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05 de junio de 2013


La polémica Ferri-Justo

Crónicas proletarias

En junio de 1908, durante una conferencia dada en el teatro Victoria de la ciudad de Buenos Aires, el sociólogo y dirigente socialista italiano Enrique Ferri sostuvo una fuerte polémica con el líder del Partido Socialista Argentino, Juan B. Justo.

En junio de 1908, durante una conferencia dada en el teatro Victoria de la ciudad de Buenos Aires, el sociólogo y dirigente socialista italiano Enrique Ferri sostuvo una fuerte polémica con el líder del Partido Socialista Argentino, Juan B. Justo.
Ferri, en una alocución titulada “Qué es el socialismo y cómo se realizará”, afirmó que por sus condiciones económico-sociales la Argentina estaba “en la fase agropecuaria”, y que “el proletariado es un producto de la máquina de vapor. Y sólo del proletariado nace el Partido Socialista”. Tras esto, Ferri dijo que los socialistas argentinos cumplían el rol de la UCR, “un partido del mundo de la luna” (por su abstencionismo electoral). Para el italiano, no había condiciones en la Argentina de comienzos del siglo 20 para el desarrollo de un Partido Socialista por la falta de un proletariado industrial, y por eso el PSA solo podía aspirar a ser “suplente” de otras fuerzas.
Justo, presente en la sala, ya que la conferencia tenía como objetivo recaudar fondos para el periódico partidario La Vanguardia, refutó las opiniones de Ferri, en cuanto a cuál era el origen del proletariado, y defendió la posibilidad de desarrollo de un Partido Socialista en nuestro país, basándose en la existencia de un proletariado como el que se refería Marx en los territorios colonizados por el capitalismo, donde se había desarrollado un proletariado “que trabaja en la producción agropecuaria,….; en (las) vías férreas; en el movimiento de carga de los puertos,… en la construcción de las nacientes ciudades; en los frigoríficos, en las bodegas, en los talleres, en las fábricas”, y con una economía agropecuaria “vinculada al mercado mundial”, dijo Justo, en lo que tenía razón, pero le agregó su sello reformista: “Nos excomulga Ferri en nombre de la doctrina. Sea ello para nosotros una inmunización más contra las tendencias anquilosadas de la doctrina”. También argumentó el líder socialista argentino la necesidad que los radicales se incorporaran al PSA, ya que éste era el único partido en condiciones de llevar adelante las tareas democráticas burguesas, que Justo entendía se iban a hacer a través del Parlamento.
La polémica tuvo honda repercusión. Los socialistas argentinos terminaron repudiando la presencia de Ferri, tirándole monedas en sus conferencias. Muchos contemporáneos opinaron y tomaron partido, como Raimond Willmart, quien había sido enviado por Marx a nuestro país en la década de 1870, y que luego se transformó en abogado y juez. Willmart, que se manifestaba vinculado al pensamiento socialista, pero alejado de la militancia, le dio la razón a Ferri.