La necesidad imperiosa de los países industrializados de obtener materias primas para el funcionamiento del sistema capitalista mundial y, la disputa entre ellos para obtenerlas, está en la base de la instalación y el desarrollo de grandes empresas minero-agrícola-forestales en los países oprimidos del tercer mundo: América Latina, África y Asía.
La necesidad imperiosa de los países industrializados de obtener materias primas para el funcionamiento del sistema capitalista mundial y, la disputa entre ellos para obtenerlas, está en la base de la instalación y el desarrollo de grandes empresas minero-agrícola-forestales en los países oprimidos del tercer mundo: América Latina, África y Asía.
La extracción con saqueo de los recursos naturales lo hacen en asociación y connivencia con las clases dominantes locales, que necesitan del mercado internacional para resolver sus problemas de crisis estructurales. En San Juan la implementación del proyecto extractivas ha transformado la estructura productiva provincial en beneficio de los intereses imperialistas.
Toda acción de resistencia a estos proyectos, es parte de la lucha nacional de los pueblos oprimidos contra la opresión imperialista y los triunfos obtenidos hasta el momento se basan en la unidad patriótica más amplia.
La extracción de recursos naturales a favor de los países industrializados no se limita a los últimos tiempos. La explotación minera hoy en día está enfocada en la loca-lización de las actuales reservas de los mi-nerales, aunque tienen especial interés en aquellas áreas emplazadas en los países oprimidos donde los costos de producción se reducen al máximo, a costa de altos costos económicos, sociales y ambientales. Tal es el caso del cobalto que a nivel mundial se concentra en el Congo y Cuba; del litio en Bolivia, Chile y México; del oro en Sudáfrica, desde el noventa en la Argentina; de la bauxita en Guinea y Vietnam (además de Australia); de la plata en Polonia, China, México (además de EUA); del cobre en Chile y Perú; o de las tierras raras en China (USGS, 2009-A)1 Departamento de Estudios Geológicos de los Estados Unidos.
Esta transferencia de recursos naturales se sostiene bajo el ropaje del comercio internacional y el “libre mercado”. El esquema funciona a partir de la conformación y mantenimiento de economías netamente extractivas en los países oprimidos que permiten a las empresas nacionales y también a las extranjeras, ocuparse de transferir flujos crecientes de recursos por la vía del funcionamiento de lo que se ha calificado como “economías de enclave”, es decir, de aque-llas que transfieren recursos a favor de los acreedores sin generar encadenamientos económicos internos de relevancia.
La naturaleza extractivista de la participación de América Latina en la economía mundial, se corrobora con el hecho que poco más de la tercera parte de las 500 ma-yores empresas operando en ella están vinculadas de algún modo al sector extractivo.
El impacto socio ambiental del esquema extractivista es de orden superlativo. Un panorama que se recrudece si se contemplan las diversas infraestructuras que se han emplazado y se tienen proyectadas como parte de proyectos de “desarrollo” de tipo extractivo e industrial-maquilador (autopistas, ferrocarriles, líneas eléctricas de alta tensión, mineral-ductos, diques de cola, represas hidroeléctricas, hidrovías, etc.). E-llo es así dado que, por un lado, tal infraestructura impacta directamente en los ecosistemas, muchas veces de modo irreversible y porque, por otro, justamente esa infraestructura es la que permite intensificar la explotación de la población y los ecosistemas para facilitar la transferencia de riqueza a favor de los países imperialistas.2
En este sentido, la lucha que mantienen desde hace más de 5 años, los pobladores de Famatina contra la explotación minera contaminante de la mano de las mega empresas de capitales internacionales y, la multitudinaria movilización del pueblo de La Rioja , con la presencia solidaria de activistas ambientalistas y anti-saqueo de todo el país, puso nuevamente en la tapa de todos los medios de comunicación el tema minero en el país, y las consecuencias socio-ambientales, económicas y de soberanía que implica su explotación. También ha dejado negro sobre blanco el papel cipayo de los gobiernos provinciales y el oportunismo demagógico del gobierno nacional frente a este candente tema.
Como decíamos en San Juan en 2002 ,cuando iniciamos la lucha contra la instalación de las mega-mineras y, seguimos sosteniendo hoy, la lucha contra ellas no es sólo por el cuidado ambiental, sino que tiene contenido de carácter político, social, económico, ambiental y por el rescate de la soberanía nacional. La Barrick, los Gioja y los Kirchner han amalgamado un proyecto nacional que le da destino de colonia a la Argentina y que nos esclaviza a ser proveedores de materias primas para los países industrializados y, cuando más, armadores de la industria liviana, porque les conviene a los países industrializados imperialista que se arme aquí como mercado de último consumo.
En este sentido los Kirchner han estado y están comprometidos de cabo a rabo con el ‘liberalismo’ de los ‘90 y con la minería contaminante. Así lo expresaba Néstor Kirch-ner a poco de asumir como presidente:
“El sector minero argentino es uno de los que durante la década del noventa con cambios importantes en la legislación empezó a tener en principio un punto de inflexión que le permitió avizorar un destino estratégico diferente. Nosotros lo pudimos ir percibiendo en distintos lugares de la Argentina y hasta en la profundización del proceso de depresión del país, el sector minero siguió demostrando en distintos aspectos, un crecimiento casi permanente “…. “Es cierto que creemos que en un proceso donde se consolide la producción, como ha comenzado a ejercer San Juan en estos días, habrá más procesos de investigación y producción que se pongan en marcha.” (Lanzamiento del Plan Minero Nacional, Enero/2004).
No hace mucho tiempo fueron los pobladores de Esquel, Chubut, desde la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel por el NO A LA MINA, los que dieron un ejemplo con mayúsculas en la histórica consulta popular que el 23 de marzo del 2003 definió que el 81% de la población no quiere la actividad minera, frenando de esta manera la concreción del proyecto contaminante. Lucha que se mantiene a lo largo de estos años ante la pertinacia de la empresa canadiense Meridian Gold por imponer su proyecto minero de extracción de oro.
Actualmente los pueblos de Catamarca3, donde se desarrolla este tipo de actividad minera, además de sufrir los efectos contaminantes de las explotaciones, se ven sometidos a la represión más feroz de que pueda tenerse antecedentes. La Presidenta en Olavarría ha apoyado este tipo de mi-nería y sus consecuencias, mostró la hilacha cuando ensalzó a Armando César Domínguez, jerarca minero al servicio de las patronales. Luego fue el Ministro de Planificación Federal De Vido el que salió a apoyar sin tapujos la actividad al conformar la OFEMi (Organización Federal de Estados Mineros) integrada por diez provincias argentinas.
La minería del oro en San Juan
En San Juan adquirió auge la lucha contra la explotación mega-minera con substancias tóxicas en la Alta cordillera en 2002, con la oposición al Informe de Impacto Ambiental presentado por la Empresa Barrick, para la explotación a cielo abierto del yacimiento de minerales de oro en Veladero en el Noroeste de la Provincia.
En la provincia el tema de la exploración y explotación minera del oro tiene una trayectoria muy dilatada. Además, tiene que ver con el proceso de reconversión del agotado proyecto productivo agrícola con centro de gravedad en la vitivinicultura. Proyecto gestado y desarrollado durante casi 100 años, que colapsó definitivamente con las políticas de la última Dictadura Militar.
La reconversión productiva tiene varios antecedentes en el tiempo y se puede comprender en tres etapas. Se inicia en los ’70 con el Plan Huarpe y luego la promoción industrial. Pero fue durante la segunda gobernación de Carlos Gómez Centurión entre 1987-1991 que se cristalizaron varios objetivos. Éste llegó a la gobernación con el apoyo de un sector del Partido Bloquista que presidía Leopoldo Bravo, que si bien tenía y tiene amplios vínculos con la mi-nería, la reconversión productiva la inició apoyando las exportaciones agrícolas-frutícolas-vitícolas al hemisferios norte en contra estación. Perseguía la idea de repetir un camino de expansión agro-industrial, similar al seguido en Chile, o sea relativizar la producción para el mercado interno y posicionarse en los mercados externos, fundamentalmente en los que se ubican en contra estación. Todo esto en acuerdo con sectores del Partido Justicialista de esa época, y que hoy, están en el gobierno provincial. En síntesis: una propuesta de salida de la crisis apostando a la diversificación con un proyecto agro-exportador, con centro en una ‘nueva’ vitivinicultura.
Seguidamente, a fines de 1989, en el marco de la provincialización de las áreas de reserva minera, Gómez Centurión gestó la LEY 6.029 de creación del I.P.E.E.M. – Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mineras- para posibilitar que la provincia de San Juan contratara esas áreas con las empresas privadas. Así se lo estipula en el artículo 3 de la Ley mencionada: “…el Instituto tiene por objeto la adquisición de derechos mineros conforme lo determina el Código de Minas e inscribir los mismos a su nombre con la finalidad de convenir su exploración y explotación mediante contratos celebrados con terceros, debiendo administrar los recursos que obtenga de dichos convenios…”.
Pero, fue durante los gobiernos de Jorge A. Escobar en la provincia: 1991-1998 y de Carlos Saúl Menem en la Nación, que se gestaron una serie de leyes e iniciativas claves con las que tomó auge la reconversión agrícola con los diferimientos impositivos- al amparo de la Ley 22.021/79 y, el comienzo de la gestación de la exploración minera con leyes como la Ley Nº 24.196 de Inversiones Mineras que protegen los intereses de las mega mineras extranjeras. Y en 1997, Chile y Argentina firmaron el tratado binacional minero: “…por el cual entregaron más de 4500 km de frontera común a las mineras extranjeras, un 6% de territorio argentino y 25% de territorio chileno es lo que fue cedido en el llamado Tratado Binacional Minero; el cual fue firmado bajo los gobiernos de Frei Ruiz Tagle y Carlos Saúl Menem.
El tratado establece que la empresa minera que explote un yacimiento dentro de una franja fronteriza de más de 4500 km de largo y 30 km de ancho, se constituirá en soberana de la zona, es decir, acaba con el dominio nacional de Chile y Argentina en la frontera.
Pero esto no es todo, porque el 25% del territorio nacional cedido por las autoridades (a espaldas de la ciudadanía) corres-ponde a las cumbres de la Cordillera de Los Andes, zona donde están las reservas mundiales de agua dulce, las nacientes de prácticamente todas los ríos del país y las principales reservas de oro y cobre, mine-ral que si no fuera regalado a países extranjeros haría de Chile un país sin desigualdad económica y social.
Los proyectos mineros que beneficia el tratado son: Pascua Lama, Vicuña, Amos-Andrés, Las Flechas, y el Pachón (actualmente en proceso de “adecuación” al tratado)”.4
La elaboración y aprobación de estas leyes, tienen el cuño de personalidades provinciales de proyección nacional como José Luis Gioja, el ya fallecido Leopoldo Bravo y otros con vinculaciones con las multinacionales. Hay que recordar que José L. Gioja y su hermano César A. Gioja fueron en reiteradas oportunidades presidentes de la Cámarala de Diputados y de Senadores.
Pero, desde los mismos asientos del Congreso, los dirigentes políticos Alfredo Avelin- fallecido en enero de 2012-, y su hija Nancy Avelín Nollens, enfrentaron denunciando la entrega, tanto de las áreas mineras como de los hielos continentales.5
Durante el período de gobierno de Jorge A. Escobar, sin descuidarse el trabajo de exploración de la minería metalífera vinculada a capitales canadienses, se puso énfasis en la reconversión agrícola, de la mano de monopolios que actúan en el país y pueden diferir el pago de impuestos mientras los inviertan en emprendimientos productivos con nuevas tecnologías, desplazando así a los pequeños y medianos productores agrícolas. Es lo que denominamos la segunda etapa de la reconversión productiva de la provincia.
La tercera etapa de la transformación, lleva el sello de otro sector de las clases dominantes vinculado al giojismo. Durante el segundo gobierno de Jorge A. Escobar 1995-99, fue trabajando en la generación de una tercera etapa de la reconversión económica provincial al amparo de leyes nacionales que favorecen la actividad mi-nera- ley 24196, 24 de mayo de 2003-, de inversiones, reglamentación, ámbito de aplicación, estabilidad fiscal, importaciones y conservación del medio ambiente, y la promulgación de leyes y decretos a nivel provincial que crearon el ambiente propicio para la instalación de grandes monopolios mineros en la provincia. A este proyecto, al que se le agregó el Turismo y la exploración de áreas con posibles reservas de combustibles líquidos y gasíferos, el giojismo lo denomina 2ª Reconstrucción de San Juan. En esta etapa del proyecto progresó mucho la gran explotación minera con la entrada en producción de la mina de oro a “rajo abierto” Veladero, gerenciada por Barrick. Ésta en 2005 produjo su primer lingote de oro doré.
Es necesario destacar que los sectores populares más conscientes de la provincia, en ese momento logramos organizar la protesta contra la mega-minería metalífera. A partir de 2002 comenzó a funcionar una asamblea de activistas políticos y ambientalistas, en la sede de la Asociación de Docentes Universitarios A.D.I.C.U.S., que tomó en sus manos la difusión de los contenidos de este tipo de minería que se pretendía desarrollar y las consecuencias social, ambientales, políticas y económicas que conllevaban. Se luchó con tesón, pero fuimos derrotados en la intención de parar los proyectos mineros en cierne. Influyó para ello el contexto en que se dio la lucha. El pueblo argentino venía muy golpeado por la crisis del 2001 y la megaminería en la provincia fue presentada como una salida a la pobreza y la miseria. Como el ‘progreso’, contrapuesto al ‘fracaso’ del discurso nacional, populista y ambientalista de Avelín.
El proyecto giojista de la 2ª Reconstrucción de San Juan está planteado actualmente como proyecto minero-agro-exportador-turístico y, es una continuidad de las etapas anteriores. A él han adherido, y se han sometido, porque lo creen lo único posible, representantes de los demás partidos de la oposición, con excepción de los Comunistas revolucionarios, otros partidos de izquierda y la Cruzada Renovadora, con la que integramos un Frente Político por la producción, el trabajo, el agua, vida y el medio ambiente.
Enrique Conti del Partido Bloquista disidente, a poco de asumir como Ministro de Economía de W. Acosta en el período 2002-2003, refiriéndose a ese proyecto de reconversión, expresó en una entrevista en Radio Colón de San Juan: “…hay un hilo conductor ideológico que nos une a todos los políticos de los distintos partidos de San Juan, desde Gómez Centurión en la década del ‘80, pasando por Escobar, Rojas, Avelín y por supuesto Acosta”l.
La explotación minera en la provincia ha generado discusiones y manifestaciones públicas en su contra, vinculadas al problema ambiental y el uso del agua- por la participación de agentes químicos como el cianuro para la obtención de metales preciosos-, y al saqueo de los recursos na-turales con la entrega de áreas mineras a las multinacionales. El otro hecho polémico fue, y es, la destrucción varios glaciares, en la alta cordillera, de la zona de la explotación de Pascua lama y Veladero por parte de la empresa Barrick. También los pobladores de Huasco, en Chile se manifestaron contra el “traslado” de los glaciares y la explotación en Pascua Lama.
Este debate incluye a la Universidad Nacional de San Juan, por el apoyo científico que presta a los emprendimiento que se realizan en el marco del proyecto Giojista.
La mayoría de la población sanjuanina se pregunta ¿Nos dejan algo a los sanjuaninos la explotación por parte de la Barrick de las áreas de Veladero y Pascua Lama y las otras áreas mineras explotadas por otras empresas transnacionales? Y es claro que sólo dejan míseras regalías. Porque el oro sin refinar es enviado de inmediato al exterior- a Suiza-. Porque las ganancias no quedan en el país, a lo que debemos agregar que no pagan impuestos. Es decir que la Barrick solamente nos deja escasas regalías (3%), y parte de las mismas se utilizan para cons-truir y arreglar caminos que le permiten a la empresa llegar a la explotación minera. Lo demás sale del país en forma de exportación de lingotes y queda una mínima parte como pago de fuerza de trabajo. Por si esto fuera poco, la provincia provee gratis de una línea eléctrica minera, que cuesta más de 100 millones de pesos, para que la explotación sea más efectiva para la Barrick.
Actualidad de la reconversión productiva
A veinticinco años de los primeros pasos del proceso de reconversión productiva de la provincia y, en el noveno año de gobierno de J. L. Gioja, que ha integrado este proceso en el proyecto de la ‘2ª Reconstrucción de San Juan’, el mismo ha producido cambios notorios en la agricultura, en la mi-nería y en la obra pública, pero no ha tenido los mismos avances tangibles todavía en la integración con Chile y en aspectos del turismo.
En esta etapa, la minería tuvo un gran avance porque se vinculó a una situación internacional favorable, derivada del auge del precio del oro que, a pesar de la crisis económica mundial, no ha bajado su precio, muy por el contrario, ha tenido una escalada que le ha permitido trepar, desde los 400 dólares la onza troy, en el inicio de la explotación minera del oro (2003), a casi alcanzar 2000 dólares en la actualidad, con costos que en todo concepto no superan los 300 dólares. A lo que tenemos que agregar tienen retenciones a las exportaciones como los productos agrícolas pero sólo del 9% y, por un decreto de 2002 del presidente Duhalde, se les exceptuaba de la li-quidación de las exportaciones en el país. Esto fue revisado a finales de 2011 por el gobierno nacional, pero se les sigue permitiendo la recompra de dólares y su giro al exterior.
El silencio de este saqueo y la aceptación con desconfianza de la explotación minera por parte de la población, tiene que ver como ya dijimos con sufrimientos del pueblo a principios de siglo. Después de tocar fondo la economía argentina en el 2002, año en que se produjo una de las peores crisis de la historia nacional, se recuperó a raíz de la drástica devaluación del peso y la consi-guiente caída del salario real. Ayudada por una situación económica mundial sumamente favorable para nuestro país, por que se revirtió el ciclo económico internacional y se produjo un aumento sostenido en el tiempo de los precios internacionales de las materias primas. Todo esto vinculado a la potencialidad de la economía China, que a su vez trabaja para el mercado interno norteamericano. China necesita el petróleo de Irán, la soja, la pasta de celulosa, el cobre, etc.
Esto es clave para comprender el entrelazamiento entre la política minera en San Juan y lo que está pasando en el mundo.
Algunas cifras de la minería en San Juan
La reconversión económica ha producido cambios importantes en la estructura productiva de la provincia. Haciendo referencia exclusivamente el tema minero, porque es el que nos convoca esta nota6, podemos observar en el gráfico Nº 1:
Ver otras cifras en los gráficos de la página 36 (gráficos Nº 2, Nº3, Nº 4 y Nº 5).
A las cifras anteriores, que de por sí son importantes en cuanto a los cambios estructurales a los cuales hacemos referencia, deben agregarse las cifras referidas a las empresas mineras instaladas en San Juan y las de servicios mineros que están vinculadas a las grandes empresas de la explotación directas.
Existen no menos de 300 productores mineros inscriptos en el Ministerio de Minería de la Provincia, entre pequeños, medianos y grandes.
Entre las empresas extranjeras que gerencian la explotación y exploración minera del oro se distinguen: Barrick Exploraciones Argentinas S.A. (origen Canadá), y en la Argentina Minera Argentina Gold-MAGSA: gerencia Mina Veladero, en Producción, construye actualmente ‘Lama Pascua’ en la alta cordillera del Departamento Iglesia, sobre afluente del Río Blanco al norte de la provincia; Yamana Gold-Minas Argentinas, (origen Canadá), gerencia la Mina Gualcamayo en el Depto. Jáchal; Intrepid Corporation Mineral S/Troy Resources N L (origen Australiano), gerencia la Mina Casposo en Calingasta, sobre el Río San Juan; y otras más. En la actualidad existen más de ciento cincuenta proyectos de exploración minera por parte de empresas extranjeras.
Las empresas de servicios mineros, de acuerdo al listado provisorio que pública el Ministerio de Minería de la provincia, son más de cien, las cuales se hallan agrupadas en la Cámara de Empresas Prestadoras de Servicios Mineros y en la Ca.Se.Mi (Cámara de Servicios Mineros de San Juan). Entre ellas se encuentran empresas de capitales nacionales como extranjeros. Que proveen desde transporte de cargas, pasajeros, ropas, servicios de lavado, alimentación, explosivos, metalmecánica, construcción, vigilancia, etc. A las mismas deben agregarse caleras –la cal es un insumo importante en el procedo de lixiviación-: desde grandes empresas caleras como Unimin (Belga), Cefas, El Volcan, Caleras San Juan, Albors, etc., hasta pequeños productores independientes.
Estas empresas de la exploración, explotación y los servicios mineros han gene-rado, en el marco del proyecto de la 2ª Reconstrucción Giojista, una relación contradictoria con la población de San Juan. Por un lado hacen dependiente a una masa laboral y empresaria importante de los be-neficios mineros: salarios y contratos mineros. Por otro, la inmensa mayoría de la población que vive de otras actividades menos lucrativas y expuestas a la contaminación, observa que con cada lingote de oro doré se van, además de otros minerales no denunciados de valor estratégico, insumos y energía que podrían ser utilizados para un desarrollo más armónico de la economía de la provincia.
Las regalías mineras (3% en boca de mina) que se distribuyen entre el gobierno provincial, el I.P.E.E.M. (Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mi-neras), y los Departamentos mineros, unido a las dádivas que otorgan las empresas mineras a agricultores, escuelas, instituciones, van creando una casta de sectores crédulos, que son inmovilizados para la lucha.
A esto último hay que agregar que la publicidad empresarial y el gobierno giojista presiona a los medios de comunicación, a través de la amenaza de la quita de la pauta publicitaria, para que estos callen, oculten o distorsionen lo que ocurre en la alta montaña.
Pero los grandes cambios producidos en la estructura productiva de la provincia no han tenido su reflejo en la calidad de vida de los sectores populares.
Es importante destacar que desde el punto de vista de la contratación de fuerza de trabajo, el impacto no ha sido tan notable como lo promocionan los gestores de este proyecto, para el caso de Veladero la mayor explotación de oro en Argentina según datos oficiales de la página de Barrick.7
“más de 3.000 personas trabajaron en la construcción del proyecto y más de 1.500 –entre personal propio y contratista- lo hacen hoy en su operación”. Según OSMA (Organización Sindical Mineros Argentinos –CTA) estos datos son exagerados ya que dicen Veladero no supera los 800 los trabajadores.
Aún tomando como ciertos los datos de la empresa vemos que la cantidad de mano de obra ocupada para este tipo de explotación no es un número que logre disminuir significativamente la desocupación en la provincia. Este hecho genera descontento en distintos sectores de la población, tal es el caso del Departamento Jáchal donde trabajadores desocupados llevaron a cabo grandes manifestaciones frente a las oficinas de Yamana Gold y Barrick Gold reclamando trabajo, esto incluso fue denunciado por el intendente giojista de Jáchal quien manifestó en variadas ocasiones que las empresas no cumplen con el cupo de trabajadores locales estipulados por ley como área de influencia de la mina. En definitiva con este tipo de explotación no solo se genera asistencialismo de las empresas para con la población para lograr la “licencia social”, sino también genera que los gobiernos se transformen en mendigos, es tal el asistencialismo que en algunos lugares para entrar a trabajar en estas empresas hay que anotarse en los locales del PJ que funcionan como verdaderas empresas de recursos humanos.
Hay un entrelazamiento de intereses contradictorios que no sólo conciernen a los aspectos ambientales y ecológicos y que para superarlo hace falta que la lucha de los sectores populares más conscientes, unido a la dialéctica del desarrollo económico, demuestre a las grandes masas que el proyecto productivo que va unido a las empresas extranjeras del saqueo minero, trae aparejado pobreza y miseria y no el desarrollo armónico de las fuerzas productivas y mejor calidad de vida. Lucha y desarrollo que debe conjugarse en un nuevo proyecto productivo provincial que, unido a la lucha por uno nuevo a nivel nacional, nos libere de la opresión de los imperialismos y nos haga una nación independiente.
Este tipo de explotación minera, con el máximo cuidado ambiental y en beneficio del país, se puede desarrollar en el marco de nuevos avances tecnológicos, y de la mano de un gobierno patriótico y popular.
El triunfo de los pobladores de Famatina y de La Rioja, que frenaron momentáneamente las exploraciones de la canadiense Osisko Mining Corporation, ha tonificado la lucha contra las mineras de la muerte y la entrega en San Juan, lucha que lleva más 10 años en la provincia.