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11 de agosto de 2021

Seminario Internacional “Problemas de la Revolución en América Latina”

La rebelión de los pueblos de América Latina alumbra la lucha por la revolución

Los días 29, 30 y 31 de julio se desarrolló el 25° Seminario Internacional “Problemas de la Revolución en América Latina” organizado por el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador, con la participación de partidos revolucionarios y movimientos sociales y políticos del continente y el mundo.

En medio de la pandemia de Covid-19 que azota al mundo se realizó este importante seminario en forma virtual, donde en cuatro paneles centrales y foros de debates más de 25 partidos revolucionarios y movimientos principalmente de América Latina expusieron, con una cantidad importante de delegaciones internacionales acompañando. Miles visualizaron el desarrollo de los eventos por las distintas redes por los cuales se transmitió.

Desde el inicio al acto final de cierre, donde se conmemoró el 57 aniversario del PCML del Ecuador, estuvo teñido, y así se reflejó en el documento final, por la agudización de la crisis sanitaria, social y política, con aumentos de los sufrimientos populares y también por las gigantescas luchas populares en el mundo, particularmente en América Latina, con gran protagonismo de los y las campesinas y pueblos y naciones originarias. Luchas que, por un lado, han cambiado el escenario americano poniéndole freno a los avances de los gobiernos de derecha, fascistas y golpistas como en Colombia, Argentina, Bolivia, Chile, Perú y Brasil para nombrar algunos en medio de un salto en la disputa imperialista.

Como señalamos desde el PCR de Argentina “América Latina, en particular Sudamérica, se va convirtiendo en un polvorín de odio popular que expresa su rebeldía en todo el continente con grandes luchas que sacuden los cimientos de los Estados y los imperialismos que nos oprimen”.

Con respecto a la situación del país y la lucha contra la pandemia planteamos “Desde el primer día de la pandemia, desde el PCR decidimos impulsar el protagonismo popular para enfrentarla e impulsamos los comités de crisis, las comisiones de emergencia barriales, de fábrica, con los cuerpos de delegados.

“Al calor de la principal batalla contra la pandemia también se han multiplicado las luchas de distintos sectores, trabajadores y trabajadoras y profesionales de la salud, estatales y docentes por aumentos salariales que superen la inflación. La enorme lucha del movimiento de mujeres conquistando la aprobación de la Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Los miles de pibes y pibas que se vuelcan a las calles contra la droga, por educación, cultura y trabajo.

“Nosotros, en Argentina seguimos peleando para que el golpe principal de la lucha popular aísle y derrote, en las calles y las urnas, a esta derecha reaccionaria que quiere volver al gobierno. Actualmente este sector expresa el principal obstáculo para el avance de la clase obrera y el pueblo”.

Para finalizar se planteó “No sabemos cómo van a ser las formas de las revoluciones del futuro, lo que sí afirmamos es que hay leyes del marxismo-leninismo-maoísmo de validez universal que siguen vigentes, sobre todo las que en estos tiempos ocultan y tergiversan reaccionarios y revisionistas de todo tipo: la teoría del imperialismo, la teoría del Estado y la teoría del partido revolucionario. Tengamos en cuenta que los comunistas en el mundo fuimos derrotados y hoy no hay faros socialistas, pero la rebelión de los pueblos alumbra el camino de la lucha por la revolución”.

 

Declaración final del XXV Sipral

Un nuevo momento de ascenso en la lucha de los trabajadores, la juventud y los pueblos cobija a América Latina y el Caribe. Son combates que expresan el descontento con las condiciones de vida impuestas por el régimen capitalista-imperialista, son luchas contra una serie de problemas económico-sociales acumulados, que crecen a medida que se ejecutan las políticas de los gobiernos, que no hacen otra cosa que garantizar y elevar los índices de utilidades y ganancias que obtienen las clases dominantes, a costa de mayores niveles de explotación y opresión a las masas trabajadoras y los pueblos.

Bien puede decirse que es un nuevo capítulo en esa lucha constante que busca librarse de la pobreza, los bajos salarios, la desocupación, la falta de acceso a la educación y salud públicas, la emigración forzada, la depredación de la naturaleza, la violencia patriarcal, el racismo, la discriminación y opresión, en defensa de la vida y la libertad. Los últimos meses del año 2019, el continente se sacudió con las protestas en Haití, Ecuador, Chile, Colombia, Argentina, Bolivia, que en algunos casos pusieron en jaque a sus respectivos gobiernos y obligaron la adopción de políticas contrarias a los proyectos económico-políticos de los gobernantes.

El estallido de la pandemia del Covid 19 obligó una tregua, mas las graves condiciones de vida y los efectos provocados entre los trabajadores y los pueblos por la crisis del capitalismo que estalló a inicios del año 2020, abrieron las puertas para una paulatina recuperación de la protesta social que, hoy, tiene altas y diversas manifestaciones.

Es inédita la lucha del pueblo en Colombia, al tiempo que valiente, heroica. Durante más de sesenta días las calles pertenecieron al pueblo para la lucha, aun a costa de decenas de fallecidos, desaparecidos y miles de heridos y maltratados. El estallido social obligó a Iván Duque, uno de los gobernantes más reaccionarios de América, a dar pasos atrás en sus pretendidas medidas antipopulares. Con breves intervalos, el pueblo haitiano lleva años luchando contra el hambre, el desempleo, la corrupción, por derechos políticos y democracia, siendo también víctima de una brutal represión, que ha cobrado la vida de muchos hombres y mujeres, la mayoría jóvenes. La movilización popular impidió la consolidación del gobierno ultraderechista de Jeanine Áñez en Bolivia, forzando un proceso electoral en el que las fuerzas que le apoyaban fueron derrotadas. El proyecto fascista de Jair Bolsonaro no ha podido realizarse por la movilización de los trabajadores, la juventud y el pueblo, que ahora agitan la bandera de ¡Fuera Bolsonaro!, que toma fuerza en todo Brasil. La convocatoria a la Asamblea Constituyente en Chile germinó en sus calles y plazas, con la presión de cientos de miles de manifestantes que pusieron en jaque a toda la institucionalidad chilena. El derecho al aborto, en Argentina no hubiese sido posible alcanzarlo sin la movilización constante de cientos de miles mujeres. El triunfo de Pedro Castillo en Perú, se explica por esos millones de trabajadores, campesinos, desempleados, jóvenes y otros que vieron en él la opción del cambio, una alternativa progresista y de izquierda. Situación similar ocurrió en Ecuador, con la candidatura de Yaku Pérez, que solo el fraude electoral impidió su triunfo. Apenas destacamos las acciones más trascendentes, pero América Latina y el Caribe es una región en la que los pueblos están de pie, luchando, en la búsqueda del cambio social, anhelando voltear la página y cerrar el capítulo de la explotación y opresión.

En todos estas luchas es evidente el protagonismo de los trabajadores, los pueblos originarios, la juventud, las mujeres de los sectores populares, pero es evidente también el esfuerzo que hacen facciones de la burguesía —camufladas con discursos reformistas y pseudo izquierdistas— para disputar la conducción de estas protestas y convertirlas en soportes de sus proyectos políticos, funcionales al sistema capitalista-imperialista  imperante.

Las organizaciones y partidos de izquierda, con las particularidades de cada país, hemos jugado roles importantes en la articulación y desenvolvimiento de estas luchas. En general, actuamos para que estas tengan como elementos de identidad la independencia de clase, y se inscriban en los objetivos estratégicos del cambio social, del combate antiimperialista, de la lucha por la revolución y el socialismo. Debemos continuar nuestra lucha bajo esos principios.

El momento político que vive el continente es propicio para el desarrollo y fortalecimiento de la organización de los trabajadores, la juventud, las mujeres y el pueblo, para la amplia difusión de las tesis y propuestas de la izquierda revolucionaria, para llevar las luchas populares a niveles más altos, para avanzar en la organización revolucionaria de las masas trabajadoras.

Las circunstancias actuales convocan al fortalecimiento de la unidad popular en cada país, a reforzar los lazos de unión y solidaridad activa entre los pueblos, al impulso de acciones conjuntas para enfrentar la política de las distintas potencias imperialistas.

Las organizaciones participantes en el XXV Seminario Internacional Problemas de la Revolución en América Latina, hemos analizado estos problemas presentes hoy en nuestra región, y proclamamos ante el mundo que nuestra lucha continúa.

 

Hoy N° 1876 11/08/2021