El lunes 7 se cumplieron 20 días de acampe frente a la Casa de Gobierno provincial de los gremios estatales nucleados en la Intersindical (que agrupa a una decena de organizaciones).
Los trabajadores vienen sosteniendo la lucha contra el ajuste de CFK y del gobernador Jorge que decidió, unilateralmente, otorgar un “aumento” del 28% en cuotas para todo el año, lo que en realidad implica una baja brutal de los salarios.
El lunes 7 se cumplieron 20 días de acampe frente a la Casa de Gobierno provincial de los gremios estatales nucleados en la Intersindical (que agrupa a una decena de organizaciones).
Los trabajadores vienen sosteniendo la lucha contra el ajuste de CFK y del gobernador Jorge que decidió, unilateralmente, otorgar un “aumento” del 28% en cuotas para todo el año, lo que en realidad implica una baja brutal de los salarios.
La política de ajuste K muestra en nuestra provincia sus resultados: según mediciones privadas, La Pampa entra en su tercer trimestre de caída de la actividad económica y el recorte real de los salarios sólo agrava la situación.
Frente a la terquedad del gobierno provincial ante los reclamos populares y la necesidad de sostener una lucha larga contra el ajuste K, los trabajadores decidieron en asambleas en los lugares de trabajo, instalar una carpa en las narices del gobernador y sostenerla con firmeza hasta que se reabra la paritaria y se dé solución a las urgencias más apremiantes de los estatales. Hay que destacar la gran cantidad de compañeros que participaron de las asambleas, movilizaciones, paros y la voluntad que han demostrado en esta experiencia inédita en la provincia de unidad en la lucha de los estatales de la Intersindical. Pocos días después de lograr instalar la carpa derrotando las provocaciones policiales del gobierno, el secretario general de ATE, Ricardo Araujo, anticipó: “Nos preparamos para un conflicto largo”. Los trabajadores de La Pampa así lo están demostrando, y no están dispuestos a bajar los brazos.
