El viernes 5 de octubre, la Junta Interna de ATE-Indec presentó un documento elaborado por la Comisión Técnica de los trabajadores: “Manipulación de datos y su impacto en la medición de pobreza e indigencia”.
El viernes 5 de octubre, la Junta Interna de ATE-Indec presentó un documento elaborado por la Comisión Técnica de los trabajadores: “Manipulación de datos y su impacto en la medición de pobreza e indigencia”.
En la conferencia de prensa en la que se dio a conocer el informe, Cynthia Pok, ex directora de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) explicó: “El objetivo del presente documento es mostrar, contrariamente al planteo de la intervención, la magnitud de la pobreza e indigencia en esta etapa. También la magnitud de la manipulación: Desaparecen metodologías, precios, canastas regionales y pobres. El documento reseña cómo se enfoca la pobreza e indigencia. La medición implica dos valores y un método. Los valores son la canasta básica necesaria y los ingresos de la población. El método implica que en cada hogar se haga una medición en función de la edad, sexo y la cantidad de personas. Se fija entonces el tipo de canasta para cubrir la pobreza o indigencia, y el ingreso que se necesita para ello.
“Cotejamos los ingresos que publica la intervención en la web, con la canasta que venimos trabajando en el INDEC desde siempre. Para la pobreza e indigencia, armamos tres alternativas. Una, con la canasta tradicional, pero con precios corregidos. Ésta indica que frente al dato oficial de la intervención que dice que hay 6,5% de pobreza, la nuestra indica 18%. En términos de indigencia, el 1,7% indica el índice oficial, y 4% el nuestro. Con una canasta más inclusiva, la pobreza en vez de ser 6,5%, es de 37,4%. Y la indigencia del 9,3%”.
En la introducción, el documento afirma que: “Desde comienzos de la intervención en el Indec, en enero de 2007, el equipo técnico de la EPH encargado de la producción de la información alertó sobre la imposibilidad de producir cálculos de pobreza e indigencia veraces, ya que no se disponía de información confiable del IPC1, situación denunciada ante la Justicia por los técnicos que lo elaboraban, siendo un insumo necesario para la actualización de los valores de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT). Frente a este planteo técnico, la intervención desplazó a la directora de la EPH y como consecuencia el equipo técnico no volvió a elaborar esa información, haciéndose cargo la Intervención de la producción de esos datos, ya denunciados por los trabajadores del organismo y por toda la sociedad”.
Además, el estudio aclara que está hecho sobre 31 conglomerados urbanos, y con datos del segundo semestre del 2011. Estas cifras, concluyen los trabajadores, son similares a las que había en la Argentina en 1994. Para los trabajadores, la
pobreza llega al 37,4% de los argentinos (9.429.000), y la indigencia al 9,3% (2.347.000).
Corresponsal
El viernes 5 de octubre, la Junta Interna de ATE-Indec presentó un documento elaborado por la Comisión Técnica de los trabajadores: “Manipulación de datos y su impacto en la medición de pobreza e indigencia”.
En la conferencia de prensa en la que se dio a conocer el informe, Cynthia Pok, ex directora de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) explicó: “El objetivo del presente documento es mostrar, contrariamente al planteo de la intervención, la magnitud de la pobreza e indigencia en esta etapa. También la magnitud de la manipulación: Desaparecen metodologías, precios, canastas regionales y pobres. El documento reseña cómo se enfoca la pobreza e indigencia. La medición implica dos valores y un método. Los valores son la canasta básica necesaria y los ingresos de la población. El método implica que en cada hogar se haga una medición en función de la edad, sexo y la cantidad de personas. Se fija entonces el tipo de canasta para cubrir la pobreza o indigencia, y el ingreso que se necesita para ello.
“Cotejamos los ingresos que publica la intervención en la web, con la canasta que venimos trabajando en el INDEC desde siempre. Para la pobreza e indigencia, armamos tres alternativas. Una, con la canasta tradicional, pero con precios corregidos. Ésta indica que frente al dato oficial de la intervención que dice que hay 6,5% de pobreza, la nuestra indica 18%. En términos de indigencia, el 1,7% indica el índice oficial, y 4% el nuestro. Con una canasta más inclusiva, la pobreza en vez de ser 6,5%, es de 37,4%. Y la indigencia del 9,3%”.
En la introducción, el documento afirma que: “Desde comienzos de la intervención en el Indec, en enero de 2007, el equipo técnico de la EPH encargado de la producción de la información alertó sobre la imposibilidad de producir cálculos de pobreza e indigencia veraces, ya que no se disponía de información confiable del IPC1, situación denunciada ante la Justicia por los técnicos que lo elaboraban, siendo un insumo necesario para la actualización de los valores de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT). Frente a este planteo técnico, la intervención desplazó a la directora de la EPH y como consecuencia el equipo técnico no volvió a elaborar esa información, haciéndose cargo la Intervención de la producción de esos datos, ya denunciados por los trabajadores del organismo y por toda la sociedad”.
Además, el estudio aclara que está hecho sobre 31 conglomerados urbanos, y con datos del segundo semestre del 2011. Estas cifras, concluyen los trabajadores, son similares a las que había en la Argentina en 1994. n