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03 de febrero de 2021

Argentina, un país ocupado

La soberanía en los sistemas marítimos y fluviales

Reproducimos extractos de una nota de Eduardo Mariano Lualdi, director/editor de Cuadernos para el encuentro en una nueva huella argentina, publicada en palsur.com.ar.

Recientemente, el Poder Ejecutivo nacional dictó el Decreto Nº 949/2020 sobre asuntos vinculados a obras para la Hidrovía. A ese Decreto le sucedió una Resolución del Ministerio de Transporte a cargo de Mario Meoni, que ratifica en sus considerandos el control estratégico de nuestras vías navegables de parte de las potencias imperialistas.

La publicación de dicho Decreto provocó una airada reacción y encendido debate en diversos sectores incluso del propio oficialismo, sobre aspectos de la soberanía en nuestros sistemas fluviales y marítimos. El mencionado Decreto constituye una nueva vuelta de tuerca en sentido contrario al interés nacional.

 

Una grave situación

Los sistemas marítimos y fluviales de la Argentina revisten una importancia estratégica.

La ocupación militar británica de los espacios marítimos en el Atlántico Sudoccidental y el control de parte de varias potencias imperialistas del Río de la Plata y el Río Paraná a través de la Hidrovía (principal salida de la producción agropecuaria argentina y el 60% de la soja que se consume a nivel mundial), revelan una grave situación en cuanto al ejercicio efectivo de la soberanía nacional sobre amplios territorios.

El dominio militar británico de Malvinas garantiza el control del paso Atlántico Sur – Pacífico Sur, la proyección antártica y el control de la porción sur del continente suramericano. El conglomerado militar británico de Malvinas-Santa Elena-Tristán Da Cunha es parte del sistema militar imperialista integrado por EEUU y potencias europeas nucleadas en la OTAN. Hasta ahora, y a pesar del Brexit, en la esfera militar occidental no se han registrado cambios significativos; es una cuestión pendiente entre estas potencias. Habrá que ver qué cambios en la relación militar con las demás potencias militares occidentales resulta del triunfo del sector de Joe Biden sobre Donald Trump.

 

El control de los ríos interiores

El Río de la Plata resulta estratégico debido a que es el punto de salida de una extensa cuenca fluvial, la quinta del mundo, que se interna hasta el corazón de América del Sur, desde cerca de las zonas mineras del Potosí en la actual Bolivia, pasando por el Paraguay, el Mato Grosso y llegando hasta São Paulo.

El control sobre el estuario del Río de la Plata y los ríos interiores de nuestra nación, es un viejo objetivo geoestratégico del colonialismo inglés. El control militar del Atlántico Sudoccidental a partir de Malvinas (Base militar de Mount Pleasant) le permite al Reino Unido proyectar su poder sobre nuestro sistema fluvial. El control del estuario del Río de la Plata y nuestros ríos interiores facilita al Reino Unido y otras potencias, profundizar su dominio estratégico sobre Suramérica.

La Hidrovía, a través de distintos mecanismos, está en manos de monopolios de EEUU, China, Bélgica, Holanda, Inglaterra, etc. Estos son: Cargill, Bunge, ADM Toepfer (EEUU), Dreyffus (Francia), Cofco y Nidera (China), Glencore (Anglosuiza pero asociada a capitales de origen nacional como Vicentin); AGD (nacional del grupo Urquía asociada a Bunge); Molinos Río de la Plata, entre otras. Bélgica y Holanda en cuanto a las obras de mantenimiento y otras. Salvo los monopolios pertenecientes a China, todos los demás pertenecen a países de la OTAN.

Cuando el presidente Fernández propuso la expropiación de Vicentin, se desató una campaña feroz contra esa posibilidad. Quedó claro que se trataba de un “nervio” del control de las exportaciones agropecuarias pero también de un “nervio” del control estratégico de nuestros sistemas fluviales. Un “nervio” de nuestra dependencia.

 

Un país dividido

El control de nuestro sistema fluvial, está en manos de las distintas potencias imperialistas antes mencionadas a través de la Hidrovía, el comercio exterior y otros mecanismos poco públicos y conocidos.

En la extranjerización de nuestra soberanía continental, se debe sumar la Base Militar China instalada en Neuquén y la proyectada al servicio de la Federación de Rusia, de acuerdo a lo publicado en el Boletín oficial como “Protocolo entre el gobierno de la República Argentina y la Federación de Rusia sobre cooperación en el campo de la exploración y utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos”.

Esta situación demuestra por sí misma la justeza de las tres consignas que orientan el trabajo del Foro Patriótico y Popular para el encuentro en una nueva huella argentina: Reconquistar el patrimonio nacional. Establecer la soberanía popular. Garantizar la independencia argentina.

Hoy N° 1850 03/02/2021