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30 de octubre de 2013

Publicamos aquí extractos del discurso pronunciado por Mao Tsetung en el mitin de la juventud de Yenán para conmemorar el XX aniversario del Movimiento del 4 de Mayo, en 1939, en Obras escogidas de Mao Tsetung, tomo II (ver Cuadernos…, Nº 11, Lenin-Mao: La juventud).
 

La orientación del movimiento juvenil

DE LA EXPERIENCIA HISTÓRICA DEL PROLETARIADO

 El Movimiento del 4 de Mayo [de 1919] estuvo dirigido contra un gobierno vendepatria, un gobierno que se confabulaba con el imperialismo y traficaba con los intereses de la nación, un gobierno que oprimía al pueblo. ¿Era o no necesario combatir a un gobierno de ese tipo? Si no lo hubiera sido, el Movimiento del 4 de Mayo habría sido un error. Resulta a todas luces obvio que a un gobierno de tal índole hay que combatirlo; a un gobierno vendepatria hay que derrocarlo. Veamos.

 El Movimiento del 4 de Mayo [de 1919] estuvo dirigido contra un gobierno vendepatria, un gobierno que se confabulaba con el imperialismo y traficaba con los intereses de la nación, un gobierno que oprimía al pueblo. ¿Era o no necesario combatir a un gobierno de ese tipo? Si no lo hubiera sido, el Movimiento del 4 de Mayo habría sido un error. Resulta a todas luces obvio que a un gobierno de tal índole hay que combatirlo; a un gobierno vendepatria hay que derrocarlo. Veamos.
Mucho antes del Movimiento del 4 de Mayo, el Dr. Sun Yat-sen fue ya rebelde al gobierno de aquel entonces; se opuso al Gobierno de la dinastía Ching y lo derrocó. ¿Tenía razón al actuar así? En mi opinión, tenía toda la razón, porque combatía a un gobierno que, en vez de resistir al imperialismo, se coludía con él, a un gobierno que no era revolucionario, sino que reprimía a la revolución.
El Movimiento del 4 de Mayo fue un movimiento revolucionario justamente porque se opuso a un gobierno vendepatria. Así es como la juventud de toda China debe considerar al Movimiento del 4 de Mayo.
¿Por qué, después de varias décadas de lucha, la revolución china no ha alcanzado aún su meta? ¿En qué reside la causa? A mi entender, reside en que, primero, el enemigo ha sido demasiado poderoso, y segundo, nuestras fuerzas han sido demasiado débiles. Por ser una parte fuerte y la otra débil, la revolución no ha logrado la victoria. Al afirmar que el enemigo ha sido demasiado poderoso, queremos decir que han sido demasiado poderosas las fuerzas del imperialismo (el factor principal) y del feudalismo. Al decir que nuestras fuerzas han sido demasiado débiles, nos referimos a que lo han sido en los planos militar, político, económico y cultural; pero nuestra debilidad y el consiguiente fracaso en el cumplimiento de la tarea antiimperialista y antifeudal se deben principalmente a que no han sido aún movilizadas las masas trabajadoras, los obreros y campesinos, que constituyen el 90 por ciento de la población. Resumiendo la experiencia de la revolución en los últimos decenios, podemos decir que el pueblo de todo el país aún no ha sido plenamente movilizado, y que los reaccionarios, invariablemente, se han opuesto a dicha movilización y la han saboteado. Sólo cuando estén movilizados y organizados los obreros y campesinos, que constituyen el 90 por ciento de la población, será posible derrocar al imperialismo y al feudalismo. El Dr. Sun Yat-sen dijo en su Testamento: “Durante cuarenta años me he dedicado a la causa de la revolución nacional con el fin de alcanzar la libertad y la igualdad para China. Mi experiencia de estos cuarenta años me ha convencido profundamente de que, para lograr este objetivo, debemos despertar a las masas populares y unirnos en una lucha común con las naciones del mundo que nos traten en pie de igualdad“. 
Han transcurrido más de diez años desde la muerte del Dr. Sun, y si los sumamos a los cuarenta años mencionados por él, tenemos en total más de cincuenta. ¿Cuál es la lección de estos años de revolución? Fundamentalmente, “despertar a las masas populares”. Ustedes deben estudiar cuidadosamente esta lección; toda la juventud china debe hacerlo. Los jóvenes tienen que saber que, sólo movilizando a las amplias masas obreras y campesinas, que forman el 90 por ciento de la población, podremos derrotar al imperialismo y al feudalismo.
El papel de los jóvenes intelectuales
En las filas antiimperialistas y antifeudales del pueblo chino milita un contingente de jóvenes intelectuales y estudiantes. Es un contingente de considerable magnitud que, a pesar de los muchos que han dado su vida, suma hoy varios millones. Forma un ejército, y muy importante, en la lucha contra el imperialismo y el feudalismo. Pero este ejército solo no es suficiente; no podemos derrotar al enemigo contando únicamente con él, ya que, pese a todo, no constituye la fuerza principal. ¿Cuál es, entonces, la fuerza principal? Los obreros y campesinos.
Nuestros jóvenes intelectuales y estudiantes deben ir a las masas obreras y campesinas, que representan el 90 por ciento de la población, y movilizarlas y organizarlas. Si no tuviéramos esta fuerza principal, los obreros y campesinos, si no contáramos más que con el contingente de jóvenes intelectuales y estudiantes, no podríamos vencer al imperialismo y al feudalismo. Por lo tanto, los jóvenes intelectuales y estudiantes de todo el país deben integrarse con las amplias masas obreras y campesinas y formar con ellas un solo cuerpo; únicamente así se podrá crear un ejército poderoso. ¡Un ejército de cientos de millones de hombres! Sólo con este inmenso ejército destruiremos las sólidas posiciones del enemigo y sus últimos baluartes.
Al evaluar el movimiento juvenil del pasado desde este punto de vista, es preciso señalar una tendencia errónea: en el movimiento juvenil de las últimas décadas, un sector de los jóvenes se ha negado a unirse con las masas obreras y campesinas y se ha opuesto al movimiento obrero y campesino; esto constituye una contracorriente dentro del movimiento juvenil. En realidad, estos jóvenes son poco inteligentes, pues rechazan unirse con las masas obreras y campesinas, que abarcan al 90 por ciento de la población, e incluso se oponen radicalmente a ellas. ¿Es buena esta tendencia? Considero que no, porque al oponerse a los obreros y campesinos, esos jóvenes están oponiéndose a la revolución; por eso decimos que es una contracorriente dentro del movimiento juvenil. Un movimiento juvenil que tuviese tal naturaleza no llegaría a nada bueno.
Hace unos días escribí un breve artículo1 en el cual señalaba: “En último término, el criterio para distinguir entre los intelectuales revolucionarios y los no revolucionarios o los contrarrevolucionarios es ver si están dispuestos o no a integrarse con las masas obreras y campesinas, y si realmente lo hacen”. 
Aquí planteo un criterio que considero como el único válido. ¿Cómo juzgar si un joven es revolucionario? ¿Cómo discernirlo? Sólo hay un criterio: ver si está dispuesto a integrarse, y se integra en la práctica, con las grandes masas obreras y campesinas. Es revolucionario si lo quiere hacer y lo hace; de otro modo es no revolucionario o contrarrevolucionario. Si se integra hoy con las masas obreras y campesinas, es hoy revolucionario; si mañana deja de hacerlo o pasa a oprimir a la gente sencilla, se transformará en no revolucionario o en contrarrevolucionario. 
 
Nota: 1. Se refiere al artículo “El Movimiento del 4 de Mayo”, en Obras escogidas de Mao Tsetung, tomo II.