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19 de febrero de 2014

La “nueva” política kirchnerista

Busca que los salarios sean “el ancla” de la inflación

Con la violenta devaluación del peso achacada a “los especuladores”, la aun más violenta suba de las tasas de interés que comprimirá más la actividad económica, y la distractiva campaña de los “precios cuidados” de la que la propia Presidenta “se muestra” al frente (coincidiendo con el gobierno Quebracho realizó  “escraches” muy publicitados, mientras fue ignorada la jornada nacional de la CCC y el MIJP, a lo que se prestaron también los medios del grupo Clarín). El gobierno kirchnerista busca contener el desborde inflacionario y crear una transitoria y relativa estabilidad cambiaria, para poner un freno a las demandas salariales.
Trata de “ganar tiempo” hasta que entren los dólares de la soja en abril-mayo, pero como sabe que eso no le alcanza, con el nuevo índice de precios –que reconoce los aumentos de enero, aunque quiere dejar en el olvido la inflación de los años anteriores– busca también mejorar la imagen ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los usureros imperialistas (realiza gestiones con el Banco Alemán y la Unión de Bancos Suizos, entre otros), después de haber “rebotado” en Pekín, Moscú y París.
Perdida “el ancla” del dólar, no por “los especuladores” pues mantiene las restricciones cambiarias (para las compras individuales y las importaciones), sino por el creciente déficit fiscal y de las cuentas externas producto de su propia política, el gobierno kirchnerista trata de lograr en las paritarias que los aumentos salariales no sean superiores a la inflación pasada y que tengan vigencia por un año, de manera tal que sean “el ancla” de la posterior inflación. Para lo que amenaza incluso a sus “gremialistas amigos” con “carpetazos” de “su espía” Milani.
Es decir que para la “nueva” política kirchnerista la variable de ajuste ha pasado a ser el salario, por lo que la pulseada por el inmediato aumento de emergencia de 3.000 pesos para todos los trabajadores y la inmediata apertura de las paritarias por un sueldo básico inicial de bolsillo de $8.500 con reapertura cada tres meses, pasa a ser no solo una lucha economicista sino que debe transformarse en una lucha centralmente política para que la devaluación, la inflación y la crisis no la sigan pagando los trabajadores y el pueblo. De ahí la importancia del trabajo de agitación y propaganda de las medidas de emergencia inmediata que proponen el PTP y el PCR, para reagrupar a las fuerzas obreras, populares, patrióticas, antiterratenientes y antiimperialistas, y lograr a través de la lucha torcerle el brazo a esta “nueva” política del kirchnerismo.