El jueves 6/9 se realizó una manifestación para exigir al gobernador Alperovich, que rinda cuentas sobre su accionar y deje de perseguir, vigilar, y espiar a quienes alzan su voz en contra de su política kirchnerista que sólo favorece a los poderosos que manejan la producción de azúcar y limón, o poderosos monopolios como Alpargatas, que amasan fortunas sobre la base de la superexplotación de sus obreros.
El jueves 6/9 se realizó una manifestación para exigir al gobernador Alperovich, que rinda cuentas sobre su accionar y deje de perseguir, vigilar, y espiar a quienes alzan su voz en contra de su política kirchnerista que sólo favorece a los poderosos que manejan la producción de azúcar y limón, o poderosos monopolios como Alpargatas, que amasan fortunas sobre la base de la superexplotación de sus obreros.
En una provincia donde los casos de gatillo fácil están a la orden del día, donde los asesinos de Paulina Lebos y otros tantos asesinados siguen libres, donde la violencia contra las mujeres se cobra nuevas víctimas a diario, donde la droga hace estragos en los barrios y en la juventud; el gobernador Alperovich destina a gran parte de la fuerza policial para espiar a las organizaciones gremiales, políticas, sindicales, estudiantiles y culturales de nuestra provincia.
Esto no es algo nuevo: la causa que la policía provincial y el gobierno de Alperovich “armó” contra el compañero Marcos Mendoza, consta de fotografías sacadas mediante seguimientos realizados por el nefasto D2, que durante meses recolectaron y que forman parte de una supuesta investigación que no hace más que demostrar que el trabajo de esta policía es el de espiar para luego detener a los que enfrentan las políticas de este gobierno. La propia detención de Marcos fue mediante un operativo comandado por el comisario Maruf, donde cortaron la calle y lo sacaron encapuchado, como si se tratara de un criminal peligroso o como realizaban los secuestros en la última dictadura.
Estos hechos son de una profunda gravedad y todos los sectores populares deben ponerse en alerta porque se ve que ésta es una política nacional.