Esta consigna y la de La tierra no debe ser un bien de renta, sino de producción formaron parte de los estandartes simbólicos del primer peronismo, y estaban en la propaganda electoral del Partido Laborista hacia las elecciones de febrero de 1946, que consagraron al general Perón como presidente de la Argentina.
En realidad esta política comenzó a implementarse desde el año 1943 con el Estatuto del Peón Rural y luego, ya con el peronismo en el gobierno, se congelaron y prorrogaron los arrendamientos rurales, se democratizaron los instrumentos de intervención y regulación estatal en la comercialización de los productos agrarios como las Juntas Nacionales de Granos y de Carnes, a lo que se agregó la nacionalización de algunos frigoríficos y el manejo del comercio exterior por intermedio del IAPI.
Todo esto fue acompañado por políticas de colonización rural, que incluyeron algunas expropiaciones de Estancias, la creación de nuevas escuelas rurales, el aumento del impuesto a la Herencia y el fomento de las cooperativas de producción y consumo agrario. Con la nacionalización de los depósitos bancarios se incrementó el crédito rural a los campesinos pobres y medios.
Además, en la provincia de Buenos Aires existió un impuesto al Latifundio. Aquí, para 1950 existían 374 cooperativas agrarias de producción y consumo, con 238.000 socios. Antes de la expropiación de la Estancia Santa Narcisa en General Belgrano, se constituyó la Cooperativa Agropecuaria, el día 28 de enero de 1950, con sede en el palacio Municipal, presidida por Pedro Moroy, quien era el capataz de la Estancia expropiada y gerente de la fábrica de dulces que funcionaba en la misma. La cooperativa adquirió el edificio del viejo Almacén Scarrpitta, llegó a tener 600 socios. Elaboró la lista de beneficiarios de la expropiación. En la colonia se fundó la escuela n° 17 Martín de Güemes, y un curso para mujeres agrarias dentro del plan El hogar agrario.
En el censo de 1947, el municipio tenía 11.092 habitantes de los cuales 7.303 vivían en el campo, el 59 % de las explotaciones rurales tenían menos de 100 hectáreas, con una proliferación de tambos lecheros. La fábrica de dulce de leche de la colonia funcionó hasta la década de 1960.
El gobierno también anunció el día 18 de febrero de 1950 la expropiación de la Estancia Poronguitos de Luis Terrero en el mismo partido, pero no llegó a efectivizarse. El estudio de esta política rural en estos casos muestra los méritos y las limitaciones de la política agraria del primer gobierno peronista. Razones de espacio nos impiden dar más elementos de conocimiento concreto que trataremos de agregar en próximas notas.
Gustavo Roseler
Hoy N° 1786 09/10/2019