–¿Por qué se habla tanto de un colapso sanitario?
–Estamos frente a una situación de colapso sanitario y este año se notó mucho con los episodios de bronquiolitis que desnudó las falencias del sistema de salud y específicamente a través del conjunto de los trabajadores (enfermeras, médicos, auxiliares, mantenimiento, maestranza), quienes nos venimos organizando como autoconvocados a partir de una necesidad de lucha por aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo, y esto va unido a la problemática de los pacientes que requieren un sistema de salud más justo.
En este camino intentamos que las organizaciones que representan a los trabajadores de la salud tomen estos reclamos en sus manos, pero el Sindicato de Municipales terminó traicionando la lucha y la Asociación de Profesionales tuvo una actitud muy tímida y no respondió a nuestras expectativas. Por eso terminamos organizándonos como trabajadores autoconvocados.
Ya como autoconvocados hemos formado lazos con otras organizaciones similares en distintos lugares de la Argentina y también en el conurbano, otras zonas de la provincia y Capital Federal, como el Hospital Francés, el Hospital Fiorito de Avellaneda, la Sala de Salud Raúl Salvarredy de Lanús, el Hospital Británico y otros; así formamos una Coordinadora con la que hemos preparado un plan de lucha y otras medidas en común con un programa mínimo de reivindicaciones.
–¿Qué opinión tenés de las medidas que está tomando en nuestro distrito el gobierno nacional, ante esta situación que evidentemente reconoce como colapsada?
–Para nosotros el gobierno nacional —y también el provincial y municipal— no ha hecho nada para mejorar los problemas graves de la salud en La Matanza; el ejemplo lo tenemos en la bronquiolitis, que no debería ser problema porque se puede curar, y sin embargo ha afectado a muchos chicos en nuestro distrito. La propaganda del gobierno es “vaya a la sala que lo van a atender”… y sólo por mencionar un ejemplo, en el Hospital de Niños de San Justo, que también es parte de autoconvocados, estaba abarrotado, al grado de que había niños internados con sus madres en pasillos porque no había salas para atenderlos, un lugar claramente indigno al no haber camas de internación. Esto sucede en nuestro distrito y, en mayor o menor medida, en todo el país. Por eso decimos que los números ayudan a desnudar los dobles discursos. Hay dos verdades que por más que el gobierno mienta no puede ocultar: el número de médicos y enfermeras que necesita la población y el número de camas hospitalarias necesarias. En La Matanza la cuenta da aproximadamente 10 veces menos que los recursos humanos requeridos.
No lo decimos nosotros, lo dice la Organización Mundial de la Salud: debe haber un médico y una enfermera para alrededor de 500 habitantes, y aquí hay un médico para 5.000 habitantes y una enfermera cada 10.000; si tiene que haber una cama de internación cada 200 habitantes, en La Matanza hay una para 10.000 habitantes; y estas son cifras oficiales. Como “La Matanza avanza”, en el plan de mejoras han asfaltado 11 cuadras de acceso a los centros sanitarios; ésta es una cifra irrisoria para los 2 millones de matanceros. Más ridículo todavía es que de esas 11 cuadras asfaltadas algunas corresponden a salas vacías, ya que no hay nombramiento de personal; no es que estemos en desacuerdo con estas mejoras, pero es necesario que también nombren personal para que funcione el servicio, son los pacientes los que viven estos problemas todos los días. Los índices nos dicen que hay más desnutrición, más morbilidad y mortalidad infantil, y esto no se puede ocultar.
–¿Cómo encaminan la lucha los Autoconvocados de la salud?
–Para nosotros fue fundamental haber formado Autoconvocados, porque ha logrado, primero, poder luchar por aumento salarial y condiciones dignas de trabajo frente a la deserción de nuestras organizaciones gremiales; segundo, instalar el problema de la salud en la sociedad; y en tercer lugar —y esto quizás sea lo más importante—, que se ha comenzado a recuperar los cuerpos de delegados en los centros de salud como ocurrió en el Hospital Equiza de González Catán, donde la lista presentada por Autoconvocados le ganó a la oficial del Sindicato de Municipales. Esto es una llama encendida que va ayudar a encauzar la lucha que se viene antes y después de las elecciones de octubre.
–¿Van a participar en el próximo Encuentro Nacional de Medicina Social y Salud para la Lucha que se realizará el 20 de octubre en La Plata?
–Como equipo de salud de la ex Escuela 91, estamos luchando por instalar una sala para el conjunto del barrio que consiste en que la Municipalidad invierta en personal y medicamentos, y además construya la sala; vamos a participar en un taller, llevando esta inquietud como autoconvocados. Estos encuentros siempre nos han enriquecido por eso vamos a participar activamente.
