“Los metalúrgicos entramos en el grupo de esenciales -dice Acosta- sólo paramos una semana cuando arrancó la pandemia y desde abril hasta hoy seguimos trabajando. En este camino pasamos por distintos picos de contagio dentro de la fábrica. Hemos logrado acuerdos para aplicar protocolos, como por ejemplo ser hisopados por la empresa. Logramos que los compañeros, ante la presencia de un solo síntoma no se presenten a trabajar, retirarse antes para que no haya cruces en las porterías con los turnos que entran y el incremento de sectores de descanso para evitar el aglutinamiento de gente.
“Hoy nos encontramos en un pico alto de los contagios donde los números dicen que desde el año pasado hasta hoy sobre 1.800 trabajadores estuvimos contagiados 400; arriba del 20%, o sea, más de tres veces la media de la zona o de la provincia.
“Entendemos que esto pasa en gran parte de los centros de concentración. Que a pesar de los protocolos, es muy difícil que donde trabaja tanta cantidad de gente no se produzcan contagios. Por esto elevamos una carta, un pedido, a la provincia, al Ministerio de Trabajo, que se eleve a nación, para que se tenga en cuenta que una vez vacunados los mayores de 60 y los de riesgo se vacunen a los compañeros que venimos trabajando desde el comienzo de la pandemia.
“Entendemos que este pedido no tiene que ser un hecho aislado y hacer los máximos esfuerzos para que el conjunto de los trabajadores hagamos el mismo pedido.
“La empresa plantea que ellos no pueden comprar vacunas porque nacionalmente las privadas no están habilitadas para hacerlo. Estamos en el grupo de esenciales por ende tenemos que ir a trabajar.
“Se hace complicado no solo por una cuestión de salud de los compañeros, sino también porque estamos en una situación crítica en toda la zona. No hay camas en Villa Constitución ni alrededores. Hay cansancio y saturación en los trabajadores de la salud y faltan médicos terapistas. No solo se trata de nuestra salud, sino también que cada compañero tiene familia. Cada contagiado que sale se multiplica por cinco.
“Por eso se pueden discutir las diferentes medidas o restricciones que sean necesarias para bajar los contagios y descomprimir el sistema de salud, pero la principal salida sigue siendo la vacuna. Es necesaria una decisión política para que la prioridad la tengan los argentinos. Teniendo en cuenta que hoy en Argentina, de la vacuna AstraZeneca se produce el principio activo y la Sputnik V se va a producir en nuestro país; esas dosis podrían usarla los argentinos.
“Además hay vacunas en proceso de elaboración avanzada 100% que son argentinas (al que hay que destinar mayor presupuesto) y disponemos de personal científico altamente calificado, en las universidades y centros de investigación estatales.
“Creemos que tomando estas medidas es posible vacunar a todos los argentinos. O sea, la vacuna nos va a permitir poder salir todos a trabajar con protocolo, distanciamiento y medidas de seguridad. La vacuna hoy no solo es salud. Sino también producción, igualdad y soberanía”.
Hoy N° 1866 02/06/2021