En las reuniones de productores que hubo esta semana en Junín, Casilda, Villaguay, General Pico, Villa María y Río Cuarto se coincidió en la necesidad de endurecer los reclamos gremiales, en caso de no tener respuesta.
En las reuniones de productores que hubo esta semana en Junín, Casilda, Villaguay, General Pico, Villa María y Río Cuarto se coincidió en la necesidad de endurecer los reclamos gremiales, en caso de no tener respuesta.
Debe asignarse ya mismo una ayuda extraordinaria para los pequeños y medianos productores afectados por la sequía, que son los principales damnificados. En la misma línea, reafirmaron ante el gobierno nacional, el reclamo de políticas públicas diferenciadas, entre ellas, la segmentación de las retenciones, eliminándolas para los pequeños productores de hasta 300 toneladas. No se puede cobrar lo mismo a los chacareros que a los pooles de siembra.
La sequía no ha hecho más que agravar una situación que para los pequeños y medianos productores, ya era mala. En nuestros pueblos, uno de cada tres productores estaban endeudados, antes de iniciar la campaña, porque no habían podido vender el trigo y por la suba de costos que venimos teniendo. En este marco, la falta de lluvias no afecta a todos por igual; los más grandes tienen espalda para hacer frente a una baja de rindes, pero los pequeños y medianos se están debatiendo cómo llegar a la próxima campaña.
Así como en el período 2010-2011 el campo aportó 8.000 millones de dólares al fisco, hoy se piden 2.000 millones para asistir a estos productores. Esto es un paliativo ante la sequía. Lo que se necesita a mediano plazo son políticas estructurales que avancen en una verdadera democratización en el uso y tenencia de la tierra. De no haber medidas concretas se endurecerán las acciones gremiales a tomar.