Con la política de “vuelta al mundo globalizado” y la llamada “modernización”, el gobierno de Macri ha profundizado la dependencia, la concentración y la condición de la Argentina como un país dependiente en disputa entre varias potencias imperialistas. Por esto afirmamos que nuestros mares están en disputa por los diferentes imperialismos y que ello tiene una relación directa con nuestros puertos y la industria naval.
Esta situación ha llevado a los trabajadores de los puertos y de los astilleros a sufrir: desfinanciamiento e intento de achicar el Astillero Río Santiago, despidos en Tandanor, compra de buques para la Armada Argentina en el exterior, el hundimiento del barco pesquero Rigel, “la fiebre del langostino”, la búsqueda de “el oro rojo” agudizaron todos los problemas en la pesca. Los armadores salen a pescar sin garantizar las medidas de seguridad con tal de no perder días de pesca, etc.
A esta política los trabajadores la hemos enfrentado, ejemplo de ello es la lucha de los trabajadores del Astillero Río Santiago; el paro regional de decenas de gremios del Gran Rosario que mantuvieron piquetes en los principales accesos a los puertos e industrias del cordón industrial, al norte de Rosario; el acampe de los trabajadores portuarios durante 42 días en la terminal del puerto de Buenos Aires; la lucha de los trabajadores de Tandanor contra los despidos; la lucha por “ni un hundimiento más” en Mar del Plata, entre muchas otras.
El Plan de Modernización de las Terminales Río de la Plata
En el 2019 Macri profundiza la dependencia. Presentó el Plan de Modernización de las Terminales Río de la Plata (Puerto de Buenos Aires). Un proceso de ampliación que constará de cuatro etapas, que preveé una inversión estatal- privada de $US1.910 millones –U$S610 millones los pondrá el Estado– y que cederá las operaciones a un solo operador que lo explotará durante 35 años, más otros 15 años renovables en lugar de los tres grupos que actualmente se reparten el negocio. La Terminal 1, 2 y 3 de Puerto Nuevo está operada por Dubai Ports Word, un holding estatal de Emiratos Árabes, y el grupo local propiedad de Alfredo Román. La Terminal 4 está a cargo de Maersk, y Hutchinson Ports controla la Terminal 5.
Esta dependencia también la aplica María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. Con el Decreto N°13 de 2019, dio el paso para crear un órgano para la administración y gestión del Puerto de Dock Sud. Esto es sólo un maquillaje, porque bajo la figura de Consorcios de Gestión viene la avanzada de la privatización de los puertos de la provincia de Buenos Aires.
El mejor ejemplo para ver cómo se quiere aplicar esta política hacia los puertos es el conflicto en el puerto de La Plata, contra la empresa Coopetro que está llevando el sindicato de SUPA. Hace semanas despidieron a 22 compañeros que hacían carga y descarga del carbón. El conflicto perece ser sólo un capricho de la empresa de no tomar más gente del SUPA y hacerlo con su propio personal. Pero lo que ataca de fondo es la caída del convenio colectivo de trabajo. Sería como un Vaca Muerta pero para los puertos. Por eso, en una reunión del SUPA nacional en Bahía Blanca se resolvió todo el apoyo al conflicto de La Plata, porque si avanza ahí amenazan con un paro nacional de puertos.
Por todo esto es necesario buscar la más amplia unidad de todos los sectores navales, puertos, astilleros y de la pesca, para armar un programa de nuestros puertos y a la industria naval al servicio de nuestro pueblo:
- Nacionalización de todos los puertos.
- Leyes para el desarrollo de la marina mercante y financiamiento de la industria naval mediante un ente autárquico con impuesto al flete.
- Construcción de buques militares en la Argentina para la defensa nacional.
Hoy N° 1757 06/03/2019