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26 de marzo de 2014

El déficit en cuenta corriente llegó a 4.330 millones de dólares y  en la cuenta financiera, a 5.899 millones; la pérdida en las reservas fue de 11.824 millones.

La pérdida de dólares en 2013

Se acentuaron los saldos negativos en el balance de pagos

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer la estimación del Balance de Pagos correspondiente al año 2013, comparándola con el año 2012. Dicho Balance se compone de tres grandes rubros. Uno es la Cuenta Corriente, que incluye mercancías (la balanza comercial), servicios (profesionales, transportes, viajes y regalías) y rentas de inversión (utilidades y dividendos e intereses). El segundo gran rubro es la Cuenta Financiera (principalmente del sector bancario y del gobierno), y el tercero la Variación de Reservas Internacionales.
La Cuenta Corriente registró un déficit de 4.330 millones de dólares, en contraposición al todavía saldo positivo de 2012, que había sido de apenas 48 millones. La caída se debió, por un lado, a la disminución del saldo en mercancías (comercio exterior), que cayó de 15.372 millones de dólares en 2012 a 12.155 millones en 2013, y por otro lado, al mayor déficit en la cuenta de servicios, que se elevó de un negativo de 3.366 millones en 2012 a 5.103 millones en 2013. Los débitos por rentas se mantuvieron prácticamente igual, aunque hay que tener en cuenta que el déficit por este concepto ronda los 11.000 millones de dólares anuales, llevándose casi todo el superávit comercial, lo que ocultan los analistas burgueses.
En general tanto los voceros del gobierno como los de otros sectores del bloque dominante ponen el acento en la cuenta servicios, principalmente en las salidas de divisas por turismo (incluidos gastos con tarjetas en el exterior). Es cierto que la cuenta de servicios aumentó su déficit en casi 2.000 millones de dólares en 2013, como surge de las cifras anteriores, pero en lo principal eso fue por disminución de los ingresos por turismo (lo que cambian aquí en el mercado oficial los viajeros del exterior) y por el aumento del déficit en servicios empresariales, profesionales y técnicos, de informática, de transportes (por fletes y seguros) y de regalías (por patentes). Es decir, que lo que se oculta es que el mayor déficit en servicios en 2013 fue principalmente por la dependencia tecnológica y la falta de una flota mercante nacional.
El propio Indec lo “deschava” al puntualizar en su informe, comparando los datos de la cuenta servicios de 2013 en relación a la de 2012, que: “Los ingresos disminuyeron 692 millones de dólares, correspondiendo 476 millones a la cuenta viajes. También se redujeron los ingresos del rubro servicios empresariales, profesionales y técnicos en 306 millones y los servicios de informática en 109 millones, mientras que se observó un aumento de los ingresos de otros servicios relacionados con el transporte en 186 millones.
“Los egresos se incrementaron en 1.045 millones de dólares, debido principalmente a servicios empresariales, profesionales y técnicos (411 millones), transportes (392 millones) y regalías (358 millones), en tanto que la cuenta viajes (por turismo) disminuyó en 171 millones”.
 
Balanza comercial y financiera
En cuanto a la disminución del superávit comercial también es necesario relacionarlo con la dependencia tecnológica y de la industria en general, que aumentó estos años por falta de una verdadera política de sustitución de importaciones y de desarrollo industrial independiente sostenido. Lo que se refleja en el creciente déficit en industrias como las del automotor, química, farmacéutica y electrónica, y en el sector energético, que no se compensa con el boom exportador sojero (ver “Se agrava el déficit con China”, hoy nº 1504, 5 de febrero de 2014 y “Principales Mercados de Argentina…”).
En relación al déficit de la Cuenta Financiera que alcanzó los US$5.867 millones, muy superior al de 625 millones del año anterior. La caída se explica principalmente, por los números del sector privado no financiero, es decir, empresas y personas que cancelaron préstamos en monedas extranjeras sin querer o poder tomar nuevos. En 2012 ese sector había registrado un superávit en la cuenta financiera de US$ 4.624 millones, mientras que el año pasado exhibió un déficit de 4.928 millones. En realidad, el déficit por este concepto fue mayor, porque aquí se computan como ingresos los débitos por utilidades y dividendos que no se remesan al exterior y que se registran como salida en Rentas de la Cuenta Corriente. A ello se suma un déficit de 2.000 millones del Banco Central, por los pagos de deuda en moneda extranjera.
De los déficits de la Cuenta Corriente y de la Cuenta Financiera resulta entonces que las reservas internacionales tuvieran en 2013 una caída casi cuatro veces mayor que en el año anterior: se perdieron 11.824 millones de dólares, cuando en 2012 la pérdida había sido de 3.305 millones.
En lo que va del año, las reservas del Central siguen mostrando una tendencia decreciente. La semana pasada se contabilizaban en 27.190 millones de dólares, lo que implica una caída de más de 3.400 millones frente al saldo de 30.599 millones en que cerraron 2013.