La necedad y sordera del gobierno nacional ante la situación crítica de todas las economías regionales desde hace varios años y a pesar de los cambios de funcionarios, ahora con Cheppi ex director nacional del INTA, no han variado en cuanto a la ausencia de políticas de fondo ni medidas coyunturales serias que apunten a un cambio: ni para redistribuir mejor la riqueza y la tierra, ni para garantizar en la mesa de los argentinos los alimentos básicos a precios accesibles.
Además, con sus medidas a cuentagotas y superficiales (subsidios en dosis homeopáticas, pequeños créditos sin tiempos suficientes de gracia, falta de un plan ganadero integral para recuperar el stock ganadero de leche y carne, etc.), demuestran que el principal impulsor de la sojización es el gobierno, porque mantiene la situación hacia adentro del país tal como la impone el mercado y la demanda internacional, principalmente centrado en la exportación de soja.
En el caso de Entre Ríos, sumado a la inercia del gobierno provincial de Uribarri que se cansó de anunciar medidas que llegarían desde el gobierno kichnerista, en el peor año que se recuerde para esta provincia, probablemente la más afectada en todo el país por la sequía, que produjo: la pérdida total de la cosecha de maíz, la pérdida de un 60% de la soja, de gran parte del girasol, casi total de pasturas y miles de animales muertos (unos 500.000 en todo el país), de 16.800 pequeños y medianos ganaderos que tienen menos de 200 vacas –muchos en proceso de liquidación además por la falta de precios rentables–, pérdida del total del algodón, que por añadidura arruinó la apicultura. Nadie entiende entonces cómo el gobernador pudo decir el domingo 15/2 en la inauguración de las sesiones legislativas: “que la capacidad productiva de la provincia estaba intacta”.
Por otra parte, en este marco no vienen cayendo bien en los productores los mensajes confusos de dirigentes de la Mesa de Enlace, encabezados por la Sociedad Rural que con afán electoralista, impulsan más la participación de los dirigentes gremiales en listas electorales que en que éstos se pongan a la cabeza de los reclamos urgentes para paliar la sequía o inversiones en pasturas o recomposición del rodeo, que son insuficientes y afecta principalmente a los pequeños y medianos. Posturas acompañadas por actitudes divisionistas y macartistas en algunos casos, que son vistas por las bases como actitudes especulativas de corto vuelo.
Depende del contexto en que se inscriba esta nueva entrevista con el gobierno, que pueda servir para mejorar algo o confirmar en ellos que las próximas medidas de lucha por imperio de la crisis terminal que atraviesan muchos sectores deberá ser muy dura y clara en cuanto al programa a levantar. En un año electoral lo principal es no abandonar el camino de lucha y levantar bien alto junto las medidas de fondo necesarias para salvar a la mayoría de los pequeños y medianos productores, las reivindicaciones por un verdadero federalismo, para disponer en la provincia con los medios necesarios y sacarle el manejo de los fondos federales a la chequera del unicato kichnerista, como se planteó en el primer acto federal del conflicto agrario el 2 de Abril de 2008 en Gualeguaychú.
02 de octubre de 2010