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22 de mayo de 2019

La jornada del 21 de mayo de 1969

La Plata: los estudiantes contra Onganía

A fines de 1968 el Comité Central, encabezado por Otto Vargas, caracterizó que “Un polvorín de odio popular se está resecando bajos los pies de la dictadura de Onganía”. A lo largo de ese año se habían producido, en buena parte de nuestro país, grandes luchas obreras, estudiantiles y populares. En nuestra región, entre otras, fuimos parte de las luchas del estudiantado universitario, de la huelga nacional de junio convocada por la FUA, de la toma del Rectorado con 426 detenidos; de la prolongada lucha de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UNLP). También jugamos un muy importante rol en la huelga de un mes de la Destilería de YPF en Ensenada, como cuenta Otto Vargas en ¿Ha muerto el comunismo?

Empujábamos las asambleas, cuerpos de delgados y… a la calle. No acordábamos, desde ya, con quienes teorizaban el “reflujo” en la lucha de las masas populares, o que no había conciencia. Nosotros impulsábamos las luchas. Porque era necesario, y por lo tanto posible, enfrentar a la dictadura. Porque desde allí se podía desarrollar un camino revolucionario acaudillado por el proletariado. Porque el contexto internacional era de profundas y crecientes luchas. Porque no hay mejor escuela generadora de conciencia política y social que la práctica colectiva. Porque confiábamos, y confiamos, infinitamente en la memoria y la capacidad creativa de las grandes masas obreras y populares en movimiento. Porque vislumbramos la necesidad de un Partido de la clase obrera para impulsar y hegemonizar ese proceso y nos abocamos desde entonces a construirlo, echando raíces entre los desposeídos, compartiendo necesidades, sufrimientos y triunfos. Así, siendo parte, aprendimos, corrigiendo errores y debilidades. Y también con importantes aciertos políticos.

Hace 50 años, a pocos días de que se produjera el Cordobazo, la represión de la dictadura pro-yanqui de Onganía golpeaba brutalmente al movimiento estudiantil: en la ciudad de Corrientes es asesinado Juan José Cabral en la movilización contra la privatización del comedor el 15/5/69. Dos días más tarde el 17/5, es asesinado Ramón Bello en una movilización en Rosario.

En La Plata, junto al dolor crece la bronca. El odio antidictatorial, al igual que en todo el país, se expresa rápidamente en asambleas y en las calles. El miércoles 21 de mayo, a media tarde, convocada por la FULP, nos concentramos organizados en dos columnas. Una en Av. 1 y 47, que se desplazará hasta 48 y por esta hacia 2. La otra arranca en 47 y 2, y avanza por ésta hasta 46, luego hacia Av. 1, de allí a 47 doblando hacia 2. El operativo policial integrado por caballería, infantería transportada en carros de asalto, camiones Neptuno, estaba emplazado desde la mañana, principalmente en Av.7 y en Av.1. Las columnas estudiantiles estaban organizadas en grupos con objetivos definidos. Algunos grupos se ocuparon de anular el alumbrado público, gomeras mediante. Otros barricamos las calles con maderas sacadas de obras en construcción, cruzando autos, caños de cemento de una obra de servicios públicos (allí quedó atascado un carro de asalto). Cuando los efectivos policiales llegaron al triángulo delimitado por la Av. 1, calle 50 y diagonal 80, la zona ya estaba a oscuras y con barricadas. Así les impedimos adentrarse en el barrio donde en ese entonces se ubicaba el Mercado regional e innumerables pensiones estudiantiles. En los días previos se las había recorrido hablando con los y las compañeras, que allí vivían, organizando su participación en la movilización. De esta manera contamos con lugares de reaprovisionamiento de elementos de autodefensa o de vías de escape ante la arremetida de la policía. Nos desplazábamos por los techos para salir a otra calle. El estar organizados en grupos nos permitía hostigar, dispersarnos y volver a reagruparnos a las dos o tres cuadras. De esta manera mantuvimos la zona bajo nuestro control por varias horas. Los pocos detenidos que hubo fueron aprendidos fuera de esa zona. En días posteriores allanaron una pensión, pero también fuera del triángulo. Ya entrada la noche, habiendo agotado las molotov, y con la noticia de que Estudiantes de La Plata había logrado su segundo campeonato de América (jugado en la ciudad), con festejos a dos cuadras, se toma la decisión de retirarnos del lugar a fin de evitar situaciones equívocas.

La edición del diario El Día de La Plata, del 22 de mayo refleja las luchas del día anterior en nuestra ciudad, en Salta, Capital Federal, y en otras ciudades. Y de manera destacada la combativa movilización en Rosario donde cae asesinado el joven obrero metalúrgico Luis Norberto Blanco.

Estamos orgullosos de haber impulsado y haber sido parte de aquellas luchas callejeras de mayo del 69 que culminaron en el glorioso Cordobazo, después del cual nada volvería a ser igual en la Argentina. Pero sobre todo sentimos un profundo orgullo de ser Hijos del Cordobazo, como solemos cantar en las marchas.

Escribe Hector Gómez

Hoy N° 1767 22/05/2019