sus discursos de ser “el gobierno que más deuda externa pagó en la historia”. Según ella, la suspensión del pago de esa deuda, en el 2001, nos arrojó “fuera del mundo”, cuando fue una conquista de la lucha popular, gracias a lo cual hubo fondos, entre otras cosas, para planes sociales con los que se pudo paliar el hambre en esos años. A la hora de la verdad, el escándalo de la fragata Libertad puso en evidencia el fracaso de la política K de “desendeudamiento”: fondos buitres, Club de París, monopolios que enjuician a la Argentinaen el Banco Mundial imperialista, nos exprimen y humillan como en el caso de la fragata Libertad.
Esa política de “desendeudamiento” y el fracaso de la política energética, son un cáncer que devora gran parte de la producción nacional. El Banco Central desborda de pagarés del gobierno K, y a la hora de la verdad, la plata para YPF salió de la Anses: 423 millones de dólares.
¿El gobierno K no sabía que Ghana integra la Commonwealt, la Comunidad de naciones que fueron colonias del imperialismo inglés y donde estos mantienen fuertes inversiones? ¿Y que Ghana es un paraíso financiero de bancos como el Barclays (financia la exploración petrolera en Malvinas)? Timerman debería hacer lo que sabe: ser vocero (como ya fue de la dictadura de Videla).
4. Una falsa polaridad
El grupo K y el grupo Clarín son los dos grandes multimedios que compiten por la desinformación de la opinión pública. Coinciden en achicar la cancha y presentar su pelea fuera como si fuera la madre de todas las batallas.
Con la ley de medios, el grupo K avanzó en la construcción un poderoso monopolio propio, se asoció al grupo Vila-Manzano, y usa descaradamente los medios y los fondos del Estado. Ahora va por el desguace de Clarín para quedarse con Cablevisión y Fibertel, porque considera que es el principal obstáculo para la re-reelección de Cristina K. El paro, los cortes y los actos del 10/10 no existieron para el monopolio K que se autodefine como “progre”, y es otra derecha.
El grupo Clarín creció de la mano de todos los gobiernos incluyendo al de los K, al que le dieron Página 12 y las tapas del propio Clarín. La denuncia del PCR sobre los vínculos que unían al grupo Clarín con el sector pro-ruso de la dictadura y lo que era llamada “la multinacional rusa”, le valió, al PCR, la proscripción en los medios de este holding; proscripción que aún persiste. Ahora trabaja para montarse en el cacerolazo de las capas medias.
Aunque el gobierno K y Clarín no lo crean, la cancha es más grande que sus mezquinos intereses. Lo que ellos no publican ni muestran, existe.
5. Re-reelección y grietas
El gobierno retoma la campaña por la re-reelección, con los actos en Jujuy y Córdoba. La presidenta reunió a 34 intendentes bonaerenses de la primera y tercera sección, les prometió obras a cambio de “lealtad” a su re-reelección. Se lanzó la campaña por la reforma constitucional para la reelección de Paco Pérez, en Mendoza, como globo de ensayo para la re-re de Cristina K.
Crece el desgaste político del gobierno frente a la inflación, y frente a hechos como el juicio por la masacre de Once. Y crecen las grietas en el peronismo. Moyano, en su acto del 17 de octubre, anunció que enfrentará al gobierno K en las elecciones, y recorre el espinel de los que se han abierto o tienen contradicciones con el Cristina K. De la Sota armó su juego forzando al kirchnerismo a armar al suyo en Córdoba. Verna y Marín se unieron en La Pampa (controlan la Legislatura), dejando en el aire a Jorge, el gobernador K. Y está por verse lo que harán Scioli y Massa en Buenos Aires. Macri, que viene de reiterar su esencia derechista con el veto a la ley de aborto y su política reaccionaria que provocó una rebelión de estudiantes secundarios, trata de perfilarse en este andarivel.
6. Unidad en la lucha y terciar en política
Hay otra fuerza en la cancha. Lo mostró la jornada del 10 de octubre, con paro, cortes de ruta y actos en Plaza de Mayo y en todo el país, con la CTA, gremios de la CGT, la CCC, Barrios de Pie, el MST Teresa Vive, Pueblos Originarios en Lucha, la FAA, la FNC y la FUA. El 24/10 se rodea el Congreso en otra acción unitaria en repudio a la ley reaccionaria K de ART. Se marcha a definir la fecha del paro nacional de la CTA y la CGT, que potencie la lucha contra el ajuste, la inflación y la crisis que la política K descarga sobre los trabajadores y el pueblo; política que también aplican gobernadores como Macri o Scioli, entre otros.
La unidad en la lucha contra la política K de seguir descargando el ajuste, la inflación y la crisis sobre los trabajadores y el pueblo agrieta las filas del gobierno K, y también, divide aguas en la oposición. Terciar en esa gran batalla política fortalece la lucha hoy, y crea condiciones para reagrupar a las fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas para las elecciones del 2013 que van a ser decisivas para romper los planes continuistas K y cerrar el paso a otras derechas.
La reactivación de la campaña por la personería del PTP es clave para esos objetivos políticos:1) abre y profundiza la relación política con amplios sectores de las masas, especialmente en los centros de concentración en los que se avanza una nueva camada de obreros jóvenes en los cuerpos de delegados; y 2) crea condiciones para frentes electorales. Lo que exige llevar a las masas la propuesta de 10 puntos del PTP y el PCR para una salida popular, en el camino de un gobierno popular, patriótico, democrático y antiimperialista.
