Hay mucha bronca en las fábricas; hay sinsabor y sentimiento de que en realidad se podría haber hecho mucho más, porque aunque es un porcentaje mayor de lo que firmaron numerosos gremios que siguieron los lineamientos del 24% de Cristina y Moyano, es mucho menos del 35% que se consiguió el año pasado.
Hay mucha bronca en las fábricas; hay sinsabor y sentimiento de que en realidad se podría haber hecho mucho más, porque aunque es un porcentaje mayor de lo que firmaron numerosos gremios que siguieron los lineamientos del 24% de Cristina y Moyano, es mucho menos del 35% que se consiguió el año pasado.
Y se podría decir que no se perdió más por los paros de la semana pasada en plantas como la Chocolatera de Arcor en Colonia Caroya. El miércoles 8 de junio, el mismo día de la jornada nacional del CTA, a las 24 se venció el último plazo de la conciliación obligatoria; y a las 2 de la mañana el turno noche de la planta de Caroya estaba haciendo asamblea adentro y definió paro de 4 horas por turno. La propuesta fue empujada por el Cuerpo de Delegados que a su vez empujó la coordinación con las comisiones internas de las otras plantas de Córdoba.
Tanto en Totoral como en Lía y Arroyito hubo intentos de acompañar la medida de parte de un sector importante de compañeros y se realizaron asambleas de media hora o bloqueos de portones. No alcanzó. Quedan claras algunas cosas: 1) el trabajo minucioso que se dio la empresa desde el año pasado para desmontar la unidad de las comisiones internas de las plantas de Córdoba que sostuvieron un paro de 28 días el año pasado. 2) Que el 31% de este año es todavía resultado de la lucha del año pasado, si no se cerraba en un 25%, que era la propuesta de la Cámara; 3) que el gobierno de Cristina K no distribuye la riqueza ni es nacional ni popular ya que el ministro Tomada, que había dicho que los convenios nunca pueden ser a la baja, firmó un convenio a la baja igual que el séquito de dirigentes de la alimentación que le hacen el juego al gobierno K.
Está clarísimo que la “Santísima Trinidad” (patronales, Estado, dirigentes traidores) actuó en contra de los trabajadores, por más que arriba disputen: el jueves 2 de junio ya estaba a la firma un acuerdo que llegaba a un 35,2% a diciembre, pero… prácticamente, con la lapicera en la mano el Sr. Pagani se encaprichó y dijo ‘no firmo más del 32%’. Para no ser menos la Kraft dijo ‘yo tampoco’ y volvió todo para atrás… ¿De qué lado estuvo el Ministerio de Trabajo de la Nación? Del lado de Arcor y Kraft. ¿De qué lado estuvieron los dirigentes que no encabezaron la lucha en cada lugar, que no ayudaron a fortalecer a los compañeros que querían ir a la lucha, coordinar entre las plantas y unificar por abajo para arrancar un aumento salarial que en dos meses no se lo coma la inflación? Estuvieron, digan lo que digan, del lado de Arcor y Kraft.
Como dice un compañero ‘lo que no mata fortalece’. Bien, es el momento de sacar conclusiones, lo que se ganó fue por ‘los recuerdos de las patronales’ de la lucha del año pasado, y lo que se perdió fue por no ir a la lucha con fuerza y claridad en el enemigo este año. Seguirá el debate para avanzar.
