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11 de mayo de 2016

Los trabajadores de la salud de la provincia de Buenos Aires nucleados en la Cicop protagonizaron la semana pasada un contundente paro de 72 horas, reclamando aumento salarial y mayor presupuesto para la salud pública. Junto a los estatales lograron que se reabra la paritaria.

La salud no puede esperar

Provincia de Buenos Aires

 

 
Con una masiva movilización, instalaron un “Hospital de campaña por el derecho a la salud” durante tres días, frente al Congreso de la nación. Este hospital tuvo amplia repercusión en los medios, y concitó la solidaridad de muchísimos sectores gremiales, así como la adhesión de los porteños que se acercaban a la carpa. En la convocatoria, que culminó el jueves 5, la Cicop afirmó: El vergonzoso presupuesto para la salud pública, la oferta salarial del 17%, sumado a las condiciones inhumanas en la que los trabajadores de la salud estamos trabajando, nos obliga a profundizar nuestras medidas de lucha. Como dicen los pacientes “la salud no puede esperar”.
 
Hay una profunda crisis sanitaria
En el cierre del acampe, conversamos con Pablo Maciel, médico de la Cicop de la provincia de Buenos Aires e integrante de la Corriente Salvador Mazza, quien nos decía: 
“Lo denominamos Hospital de campaña, en el marco de un paro de 72 horas, y esto fue discutido en el último congreso de la Cicop. Ya llevamos seis semanas de medidas de fuerza. Hemos decidido instalar esta carpa y contamos por suerte con un apoyo muy grande de las asambleas de los hospitales y una gran participación de los trabajadores de la provincia de Buenos Aires.
“Nuestra lucha, junto a la de los judiciales de la provincia de Buenos Aires y ATE, sobre todo los trabajadores del Astillero Río Santiago, nos ha permitido reabrir la paritaria general de los estatales de la provincia de Buenos Aires. Así que es un triunfo muy importante, no sólo para el sector Salud sino para todos los trabajadores de la provincia. 
 
—¿Qué otros problemas enfrentan los trabajadores de la Salud de la provincia de Buenos Aires?
—El otro triunfo que hemos obtenido con esta medida es que además de plantear a fondo la discusión salarial, las condiciones de trabajo y los derechos laborales, hemos puesto en primer plano la profunda crisis sanitaria que hoy atraviesa el sistema público de la provincia. Crisis que ha dejado el gobierno anterior, pero a la que el gobierno actual no ha dado ninguna respuesta para solucionar los problemas edilicios ni estructurales de los hospitales y centros de salud, ni la crisis en relación a los recursos humanos y los insumos que hoy es dramática, porque casi la mitad de los bonaerenses dependen del sistema público. A eso hay que sumarle los miles y miles que han perdido el puesto de trabajo y la cobertura social, que hoy dependen del sistema público que se encuentra colapsado. Pero hemos puesto de relieve la crisis sanitaria y eso nos permite discutir desde otro lugar. 
 
—La gobernadora dijo que ustedes representan sólo el 20%, que con el 80% está arreglado, lo cual parece contradictorio con la masividad de la medida…
—Totalmente, es una medida muy masiva. El paro ha tenido un acatamiento importantísimo en los hospitales, a pesar de llevar diez semanas de paro. Lo que dice la gobernadora también lo dijo la ministra, que han cerrado con el 80%, eso no es así; hay un fallo firme, instancia que obliga al gobierno de María Eugenia Vidal a reabrir la paritaria. Por lo tanto, esto es muy representativo. 
 
—Desde la Cicop ¿con qué planteo van a la paritaria?
—Vamos a ir con el planteo resuelto de las asambleas de base, que es un 40% de aumento. Tenemos un salario inicial de 11.900 pesos, la canasta familiar sabemos que por lo menos está en 23 mil pesos. Además, un presupuesto de emergencia para hacerle frente a los problemas estructurales y de insumos de los hospitales de la provincia.
 
—¿Cómo son sus condiciones de trabajo, en ese contexto?
—Las condiciones son muy difíciles: por las largas jornadas laborales pero sobre todo porque no contamos con los insumos y las herramientas para poderle dar respuesta adecuada a los problemas de salud en nuestros pacientes. En lo cotidiano nos encontramos diciéndole a la gente en el consultorio que no tenemos elementos para resolver su problema, que no hay medicación en la farmacia. Las drogas oncológicas no llegan a tiempo, la situación es dramática. Por eso, gran parte de nuestros pacientes y de la sociedad se hace eco de este reclamo y se suma, lo cual es muy importante para nosotros.
 
—¿Por qué pensás que ha sido tan masiva esta lucha?
—Porque la salud pública es muy sentida en nuestro pueblo. Ha sido en la historia de nuestro país uno de los bastiones de fortaleza, tanto la salud pública como el derecho a la salud; derecho que han ido cercenando los distintos gobiernos de turno, pero la gente tiene memoria y hay grandes reservas democráticas en nuestro pueblo que hace que abracen a los hospitales, a los centros de salud, que es la última trinchera de un derecho tan básico como es el derecho a la vida y el derecho a la salud. Y eso es lo que estamos poniendo en discusión.