El jueves 16 de septiembre, en la localidad de Choele Choel, Río Negro, el ministro de Educación de la nación, Esteban Bullrich, mostró la hilacha al afirmar, durante un acto y refiriéndose a la política educativa de su gobierno: “Esta es la nueva Campaña del Desierto, pero no con la espada sino con la educación”.
El jueves 16 de septiembre, en la localidad de Choele Choel, Río Negro, el ministro de Educación de la nación, Esteban Bullrich, mostró la hilacha al afirmar, durante un acto y refiriéndose a la política educativa de su gobierno: “Esta es la nueva Campaña del Desierto, pero no con la espada sino con la educación”.
Así con todo desparpajo el ministro reivindicó el genocidio de originarios en la Argentina comandado por Julio Roca, pese a que posteriormente quiso “arreglar” el desaguisado. Hizo estas declaraciones frente al gobernador rionegrino Alberto Weretilneck y otros funcionarios, que no lo desmintieron.
Las reacciones no se hicieron esperar y el repudio creció en toda la provincia y en el país. Como dijo el secretario provincial de la CTA, Rodolfo Aguiar: “Uno de los próceres admirados por el ministro Bullrich chorrea sangre. Pero, lamentablemente, esto no es contradictorio. Es la expresión más viva del perfil ideológico que encarna el gobierno nacional de Mauricio Macri”, y agregó: “Nuestro país está produciendo pobres y marginados a escala industrial. A cada minuto tenemos una nueva familia pobre, un nuevo trabajador cesanteado. Reivindicar la Campaña del Desierto, en este contexto de creciente exclusión, por lo menos es repulsivo”.
Bullrich con estas declaraciones no sólo reivindica la feroz apropiación de tierras y exterminio de originarios que llevó a cabo la oligarquía terrateniente a fines del Siglo 19, sino que rescata la justificación ideológica del genocidio, encubierto de la palabra “desierto”, que el ministro usó reiteradamente. Bullrich, como recuerda la CTA de Río Negro, ya había llamado “un enorme presidente” a Roca en una entrevista.