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25 de febrero de 2015

Extracto del discurso de Mao Tsetung: “Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido” en la parte referida al subjetivismo (completa en el Cuadernos de difusión del marxismo-leninismo-maoísmo N° 42, Mao: “Contra el subjetivismo”).

La relación teoría-práctica

De la experiencia histórica del proletariado

En el mundo sólo existe una clase de teoría verdadera, la teoría extraída de la realidad objetiva y comprobada en ella; ninguna otra cosa merece el nombre de teoría en el sentido que damos a esta palabra. Stalin dijo que la teoría deja de tener objeto cuando no se halla vinculada a la práctica [En Los fundamentos del lenininismo, III]. Una teoría que no tiene objeto es inservible y errónea, y debe ser descartada. Hay que avergonzar a los aficionados a propagar tales teorías. El marxismo-leninismo es la verdad más correcta, científica y revolucionaria, nacida de la realidad objetiva y comprobada en ella, pero muchos de quienes lo estudian lo toman como un dogma sin vida, impidiendo así el desarrollo de la teoría, perjudicándose a sí mismos y causando daño también a otros camaradas.
Por otro lado, aquellos camaradas dedicados al trabajo práctico también tendrán tropiezos si hacen mal uso de su experiencia. Es verdad que ellos tienen a menudo mucha experiencia, lo que es bien digno de aprecio, pero sería muy peligroso que se contentaran con su experiencia. Deben comprender que sus conocimientos son principalmente sensoriales y parciales, y que les faltan conocimientos racionales y generales; en otras palabras, les falta teoría y sus conocimientos son también relativamente incompletos. La labor revolucionaria no puede realizarse bien sin conocimientos relativamente completos.
Así pues, hay dos clases de conocimientos incompletos: aquellos que se encuentran ya elaborados en los libros y aquellos que son principalmente sensoriales y parciales; unos y otros son unilaterales. Sólo su combinación puede producir conocimientos válidos y relativamente completos.
Sin embargo, para estudiar la teoría, nuestros cuadros con un pasado obrero o campesino deben primero adquirir una instrucción elemental. Sin ella, no podrán aprender la teoría marxista-leninista. Adquirida esa instrucción, podrán estudiarla en cualquier momento. De niño, nunca tuve la oportunidad de ingresar en una escuela marxista-leninista. Sólo me enseñaban cosas como ésta: “El Maestro dijo: ‘¡Qué agradable es aprender y repasar constantemente lo aprendido!’” [Primeras palabras de las Analectas de Confucio]. No obstante ser anticuado el contenido de ese género de enseñanza, de ella saqué algo bueno, pues aprendí a leer.
Ahora ya no estudiamos los clásicos confucianos, sino materias nuevas, como chino moderno, historia, geografía y ciencias naturales, que una vez dominadas, nos serán útiles en todas partes. El Comité Central de nuestro Partido exige ahora especialmente que nuestros cuadros con un pasado obrero o campesino adquieran una instrucción elemental, pues así podrán luego aprender cualquier materia: política, ciencia militar o economía. Si no, por muy rica que sea su experiencia, nunca serán capaces de estudiar la teoría.
De ahí se desprende que, para luchar contra el subjetivismo, debemos ayudar a los dos tipos de personas antes mencionadas a desarrollar el aspecto en que son deficientes y a integrarse un tipo con el otro. Los que tienen conocimientos librescos deben desarrollarse en el aspecto práctico; ésta es la única manera de no quedarse estancados en los libros ni caer en el error de dogmatismo. Los que tienen experiencia en el trabajo práctico deben estudiar la teoría y leer a conciencia; sólo así podrán sistematizar y sintetizar sus experiencias para elevarlas al nivel de la teoría, y evitarán tomar sus experiencias parciales por verdades universales, así como caer en el error de empirismo. Tanto el dogmatismo como el empirismo son subjetivismo, aunque parten de dos polos opuestos.