Se conoció la semana pasada que el agua comenzó a cotizar en la Bolsa de Wall Street. Su “valor” se ha establecido tomando como unidad el acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en EEUU y que equivale a 1.233 metros cúbicos.
El imperialismo yanqui, tomando nota de la escasez a futuro de este recurso natural, reacciona como corresponde a su naturaleza, poniéndole precio al agua y acrecentando la especulación financiera. Porque los “contratos de futuro” que se cotizan en Bolsa son, al menos por ahora, exclusivamente financieros, y no implican compra o venta del recurso físico.
El agua sigue así el camino del oro y el petróleo. Los inversores en Wall Street, en medio de la pandemia y grandes incendios en varios lugares de EEUU le han puesto como precio unos 486,53 dólares por acre-pie.
En nuestro país venimos enfrentando desde hace años la rapiña imperialista por nuestros recursos. En la pelea contra las megamineras contaminantes nació la consigna “El agua vale más que el oro”, expresión de la voluntad de lucha popular.
Esta cotización del agua en la Bolsa de Valores es un anticipo de cómo crecerán los intentos imperialistas por quedarse con este recurso natural en nuestra patria y en todo el continente. Ya conocemos la disputa por el Acuífero Guaraní, uno de los grandes reservorios de agua dulce del planeta, que se extiende a través de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil.
Los voceros mediáticos de los especuladores financieros se frotan las manos, publicando frases como “Cerca de 2000 millones de personas en el mundo viven en países con problemas de acceso al agua”. Porque esa es la filosofía de los monopolios imperialistas y sus lacayos, como Mauricio Macri: donde hay una necesidad no ven un derecho, sino un negocio.
Frente a esto, aún en medio de la pandemia, nuestro pueblo viene librando grandes luchas para que no se restrinja el acceso al agua potable y se garantice el cumplimiento de su carácter como derecho humano establecido en la Constitución. Así sucedió en Mendoza con el intento de reformar la ley provincial 7722, en Chubut contra el nuevo intento del gobierno provincial de avanzar con la megaminería, y la pelea por la ley de humedales, que con centro en Santa Fe viene creciendo en todo el país.
Damos la pelea para conformar un amplio movimiento que enfrente esta nueva embestida de las potencias imperialistas y sus gerentes internos, que en su voracidad inacabable pretenderán apropiarse del agua, como ya lo hicieron con el petróleo, la minería, y los productos agropecuarios.
Hoy N° 1845 16/12/2020