Si bien se puede decir que los jubilados vienen siendo postergados por todos los gobiernos, en estos cuatro años metieron una reforma previsional que achicó una parte de nuestros salarios. Además, hubo ajustes en el PAMI que implicaron, por ejemplo, que el bolsón alimentario que da PAMI a los sectores más necesitados, recién ahora lo aumentaron a $500 y estuvo hasta hace poco en $250, una vergüenza.
En todas las órbitas la situación se agravó. En diciembre, con el último aumento, un jubilado de la mínima va a cobrar $14.068, que quedan en $13.500 de bolsillo, aunque casi siempre es menos porque la mayoría tiene pedido créditos.
La canasta de indigencia en noviembre es de alrededor de $14 mil. Por lo tanto, un haber mínimo de un jubilado en la Argentina equivale a una canasta alimentaria básica. Pero en el caso de los jubilados hay que agregar el valor de los remedios y cuidados médicos que necesitan todos los mayores más allá de que anden mejor o peor de salud, por lo que nosotros estimamos que la canasta real de un jubilado está por encima de la canasta básica total, que fija el índice de pobreza y ronda los $35 mil. Por eso la necesidad inmediata es un aumento de emergencia en los haberes jubilatorios y pensiones.
El otro punto central es que el PAMI vuelva a ser un servicio y una obra social que resuelva los problemas médicos y de medicamentos de los jubilados.
La situación con este gobierno se agravó. Porque si hubo un ajuste en general en las condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo, ese ajuste ha sido mayor en los jubilados. Casi cuatro millones de jubilados cobran el haber mínimo. Con los pensionados, suman el 60% del total de jubilados que son casi ocho millones de personas. Hay otro porcentaje importante de jubilados que cobra un poco más que la mínima, pero menos de $15.991. Esto es lo que cobra la absoluta mayoría de trabajadores jubilados de la industria. Y hay sólo un pequeño sector, cada vez menor, que cobra buenas jubilaciones.
Otra cuestión es que volvemos a estar en una situación similar a la que se dio en el 2001, con relación al aumento de la desocupación. Nosotros en ese momento planteamos que había que darle una salida previsional a las miles de personas que habían quedado desocupadas, y que por la edad, aunque hubiera reactivación, no iban a volver al mercado de trabajo. En ese momento, con la lucha conquistamos una moratoria que posibilitó que alrededor de 2 millones de personas se pudieran jubilar. Hoy estamos en una situación parecida. Supongamos, y ojalá sea así, que haya un poco más de trabajo. Sabemos que los mayores de 50 años no van a volver a trabajar.
Por eso decimos que es necesaria una salida previsional para todo ese sector de adultos que han quedado desocupados estos años.
El gobierno de Macri, para no seguir jubilando, sacó una “pensión a la vejez”, con la que se cobra un 80% del haber jubilatorio mínimo, $12 mil. Pero aumentó la edad para percibir esta pensión y la fijó a partir de los 70 años.
Por eso decimos que en lo inmediato hay que pelear por un aumento de emergencia de $3.000 o $4.000, para que el salario mínimo de un jubilado no esté bajo la línea de indigencia. Y que el PAMI, como decimos siempre, sea dirigido por los jubilados y por los trabajadores, que son los que aportan. Porque todos estos años la obra social de los jubilados se mantuvo intervenida, y sus autoridades las pone el gobierno.
Otra cuestión urgente para el sector de los jubilados es que se vuelvan a entregar medicamentos gratuitos, como se hacía antes. Antes de este gobierno el PAMI autorizaba cinco medicamentos gratuitos. El gobierno de Macri lo bajó a tres por jubilado, y no sólo eso, te manda un trabajador social a verificar si lo necesitás realmente.
El gobierno de Macri lanzó la “reparación histórica” para los jubilados, lo que fue sólo para una pequeña parte, y fue para que los jubilados dejaran de hacer juicios por las diferencias de sus haberes. En estos juicios hay muchos con sentencia y no se pagan, por eso te ofrecen pagarte menos y en cuotas. Por supuesto una parte, por la desesperación, aceptó.
En la Argentina tenés hoy una importante parte de la economía en negro, es decir que no aporta a la Anses. Si entre el 40 y el 50% está en negro y no pone dinero al sistema previsional, es seguro que va a haber problemas. Además, este gobierno se robó miles de millones de dólares del Fondo de Garantía Sustentable de la Anses. Lo principal es recuperar el trabajo en blanco, para que todos aporten a sus obras sociales y al sistema previsional. Esto es lo de fondo para que el sistema sea sustentable. Porque más tarde o más temprano, todos van a terminar ahí.
Muchos se llenan la boca hablando de los jubilados y los mayores, pero no hacen nada. Sabemos por diputados amigos que más de una vez se han presentado proyectos de aumento de emergencia, pero no les dan bolilla.
La situación de los jubilados es crítica. Además de los jubilados nacionales están los que cobran por las cajas de las provincias. Estamos hablando que una cuarta parte de la población argentina es jubilada.
Hoy N° 1794 04/12/2019
