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23 de agosto de 2019

La seguridad del Coto mata

Custodios de Coto asesinaron a golpes a un jubilado que se llevaba mercadería sin pagar: un queso, un chocolate y una botella de aceite.

El viernes 16 de agosto Vicente Ferrer, de 68 años, fue al supermercado de su barrio ubicado en Brasil al 500 en la de la Ciudad de Buenos Aires, cargó unas pocas cosas y se dirigió hacia la salida pasando por alto la caja. Dos empleados de seguridad lo interceptaron y lograron recuperar los tres artículos que se llevaba, pero además le arrancaron la vida a golpes en la vereda.

Varios días después se conoció la noticia y ayer por la noche frente a las puertas del Coto, que debió cerrar el acceso al público más temprano que de costumbre, ardían velas que se iban sumando porque los vecinos consternados se autoconvocaron para pedir justicia, denunciar y repudiar la violenta muerte que le propiciaron a este jubilado.

La bronca del barrio hablaba de tiempos de policía violenta, de gente con hambre, de políticas nacionales que avalan la mano dura, de medidas de ajuste que le quitan el pan de la boca a los chicos y a los jubilados, de pibes muertos por gatillo fácil.

Todavía no es claro si Vicente quiso robar, si fue un descuido o si sufría demencia senil, lo que es claro es que sin duda su vida no valía un queso, un chocolate y una botella de aceite. Los dos empleados de seguridad se encuentran detenidos, pero las denuncias de los vecinos apuntan también a la responsabilidad del empresario Alfredo Coto, a la impunidad con que se maneja la patronal frente a la vida e integridad ajena.

El caso es investigado por el juzgado Criminal y Correccional 33 a cargo de Darío Osvaldo Bonanno. Los dos custodios quedaron presos, acusados por el delito de homicidio.