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13 de julio de 2016

Nuestros corresponsales entrevistaron a 11 familias de vecinos que perdieron la mayoría de sus pertenencias e incluso sus casas, en la inundación del Río Uruguay de diciembre del año pasado y provocó la evacuación de 20.000 personas. Lo peor aparece cuando las aguas bajan, ahí emerge la gravedad de la situación y el abandono

La mayor inundación de los últimos 50 años

Concordia, Entre Ríos

Obligados porque aún no han recibido la ayuda anunciada desde ninguno de los niveles de gobierno, ni se han hecho cargo de la situación,  las familias realizaron un corte de calles con quema de gomas, el miércoles 6 de julio para hacerse escuchar, en el sur de la ciudad donde hasta hoy día, siguen alojadas en el Club Polifuncional.

Obligados porque aún no han recibido la ayuda anunciada desde ninguno de los niveles de gobierno, ni se han hecho cargo de la situación,  las familias realizaron un corte de calles con quema de gomas, el miércoles 6 de julio para hacerse escuchar, en el sur de la ciudad donde hasta hoy día, siguen alojadas en el Club Polifuncional.
A pesar del gran esfuerzo que hizo toda la Argentina para ayudar a los afectados de una ciudad con los mayores índices de desocupación del país, enviando donaciones de ropa, comestibles y productos de limpieza; la entrega de los mismos fue increíblemente irregular y “carcomida” por la corrupción. Los galpones municipales se llenaron de donaciones que “nunca fueron repartidos y otras iban a parar a las casas de punteros políticos de Cresto (intendente del FPV) y sus secuaces, mientras que los locales de Cambiemos vendían los colchones donados a la gente que lo necesitaba” nos dijeron. 
Sólo “la Caja Mixta Municipal entregó, recién la semana pasada, subsidios de $4.000 por vivienda a 610 familias”. No sólo esta cifra es irrisoria teniendo en cuenta los 8 meses transcurridos y el estado desastroso en que quedaron las viviendas, sino que además cientos de familias no fueron “censadas” por la municipalidad y “muchas familias viven bajo el mismo techo, por lo que esos $4.000 tenían que ser repartidos entre esos diferentes grupos familiares”.
Las familias evacuadas se agruparon y salieron a la calle al son de “Queremos las casas” con carteles increpando a las autoridades nacionales y municipales, que hace 8 meses que hacen oídos sordos a los que aún no pudieron sobrepasar la catástrofe. Nos dijeron “estamos cansados del manoseo. No nos dan nada del dinero que envió el Presidente ni de las casas que prometieron para alojarnos. No importa si lo votamos o no, hoy hay ajuste y estamos mal, por eso salimos a reclamar por lo nuestro. Me parece que está jugando mal el gobierno…”.
También dos jóvenes madres, dieron su testimonio: “Desde el 18 de diciembre de 2015 que estamos acá, yo estaba embarazada y ahora tengo mi bebé que tiene un problemita en la cabeza. Enrique Cresto nos dice que va a venir, pero nunca viene. Nos mandan 8 pañales por mes, eso nos alcanza para un día. A ellos no les preocupa porque están bien en sus casas, con sus hijos”. “Yo tengo a mi nene enfermo, tiene problemas en el corazón, le puede dar un ataque pero nadie nos manda nada, ni siquiera un médico nos manda Cresto. Otra vecina, con problemas de salud empeorados por la situación, comentó: “Yo soy alérgica, insulinodependiente, hipertensa y con problemas del corazón y no tendría que estar reclamando acá, pero la bronca es mucha porque en este centro entregaron subsidios sólo a dos familias y por acomodo político. Por mis problemas de salud necesito una dieta adecuada, no puedo comer lo que nos mandan”.
Los vecinos reclamaban por los 20 millones de pesos que envió el gobierno nacional el verano pasado de los cuales sólo 2 millones se van entregando hasta ahora para subsidios, además de las casas enviadas por una empresa automotriz, pero luego de tantas promesas las familias siguen aguardando una respuesta. La referente de las 11 familias nos contó: “Nosotros necesitamos una respuesta, de lo contrario no nos movemos de acá. Hace ocho meses que estamos y nos tratan como perros, hace muchísimo frío, las ventanas están rotas y el techo se cae, hay palomas y ratas. Todas las familias tienen bebés pero vivimos tirados en el piso. Ni siquiera nos dan agua, estamos tomando agua contaminada. Hacen campañas por el dengue mientras nosotros tomamos agua de la cloaca”.
“Queremos que vengan a darnos una respuesta. Ya conseguimos una reunión con las autoridades municipales encargadas de los subsidios, queremos que vengan porque ellos para lo único que bajan a los barrios es para pedir votos”.