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02 de octubre de 2010

El siguiente es un resumen de la conversación con el camarada Jacinto Roldan al regreso de su reciente visita a Grecia.

La rebeldía se palpita en las calles de Grecia

Hoy 1325 / Entrevista a Jacinto Roldán, miembro del Comité Central del PCR

—¿Cuál fue el motivo de tu viaje?
—Estuvimos en Grecia por invitación a nuestro PCR de la Organización Comunista de Grecia, KOE, para participar del Festival de la Resistencia, que es una actividad anual que realizan desde hace tres años. A ese festival organizado por los comunistas del KOE y otras fuerzas de izquierda y de ambientalistas, concurren gran cantidad de jóvenes y familias durante tres días, donde se puede escuchar a importantes conjuntos de música griega y de otros países, recorrer los numerosos stand con libros y publicaciones de Grecia y de otros países y marxistas-leninistas-maoístas en general, y participar de mesas y debates que incluyen a invitados de organizaciones griegas, intelectuales, personalidades y partidos de otros países. Nosotros estuvimos invitados a una mesa que compartimos con el compañero presidente del Red Forum (Foro Rojo) de Islandia.
El tema que tratamos fue sobre la experiencia de la Argentina, de las puebladas, del Argentinazo y la Rebelión Agraria y señalamos que íbamos a aprender de la ejemplar lucha de los trabajadores y el pueblo griego.

—¿Cómo te impresionó lo que está pasando allá?

—En relación a 2003, que fue la visita anterior que hicimos, Grecia está conmovida por huelgas arrancadas desde abajo, grandes movilizaciones populares con combate en las calles y por un estado asambleario, con una gran discusión política que es de masas y recorre todo el país.
Los trabajadores, los jóvenes, los desempleados, los inmigrantes, los campesinos, el pueblo en general está exasperado, furioso y decepcionado con las medidas que tomó el gobierno de Papandreu para encarar la crisis capitalista que viene sacudiendo a todo el mundo y hoy golpea con particular fuerza en Europa.
 Entre otras medidas dispuso el recorte a las jubilaciones y el aumento de la edad jubilatoria, la reducción de todos los salarios de los trabajadores estatales hasta un 35%, la eliminación del doble aguinaldo, y un brutal aumento de los impuestos, en particular del IVA, que primero se había elevado del 17 al 21%, y ahora al 23%.
Papandreu hace menos de un año ganó las elecciones enfrentando a la derecha con un discurso “antineoliberal”, socialdemócrata de “izquierda”. Hoy acepta y subordina su política a los designios de la Unión Europea, en particular Alemania y Francia, y al Fondo Monetario Internacional.
Frente a esto es conmovedora la respuesta de los trabajadores y el pueblo griego. Hubo desde febrero cinco huelgas generales arrancadas desde abajo contra el ajuste, y se preparaba para el 29 de junio la sexta huelga general. Con la huelga del 5 de mayo se produjo lo que ellos llaman la más grande movilización de los últimos treinta años. Se concentró en Atenas, en Patras, en Salónica y hubo movilizaciones en todo el país. En todas las huelgas y manifestaciones se ha enfrentado la represión, pero ese día en Atenas los combates en las calles duraron más de cinco horas. Miles y miles de manifestantes ocuparon el centro de la ciudad, intentando llegar al Parlamento para impedir el voto a favor del acuerdo con el FMI y la Unión Europea, con consignas que decían que había que “incendiar el prostíbulo” (por el Parlamento), y “que paguen los ladrones” (por los bancos, el FMI y la UE). Desde un punto de vista fue algo parecido a lo que vivimos con el Argentinazo, la Rebelión Agraria y en las numerosas puebladas, como las recientes de Baradero y Bariloche.
Esa manifestación del 5 de mayo fue impresionante en Atenas. La policía respondió con gases y balas de goma y puso el centro en atacar a los que estaban cerca del Parlamento, además desplegó centenares de efectivos en diez puntos a dispersar. Los manifestantes enfrentaron a la policía con piedras, con palos, y dispersados, heridos o afectados por los gases se volvían a reagrupar para seguir combatiendo. Los compañeros del KOE se movían con megáfonos para informar a las columnas de lo que estaba pasando. El pueblo ocupó el centro de Atenas y no lo podían sacar. ¿Cuál sería la reflexión? Que el pueblo ganó las calles y eso es lo que no quiere perder. ¿Y cual es la consigna que une hoy al pueblo griego? Las medidas del gobierno no van a pasar.
Desde el punto de vista del estado de ánimo de las masas y la búsqueda de coordinación y organización, lo que me llamó la atención en los barrios de Atenas son las asambleas permanentes, del tipo de las que se realizaban acá con posterioridad al Argentinazo, donde hay una gran participación de todos los sectores, multisectoriales, donde se discute la política, las medidas a tomar, y todo lo que tenga que ver con una salida popular y patriótica ante la crisis y la subordinación del gobierno al mandato del FMI, la UE y el Banco Central Europeo. Como parte de esa búsqueda por ejemplo se proyecta en los bares y en las reuniones multisectoriales la película de Pino Solanas que muestra el proceso del Argentinazo.
Hay una parte considerable del pueblo, al menos de lo que vi y escuché, que está en contra de esperar los acuerdos por arriba y que quiere avanzar en el camino de la rebelión por abajo porque es necesario un gran cambio político. Los que tienen más de 50 años entienden que es necesario un frente único como el que enfrentó a la dictadura militar. Hasta ahí se llega.
Una reciente encuesta oficial mostró apenas un 27% de apoyo a Papandreu, y un 48% que se expresó abiertamente contra todos los políticos del ajuste.
Está abierto un largo y difícil combate que pensamos pondrá en juego el destino del poder en Grecia.


—¿Cuáles son los principales temas que se debaten?
—La lucha popular dividió aguas en la sociedad y, en particular, a lo que allá se llama la izquierda en general. Todos acuerdan en que la deuda es impagable, pero frente a cómo salir de la crisis hay discusión, si salirse del euro y devaluar u otras “alternativas” reformistas (como forzar una revisión de los acuerdos para hacerlos menos pesados). La otra posición que va ganando adeptos es profundizar el camino de la rebelión popular para impedir que la crisis se siga descargando sobre las espaldas del pueblo. Los compañeros del KOE dicen que el Partido Comunista de Grecia, revisionista, habla en general de la crisis y de la revolución mundial pero que no tiene propuestas concretas para Grecia. El gran tema que define si se es izquierda verdadera o no es la actitud frente a la rebelión, si se la encabeza o acompaña, o si se la balconea o se la quiere enchalecar en alguna opción burguesa.
El otro gran tema que viene del movimiento obrero y del movimiento popular es quién paga la crisis, que se resume en la consigna “que paguen los ladrones”. Esa consigna no solo está dirigida al gobierno de Papandreu sino también a la UE, a los grandes bancos europeos y al FMI. Porque sostienen que esos son los que le han robado todos estos años las riquezas al pueblo llenando sus bolsillos, y ahora frente a la bancarrota, son los mismos que quieren hacerle pagar la crisis a los de abajo, y eso los trabajadores y el pueblo griego no lo van a aceptar. Esta discusión recorre todo el país.
La participación y combatividad de los trabajadores en las manifestaciones, es impresionante, y frente a los argumentos de la derecha que dicen que esto pasa porque el pueblo griego es vago, ellos afirman que son de los que más tiempo trabajan en Europa (por ejemplo, que trabajan 42 horas semanales frente a las 40 de los trabajadores alemanes) y que son de los que tienen los salarios básicos más bajos de la Unión Europea.
El FMI, la UE y el Banco Central Europeo para hacer pasar sus planes necesitan aplastar la rebeldía de los trabajadores y el pueblo griego. El obsecuente gobierno griego en corto tiempo ya aumentó los efectivos de la represión en 20.000 policías más y avanza con la proliferación de los grupos antidisturbios y la brutalidad de la represión a las manifestaciones.
 Los camaradas del KOE dicen que Grecia fue el eslabón más débil en Europa en esta crisis del capitalismo. Que la crisis se desató hace tres años y que Grecia terminó siendo un campo de experimento de las medidas que se van a aplicar en toda Europa. Esto está en debate, pero en lo que se acuerda en general en una gran parte de la izquierda es que el pueblo griego es uno de los más rebeldes, por su historia de luchas y por como se ha plantado ante la crisis, mostrando un camino a todo el proletariado europeo y mundial.
Para los comunistas revolucionarios es una tarea de honor impulsar la solidaridad con la lucha de la clase obrera y el pueblo griego y con los camaradas del KOE.