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02 de octubre de 2010

La protesta agraria

Hoy 1209 / La politica del gobierno profundiza el latifundio

Poniendo su mejor "cara de inteligente", el ministro Martín Lousteau calificó de "una suerte de piquete patronal", a la protesta de los miles de pequeños productores, chacareros y contratistas, que con sus tractores y camionetas salieron a las rutas de todo el país a reclamar no solo por el indiscriminado aumento en las retenciones a la soja sino también por todo lo que los viene afectando en sus posibilidades de mantenerse en el campo realizando otras producciones.
Lousteau siguió hablando "del campo" como si todos fueran lo mismo: grandes terratenientes y pools, que chacareros, contratistas y obreros rurales. Señaló que los precios de la tierra habían subido cuatro veces en dólares desde la devaluación, como si eso fuese un beneficio para los productores cuando eso les implica una mayor carga de renta y la imposibilidad de acceder a más superficie para ampliar su producción. También habló en general de las ganancias que había significado el alza del precio de la soja, sin diferenciar entre lo que se llevan los grandes terratenientes y pools, así como los monopolistas de los herbicidas y fertilizantes, y lo que les queda a los pequeños chacareros y contratistas y sus asalariados.
Después de más de cuatro años que dejó que de la mano del aumento de los precios internacionales avanzara el monocultivo sojero y con él el latifundio, condenando a la muerte a las producciones más intensivas en capital y trabajo, como los tambos, granjas y huertas, el kirchnerismo plantea ahora que esta suba en las retenciones está pensada como estrategia para desalentar la sojización. Pero aplicando las retenciones sin discriminar el resultado seguirá siendo el mismo o peor, porque desaparecerán más rápido los pequeños y medianos productores y seguirá avanzando el latifundio de la mano de los pools, a favor de la producción extensiva.
El aumento del precio de los arrendamientos hace cada vez más imposible el acceso a la tierra de los pequeños y medianos productores. A la concentración de la tierra en manos de los grandes terratenientes y pools, que coloca a los arrendatarios y contratistas como rehenes de los mismos, hay que agregar la concentración monopólica de herbicidas, fertilizantes y semillas en manos de empresas imperialistas (Monsanto, Cargill), que quita todo margen para reducir costos.
La protesta agraria que sacude el país, es indicativa que los productores chacareros y contratistas son concientes de que el aumento indiscriminado de las retenciones los perjudica principalmente a ellos, porque no hay nada que de esa manera garantice la rebaja de los arrendamientos, abaratamiento de los insumos, créditos accesibles y precios sostén en origen para las producciones más intensivas en capital y trabajo.