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31 de octubre de 2018

Crónicas proletarias (327)

La Unión Sindical Argentina (2)

La Unión Sindical Argentina, central obrera nacida en 1922 de las cenizas de la FORA sindicalista, tuvo una corta y accidentada trayectoria. En el momento de su creación, el sostén principal de la USA era la Federación Obrera Marítima, uno de los gremios más importantes de la época. Como hemos contado, una cantidad de gremios quedaron por fuera de la USA. Además de los que seguían adhiriendo a la FORA anarquista, estaban los sindicatos denominados “autónomos”. Dentro de estos, el sector más importante eran los ferroviarios, divididos a su vez entre La Fraternidad (maquinistas) y la Unión Ferroviaria. Los acuerdos y disputas entre ambos gremios del riel cubrieron todos estos años, debilitando sus luchas.

Por esos años, el Partido Comunista comenzaba a crecer en el movimiento obrero, y trabajaba tanto dentro de la USA, donde llegó a dirigir la Unión Obrera de la Capital Federal, como entre los autónomos.

La USA, con hegemonía de la corriente sindicalista, había planteado de inicio un programa “prescindente” de las corrientes políticas y proclamó como objetivo “todo el poder a los sindicatos”. En su seno, sus congresos y su accionar revelan interminables debates entre los defensores a rajatabla de esta concepción, y los “políticos”, es decir principalmente las corrientes socialistas y comunistas de los gremios que la integraban. El PC impulsó en esos años en su propaganda el “frente único”, pero muchas veces desde la óptica de los debates impulsados por la Internacional Comunista, que planteaba la “unidad de acción” entre la Internacional Sindical Roja, y la Internacional Sindical “de Amsterdam”, que respondía políticamente a la socialdemocracia de la Segunda Internacional.

En la Argentina, por esos años gobernada por el radicalismo (Irigoyen primero, Alvear después), avanzaba la disputa de las potencias imperialistas, crecía el peso de los yanquis, pero ingleses y alemanes disputaban palmo a palmo la hegemonía en los distintos sectores industriales y agrarios. El movimiento obrero había sufrido crueles represiones, y pagaba la división, así como concepciones equivocadas en el naciente Partido Comunista, que le impedían avanzar en su rol de vanguardia. En ese marco, la USA acentuó su carácter “antipolítico” y se negó a acciones comunes, tanto en las luchas por las jubilaciones, como ante el asesinato de Kurt Wilkens y otros hechos de esos años. Se fue desgastando, gremios importantes dejaron la USA, y en 1926 se creó la Confederación Obrera Argentina, cuyo pilar fueron los ferroviarios.

 

Hoy N° 1741 31/10/2018