En 1911 estalló la revolución contra el emperador y el imperialismo. El 4 de mayo de 1919 manifestaciones de estudiantes e intelectuales en Pekín iniciaron una nueva fase de la revolución democrático-burguesa en China.
En 1911 estalló la revolución contra el emperador y el imperialismo. El 4 de mayo de 1919 manifestaciones de estudiantes e intelectuales en Pekín iniciaron una nueva fase de la revolución democrático-burguesa en China.
En 1921 se realizó el Congreso de fundación del Partido Comunista de China en la ciudad de Shanghai. Fue detectado por la policía y tuvo que continuar en una de esas barcas que se usaban entonces en China como vivienda. Mao fue delegado por Junán y fue electo miembro del Comité Central. Participaron 21 delegados, representando a 52 o 57 afiliados.
De ahí en más siguieron 28 años en los que el Partido Comunista de China se convirtió en la dirección del proletariado y las amplias masas campesinas, y llevó la revolución a la victoria.
Etapas de la revolución china
Este proceso revolucionario pasó por distintas etapas como ha analizado el propio Mao en varios escritos. Hubo un primer momento de cooperación –a partir de 1924- con el Kuomintang (KMT), bloque de obreros, campesinos y burguesía nacional fundado por Sun Yatsen, que duró hasta 1927, cuando Chiang Kai-shek –ya por entonces máximo dirigente del Kuomintang– rompió el frente único y se dio a una feroz represión a los comunistas. En 1934, para escapar de las campañas de “cerco y aniquilamiento” y enfrentando la errónea línea de la dirección del PCCh de oponer resistencia en las bases de apoyo, Mao impulsa la Larga Marcha.
Dice Otto Vargas en Perfil de Mao Tsetung: “En la Larga Marcha el Ejército Rojo recorrió 12.500 kilómetros, atravesó dieciocho cadenas de montañas, once provincias, derrotó a un millón de hombres, combatió todos los días, sufrió hambre y todo tipo de dificultades.
“Fue una de las más grandes empresas militares de la historia, al lado de la cual incluso la de Aníbal empalidece. En esa Larga Marcha, en 1935, en la reunión de Tsunyi, triunfó finalmente la línea de Mao de la guerra de guerrillas, de la guerra del campo a la ciudad, de crear las bases rojas de apoyo y se derrotó la vieja dirección oportunista de ‘izquierda’ y de derecha”.
Luego vino el período del Frente Único Antijaponés. Japón había invadido China a partir de 1931, y en 1937 se establece un nuevo acuerdo entre el PCCh y el Kuomintang, en el que el PCCh tuvo que hacer grandes concesiones. En todo este período, incluso desatada la Segunda Guerra mundial, prosiguieron los enfrentamientos entre el KMT y el Ejército Rojo, ya transformado en Ejército Popular de Liberación. Ya por ese entonces, el PCCh dirigía vastas zonas donde vivían millones de personas. A partir del fin de la Segunda Guerra mundial, se abre un nuevo período, donde el Partido Comunista avanzó en la guerra de liberación, combatiendo a las tropas del KMT apoyadas por las potencias imperialistas, particularmente por los yanquis, derrotándolas en todo el territorio.
Como plantea el Programa del PCR: “El Partido Comunista de China encabezado por Mao Tsetung dirigió la revolución de nueva democracia que liberó del yugo imperialista y semifeudal e instauró luego la dictadura del proletariado en el país más poblado de la tierra. Asegurando pan, trabajo, tierra, vestido, techo, salud y educación para todos.
Es la gran experiencia de una revolución dirigida por el proletariado que tuvo a los campesinos (principalmente los pobres) como los grandes protagonistas. Estos fueron los que engrosaron el PCCh, fueron la base del Frente Unico Revolucionario y la masa principal de combatientes del Ejército Popular de Liberación.
La lucha armada se prolongó por más de dos décadas en la que se desarrolló el Ejército Popular y el Frente Unico Revolucionario que, dirigidos por el PCCh, condujeron al pueblo chino al triunfo de la revolución, instalando la República Popular el 1° de Octubre de 1949.
Después de la Revolución Rusa de 1917, la victoria de la Revolución China es el acontecimiento más importante en la historia del movimiento revolucionario del proletariado internacional. Mao Tsetung desarrolló el marxismo-leninismo en todos los planos: en la teoría revolucionaria, en la teoría de la guerra, en la teoría económica y en la filosofía.
Sistematizando la experiencia de la revolución china enriqueció el marxismo-leninismo con su aporte sobre la revolución en los países coloniales, semicoloniales y dependientes.
En la lucha por avanzar hacia una sociedad sin explotadores ni explotados, Mao Tsetung formuló la teoría de la continuación de la revolución en las condiciones de la dictadura del proletariado e impulsó la Revolución Cultural Proletaria [entre 1966 y 1976] para impedir la restauración burguesa. Este es su principal aporte al desarrollo de la teoría marxista-leninista”.
A poco de morir Mao, en 1978, se produce la restauración capitalista en China. Los contrarrevolucionarios tomaron el poder, y la nueva burguesía utilizó el desarrollo productivo, tecnológico y científico logrado durante el socialismo para transformar a China en una de las principales potencias imperialistas.
De un texto de Mao Tsetung
Nuestras tres “armas mágicas”
Extractos de Con motivo de la aparición de “El Comunista”,
4 de octubre de 1939.
“…La revolución democrático-burguesa de China tiene dos características fundamentales: 1) el proletariado o bien establece un frente único nacional revolucionario con la burguesía, o lo rompe cuando se ve obligado a ello, y 2) la lucha armada es la forma principal de la revolución.
No consideramos aquí como característica fundamental la relación del Partido con el campesinado y su relación con la pequeña burguesía urbana, pues, primero, estas relaciones son en principio las mismas que tienen todos los partidos comunistas del mundo, y segundo, en China, cuando hablamos de la lucha armada, nos referimos en el fondo a la guerra campesina, y la estrecha relación del Partido con la guerra campesina y su relación con el campesinado son una y la misma cosa.
Debido a estas dos características fundamentales, y precisamente a ellas, la construcción de nuestro Partido y su bolchevización se efectúan en circunstancias particulares. Los fracasos o triunfos del Partido, sus retrocesos o avances, su reducción o ampliación, su desarrollo y consolidación, están todos necesariamente ligados a la relación del Partido con la burguesía y a su relación con la lucha armada. Cuando nuestro Partido adopta una línea política correcta respecto al establecimiento del frente único con la burguesía, o a la ruptura de dicho frente al verse obligado a ella, da un paso adelante en su desarrollo, consolidación y bolchevización; en cambio, da un paso atrás en estos mismos aspectos si adopta una línea incorrecta en su relación con la burguesía. Del mismo modo, nuestro Partido avanza en su desarrollo, consolidación y bolchevización cuando trata en forma correcta la cuestión de la lucha armada revolucionaria; en cambio, si la trata en forma incorrecta, da un paso atrás. Así, durante estos dieciocho años, la construcción del Partido y su bolchevización han estado estrechamente ligadas a su línea política, a su manera acertada o incorrecta de tratar las cuestiones del frente único y de la lucha armada. Esta conclusión queda palmariamente confirmada por los dieciocho años de historia del Partido. Y viceversa: cuanto más se bolcheviza el Partido, más capacitado está para elaborar correctamente su línea política y resolver de manera acertada las cuestiones del frente único y de la lucha armada. También esta conclusión queda corroborada por los dieciocho años de historia del Partido.
Por consiguiente, el frente único, la lucha armada y la construcción del Partido constituyen las tres cuestiones fundamentales que enfrenta nuestro Partido en la revolución china. Comprender correctamente estas tres cuestiones y su interconexión equivale a dirigir de manera acertada toda la revolución china. Gracias a la rica experiencia acumulada en los dieciocho años de existencia de nuestro Partido, profunda y rica experiencia de fracasos y triunfos, de retrocesos y avances, de reducción y desarrollo, estamos ya en condiciones de sacar conclusiones justas en cuanto a las tres cuestiones. Esto significa que ya estamos en condiciones de resolverlas correctamente. Quiere decir también que la experiencia de estos dieciocho años nos ha permitido comprender que el frente único, la lucha armada y la construcción del Partido son nuestras tres “armas mágicas”, las tres principales armas del Partido Comunista de China para vencer al enemigo en la revolución. Este es un gran éxito del Partido Comunista de China y también de nuestra revolución.