Desde que asumió en diciembre de 2023, el gobierno de Milei viene atacando las conquistas históricas del movimiento obrero argentino, conquistadas con lucha, huelgas y sangre a lo largo de más de un siglo.
Con el discurso de “modernizar” las relaciones laborales, desde diciembre del 2023 el gobierno, con la complicidad de gobernadores, diputados y senadores serviles a los intereses de los grandes monopolios imperialistas, las cámaras empresarias y los grandes terratenientes avanzó en una batería de medidas que pretenden volver a las relaciones laborales de la Argentina oligárquica de comienzos del siglo 20.
Una parte de estas medidas está contenida en la Ley Bases, sancionada en julio de 2024 en medio de una gran represión fuera del Congreso y comprando votos adentro: extender el período de prueba, abaratar el despido, fomentar el cuentapropismo sin derechos y limitar la responsabilidad de las empresas frente a sus trabajadores.
La “Ley Bases” estableció la extensión del período de prueba a seis meses -con la posibilidad de llevarlo a un año en grandes empresas-, permitiendo despidos sin indemnización durante ese lapso. Creó además un Fondo de Cese Laboral, supuestamente “opcional”, pero que abre la puerta a reemplazar las indemnizaciones por un sistema financiero controlado por la Comisión Nacional de Valores.
El nuevo régimen de “trabajador independiente con colaboradores” permite a un autónomo contratar hasta tres personas sin relación de dependencia. En los hechos, se trata de una legalización del fraude laboral: relaciones asalariadas disfrazadas de monotributo, sin aportes jubilatorios plenos ni cobertura sindical. A esto se suma el blanqueo patronal con condonación de deudas y la reducción de la responsabilidad solidaria entre empresas contratistas. En conjunto, normas para reducir costos empresariales y eliminar la protección colectiva.
Además, con el decreto 549/2025, el gobierno modificó el sistema de riesgos del trabajo.
El nuevo esquema elimina evaluaciones médicas completas, introduce porcentajes fijos de incapacidad y suprime afecciones como lumbalgias o cervicalgias del listado de enfermedades laborales. En síntesis: menos indemnización, menos cobertura y más ganancias para las ART.
Un nuevo ataque a las conquistas obreras
Ahora Milei anuncia una segunda ola de “reformas”, según algunas versiones sobre la base de una “Ley de Promoción de Inversiones y Empleo” presentada por la diputada libertaria Romina Diez. La propia Diez y otros funcionarios reconocen que esta “nueva” ley reintroduce puntos del DNU 70/23 -declarados inconstitucionales- y busca imponerlos por vía parlamentaria.
- Pretenden “flexibilizar” o eliminar los convenios colectivos de trabajo, priorizando convenios por empresa o región sobre los nacionales; elimina el carácter de “piso” mínimo y apunta a la destrucción de la organización sindical
- Inventan los “salarios dinámicos”, por productividad. Eliminan los aumentos automáticos por inflación, rompiendo las negociaciones paritarias y permitiendo a las empresas pagar salarios menores a lo acordado por el gremio.
- Extienden la jornada laboral hasta “12 o 13 horas” diarias y arman un “banco de horas anuales” para evitar el pago de horas extras, legalizando la superexplotación.
- Permite a las empresas fraccionar las vacaciones y elimina la obligatoriedad de otorgarlas en verano.
- Eliminan las indemnizaciones por despido tal como las conocemos, estableciendo un “fondo de cese” administrado por fondos privados, habilitados a pagar en cuotas.
- Reducen la base salarial, estableciendo como “beneficios no remunerativos” la comida, la Internet, los útiles escolares, con lo que dejan de computar para los aportes y las indemnizaciones.
- Vuelve el pago de una parte del salario en ticket canasta o similares, como sucedió durante el menemismo en la década del ’90, y habilita el pago en otras monedas. El gobierno sueña con volver al pago en vales como se hacía en La Forestal a comienzos del siglo 20.
- Permiten reducir las cargas patronales a la Anses, las obras sociales y el PAMI afectando las jubilaciones y el sistema de salud.
Un país para pocos
El gobierno y sus voceros repiten el mismo verso: “atraer inversiones”, “crear empleo formal”, “reducir la litigiosidad”. Dicen que con estas medidas va a reducir el trabajo informal y va a crecer el sector de trabajadores registrados. Pero detrás del relato se esconde la destrucción sistemática del derecho laboral argentino, basado en principios de estabilidad, solidaridad y justicia social.
Milei dijo públicamente que con estas “reformas” van a aplicar lo acordado en el llamado “Consejo de Mayo”, en el que participaron gobernadores y legisladores aliados del oficialismo, y algunos dirigentes de la CGT. Se reunió con 20 gobernadores para avanzar en el apoyo a este engendro.
Esta “reforma laboral” es un compilado de lo peor de otras experiencias nefastas, como la Ley Banelco, las reformas menemistas y las hechas durante los gobiernos de de la Rúa y de Macri. No hay un solo artículo en el proyecto que sea a favor de los trabajadores.
Como hemos visto en nuestra historia, estas leyes sólo sirven para quitarles derechos a los que los tienen, sin darle derechos a los millones de trabajadores precarizados, tercerizados y en negro. Las propias cifras oficiales demuestran que estas leyes no han aumentado el empleo registrado, sino que lo que creció es el trabajo informal, el subempleo y los contratos precarios.
El gobierno, mientras repite que no hay plata para aumentos de salarios, jubilaciones o para aplicar la emergencia en discapacidad, la de salud o el financiamiento universitario, avanza en beneficiar a las clases dominantes, sacando obligaciones a las grandes patronales.
Con esta “reforma laboral” pretenden llevar a las y los trabajadores a las condiciones laborales de comienzos del siglo 20. Es parte del sueño de este gobierno, promovido por el FMI y las grandes potencias imperialistas que lo sostienen, de eliminar todos los derechos conquistados.
Deberían recordar Milei y sus mandantes que por aquellos años la clase obrera fue forjando sus organizaciones sindicales y, con grandes y prolongadas huelgas y puebladas fue conquistando derechos. Esas enseñanzas están vigentes hoy.
Tenemos que redoblar en las fábricas y todos los lugares de trabajo la pelea por la más amplia unidad, creando las condiciones para un paro nacional activo con movilización para luchar contra esta nefasta reforma laboral y toda la política de ajuste y entrega.
hoy N° 2084 05/11/2025
