El artículo “Fondos Buitre” de la revista oficial Derecho Público (Año III, número 7, pág. 311), confirma lo que ya hemos dicho sobre el canje de 2005 y la “quita” (hoy, número 1486, pág. 4). Entre los aspectos importantes de los canjes de 2005 y 2010 destaca: “la quita nominal luego de los dos canjes fue aproximadamente del 42%”. A ello agrega el “efecto virtuoso” de “la emisión de las unidades vinculadas a crecimiento del PBI”, que reconoce prácticamente cubrirían el total de la quita. Sin hacer las cuentas, no puede dejar de registrar las muy superiores tasas de interés de los nuevos bonos en relación a las tasas del mercado, por el “riesgo país”: de 7,82% en los bonos en euros y en yenes y de 8,28% en los bonos en dólares.
El total de los bonos defaulteados a fin de 2001, según dijo la Presidenta, fue de 81.836 millones de dólares. Y a la reestructuración se presentó un 76%, es decir, 62.195 millones en valor nominal, por los que se entregaron 35.576 millones en nuevos bonos. Esto implicaría una quita nominal de 26.619 millones, es decir una quita del 43%, y no del 75% como alardea el gobierno. Pero a la vez se entregaron 29.054 millones en Valores Negociables Vinculados al PIB (que no se registran como deuda, pero que son exigibles si su crecimiento supera el 3,2% anual). Así la quita nominal ha venido desapareciendo y los bonistas habrán recibido más para 2018, aparte de la mayor tasa de interés que reciben por los bonos del canje –8,28% anual en dólares–, cuando la tasa para los bonos no canjeados (los bonos Par) es de 2,5% anual en dólares.