Más de 1.500 estatales salieron a la calle en el marco del paro de 72 horas en salud, exigiendo la urgente recomposición salarial del 40%, la equiparación de los sueldos con los de la ley 643, 3.200 pesos mensuales de ingreso mínimo, y el fin del trabajo en negro en la administración provincial.
Los manifestantes le entregaron una nota al gobernador Jorge reclamándole el diálogo anunciado junto al miserable aumento otorgado dos días atrás. Los estatales piden ser escuchados por un gobierno provincial que se ha caracterizado por ningunearlos, ignorando la situación laboral y salarial por la que atraviesan.
Frente a la Casa de Gobierno los trabajadores se hicieron oir: "Esta manera de gobernar no es peronismo. Esta manera de gobernar es de la Ucedé, no de compañeros peronistas", dijo Mary Carassay, representante de ATE. "Yo no reniego del peronismo. Yo reniego de los que no gobiernan como peronistas", sostuvo. "Por eso pido a los funcionarios que paguen los aumentos. Vamos a seguir peleando por un salario digno y no nos vamos a conformar con estas migajas".
Liliana Rechimond, por su parte, se quejó de las condiciones de trabajo en los hospitales y postas sanitarias. "Somos los últimos en la cabeza del gobernador. Para él, no aportamos a la provincia y sólo sumamos gastos. Estamos trabajando por 6 miserables pesos la hora. Que nos paguen lo que corresponde", solicitó.
Para la salida de esta edición se prevé un paro de 48 horas en salud, mientras que en unas semanas podría determinarse un paro general en toda la provincia de La Pampa.
El gobierno sigue sentado sobre un colchón de recursos conseguido con ajuste y sueldos miserables. El dinero de todos los pampeanos descansa en un plazo fijo en el Banco de La Pampa con el único fin de hacer caja, sosteniendo la injusta distribución de la riqueza que tiene a muchos pampeanos en condiciones indignas de vida, donde no tienen garantizada la cobertura de las necesidades básicas o el acceso al trabajo, la educación y una atención en salud de calidad.
02 de octubre de 2010