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23 de mayo de 2020

La V corta y otras prevenciones

La pandemia luce vigorosa. Muerde en las ciudades más populosas castigando, en primerísimo lugar, a los de abajo. Casi 5.000.000 de casos con 6,70% de muertes.

Encabezando el ranking un trío  nefasto. Trump “consigue” un tercio de los contagios y fallecimientos globales. Bolsonaro el premio a la propagación más acelerada. Y Johnson con un luctuoso record. Mueren el 15% de los positivos.

Todo lo contrario, Alberto Fernández privilegió la vida. Una opción que va dando buenos frutos.

Vacunas prisioneras de la lógica de los monopolios. Un negocio donde la salud es una insignificancia. Investigaciones sometidas al espionaje de todos contra todos. El tratamiento con antivirales pinta inviable dado sus costos astronómicos. Los avances terapéuticos deben preservarse de la voracidad de las Farmacéuticas para convertirse en patrimonio de toda la Humanidad.

Estamos lejos de haber superado el pico de contagios. Queda mucha tela por cortar.

 

Mientras el Mundo cruje algunos hacen cuentas

La palabra virulencia deriva de virus. Nunca más apropiada para adjetivar esta crisis. Por su extensión, su velocidad, su profundidad. Sin parangón en la Historia. Acentuadas todas las desigualdades e injusticias preexistentes.

Indiferente al sufrimiento colectivo, el Fondo Monetario Internacional proclama: 2020, temporada perdida. A no amargarse  porque el 2021 viene joya.

Razonan en espejo con los apetitos de los Mercados y los negocios de las potencias imperialistas. Sus verdaderos mandantes. Dudosa su reencarnación en un “nuevo” FMI, redimido de su anterior mala conducta.

 

2021, ¿el capitalismo sale de juerga?

En abril el FMI modificó sus predicciones de enero. Las nuevas “Perspectivas de la economía mundial” anticipan una caída del PBI global de -3%. Siendo que en enero habían estimado un crecimiento de +3,3%, la variación entre ambos Informes es de   -6,3%. El FMI jamás registró semejante contraste para un período tan corto. La actual depresión es infinitamente peor que en la crisis de 2008 cuando la recesión fue del -0,1%.

Es entonces cuando el FMI saca de la galera la V corta. Tras la caída del 2020 (↓), una sorprendente recuperación para el 2021 de +5,8% (↑). En nada explican de dónde sacan dicho optimismo. Esta “certeza” desentona con la posición de la UNCTAD y decenas de economistas que sostienen que es irresponsable hacer anticipos.

Vivimos circunstancias extraordinarias. Pero el FMI prefiere desconocer cuánto incidirá el factor político en la post pandemia. Tanto por los duros arreglos de cuentas entre potencias. Como por la presumible intención de las despreciadas mayorías de sentarse a la Mesa y opinar.

 

El Mundo, ¿cambiará?

El latiguillo de moda: el Mundo ya no será igual al que conocimos. ¿Será realmente así? Es cierto que, miles de millones de mujeres y hombres hemos podido justipreciar al capitalismo en toda su desnudez. Sórdido, irracional, incapaz de resolver las urgencias de las mayorías. El Imperialismo no tiene nada que ofrecerle a la Humanidad.

Nunca como hasta ahora ha sido tan necesario acabar con su reinado. Nunca como hasta ahora es tan complicado concretar esta necesidad. Una contradicción de hierro tensada por esta crisis multidimensional.

 

Trabajan a destajo…

En cada época, la cultura dominante machacó sobre la inconveniencia o imposibilidad del cambio. Y en cada época, trabajosamente, en medio de grandes dificultades se le enfrentó otra cultura representativa de los intereses de las mayorías. Cuando las masas tomaron para sí esa cultura se consolidaron movimientos liberadores.

Derrotado el socialismo en la URSS y China, recompuesto el mercado único capitalista sus beneficiarios desataron una ofensiva política e ideológica. Batieron parche con  nuestro “fracaso”. Quedaba “demostrada” la superioridad del capitalismo sobre el socialismo. Ya nunca más el Mundo viviría el espanto de una Revolución. Siendo que habían decretado el Fin de nuestra Historia les era inexplicable nuestra tozudez de persistir en el Camino.

 

El imposibilismo

Que es complicado… es complicado. ¿Difícil? Muy difícil. Pero, ¿cuándo nos ha resultado sencillo alcanzar resultados valiosos? ¿Dónde está dicho que nuestras batallas son para librarlas (solamente) en días soleados? Las complicaciones nos indican cuánto costará transformar una realidad adversa.

El posibilismo es el modo operativo del imposibilismo. “Economizan” conflictos. Solo reclaman lo que está tolerado reclamar. Sobre esa base cada día que pasa se puede menos. Ni qué pensar en cambios de fondo… Tampoco luchar por medidas que otrora fueron posibles. Con óptimos resultados.

Bonistas y FMI trabajan para salvar sus acreencias odiosas. Bancos sabotean todas las acciones del Gobierno a favor de las familias y las PYMES. Techint, Mondelez, petroleras se hacen pagar los sueldos mientras despiden a mansalva. Gravarles (no tanto) las exportaciones motivó la huelga de la Rural. Todos juntos mueven cielo y tierra para trancar el Impuesto a las grandes fortunas. Hacen bien. Defienden sus intereses.

Y nosotros… ¿Suena disparatado impulsar medidas implementadas por Perón en los 40/50? Juntas de Granos y Carnes. IAPI, monopolio estatal del comercio exterior y de los depósitos bancarios. Expropiación de algunos latifundios. Una Reforma tributaria progresiva.

¿Habrá que pedir permiso para investigar de la legitimidad de la Deuda antes de pagarla? O una sanción ejemplar para los beneficiarios de la fuga de dólares y los vaciadores de Vicentin. O recuperar YPF. ¿Quién define que de estas iniciativas sea de inconveniente o imposible concreción?

 

Pandemia + 5G Malthus

En manos de los Imperios nuestro planeta está de la nuca. Produce alimentos para más de 12 mil millones de personas. Somos 7,5 mil millones pero 1,5 mil millones padecen hambrunas. Los alcances de la ciencia y las tecnologías pudieran sustentar el bienestar colectivo. Pero para esta minoría abyecta “falta” naturaleza y “sobra” gente.

Al mejor estilo malthusiano habrá quienes se refriegan las manos computando todos los “excedentarios” que ya no están.

Tras la pandemia se precipitarán definiciones sobre el futuro del 5G. ¿Una maravilla tecnológica? ¿Un invento del diablo? Una u otra, según sea quien la instrumente. En manos de los sectores dominantes potenciará la sustitución de mano de obra humana por robots. Engrosando el desempleo y exacerbando la desigualdad.

Los de arriba releen a Malthus. Y, hasta sin conocerlo, actúan en consecuencia. Desde hace 200 años sabemos que sus teorías son pergeños reaccionarios sin ningún sustento.

 

¿Serán tiempos de contraofensiva?

Los sectores populares venimos pechando. Señales:

  • Derrotamos al macrismo. Un gobierno de tierra arrasada. Cuatro años inacabables.
  • Los de abajo enfrentando la pandemia.
  • Las mujeres librando una histórica lucha por sus derechos. Millones de ellas enfrentando siglos de opresión.

En distintas latitudes se viene peleando duro. Algunas de las tenidas más recientes: Chile, Ecuador, Colombia, Puerto Rico. La resistencia al golpe en Bolivia.

Muchos de los recientes combates integran reclamos económicos con los políticos. La propia crisis de la pandemia reforzará esta tendencia. ¿Se avecinan tiempos de contraofensiva…?

  

Escribe Sebastián Ramírez