Estamos orgullosos de ser parte de este Frente de Todos que en Córdoba se expresó con ese 30% y se sumó a la oleada de votos que derrotó el infierno macrista. Los resultados en Córdoba fueron: Frente de Todos 666.445 votos (29,3%), Juntos por el Cambio 1.394.104 votos (61,3%). Claramente los cordobeses apoyaron al gobierno actual.
¿Cuáles son las razones de esta elección? ¿Se puede explicar simplemente diciendo que Córdoba es gorila? ¿O con un meme de “chetoslovaquia”? Creemos que no, que hay que complejizar y estudiar profundamente para cambiar la realidad.
Integrarnos al Frente de Todos ha sido un acierto enorme que se va confirmando a cada paso. En Córdoba el PJ no fue parte del frente lo que tuvo sus particularidades, internas por su composición y externas por su relación con la dirección del frente nacional y por la falta de un referente claro y reconocido en el kirchnerismo cordobés.
Hemos dado una batalla gigantesca en condiciones muy difíciles, donde todas las clases dominantes de Córdoba se encolumnaron detrás de Cambiemos y con un gobernador que le hizo el juego. La lista corta, sin definición en contra de Macri, tuvo su blanco en el Frente de Todos. El slogan de campaña fue “Defendamos Córdoba” ¿De qué habría que defender a Córdoba? La supuesta amenaza es el kirchnerismo.
El antikirchnerismo fogoneado por años por el PJ cordobés fue aprovechado al máximo por Cambiemos. Está apoyado en hechos concretos y tiene su historia. Durante el gobierno kirchnerista hubo duros cruces por fondos de coparticipación y de Anses que los cordobeses, encabezados por De la Sota, reclamaron incluso ante la Corte Suprema. Esta disputa duró años y finalmente la Corte Suprema falla a favor de las provincias en el 2015 con el triunfo de Macri. Esto no queda solo en una disputa por arriba, sino que es balanceado en cada obra del gobierno provincial y mediáticamente diciendo “Hecho con fondos cordobeses” alimentando la idea de que “podemos solos, no necesitamos al gobierno nacional”.
Otro punto de tensión que quedó registrado en la memoria de los cordobeses, es con motivo del acuartelamiento de la policía por reclamo salarial en el 2013, que dejó a la población desprotegida ante saqueos, linchamientos, gente armada defendiendo comercios, y otros casos de inseguridad, el pedido desoído de la entonces presidenta de enviar a Gendarmería. Los más escuchados medios televisivos y radiales reclaman que Cristina “tiene que pedirnos perdón a Córdoba”.
El enojo de los cordobeses fue reconocido con acierto por el candidato a presidente, en la campaña, Alberto Fernández expresó que quiere recomponer la relación con Córdoba, y viajó a Córdoba antes de las PASO varias veces. También fue un acierto que puso el acento en el reclamo de más federalismo, que es un grito de Córdoba y otras provincias, con una raíz histórica muy profunda.
Si bien los cordobeses tenemos cuentas pendientes que aclarar con el gobierno anterior, son secundarias en relación a la batalla principal que era derrotar al gobierno más hambreador y antipopular de los últimos años.
La estrategia del PJ provincial de ir con boleta corta dividió a los sectores populares, y benefició al macrismo que se quedó con seis de los nueves diputados, dos diputados son para el Frente de Todos y sólo uno para la lista del gobernador. Los resultados fueron: Hacemos por Córdoba 377.844 votos, Frente de Todos 495.823 votos, Juntos por el Cambio 1.140.338 votos. Luego del pobre resultado se abre una crisis en el PJ que está en curso. El senador Caserio, renunció a la presidencia del PJ cordobés, y aceptó públicamente que “es degradante que mi partido nos pida que votemos a Macri, no lo puedo aceptar”, los intendentes y militantes peronistas que se reunieron con Alberto y proponían votar al Frente de Todos, no pudieron mover el amperímetro.
Las clases dominantes cordobesas sembraron miedo y preocupación en los trabajadores. Con vacaciones adelantadas y suspensiones en las más grandes industrias, los obreros industriales se volcaron por el voto al macrismo –en una sección de una gran empresa de la alimentación, de diez trabajadores siete votaron a Macri y solo uno al Frente de Todos–. Los medios de comunicación obedientes a los grupos de poder, hicieron su parte fogoneando el odio hacia Cristina con el trasfondo de alimentar el desprecio a los sectores más castigados por la pobreza y la desocupación. La división entre sectores de trabajadores se hizo eco con las ideas de Cambiemos “yo trabajo para mantener vagos”, “no quieren laburar” –los que votan a Cristina–. Este argumento, que reconocimos cuando los trabajadores rechazaron el impuesto a las ganancias, hoy se renueva y divide al movimiento obrero ocupado de los desocupados o precarizados. La situación es dura, la pobreza y la indigencia que no paran de crecer en Córdoba alcanzó un 37%, lo que es un crimen en una provincia tan rica. La brutal devaluación pos PASO con la que Macri castigó al pueblo, también repercutió: compañeros que habían votado al Frente de Todos en la primera vuelta dudaban, entendían que era una muestra de cómo influirían “los mercados” en el gobierno de Alberto y se generó temor.
Hay medios que intentan balancear que Córdoba votó diferente que el resto del país como muestra de una Córdoba irreverente. No estamos de acuerdo. La Córdoba rebelde, la Córdoba irreverente es la que usó el Frente de Todos como herramienta para terminar con el infierno macrista y se animó a apostar a eso aunque el gobernador dijera que defender a Córdoba era sostener ese gobierno.
En Córdoba dimos una gran batalla en condiciones muy adversas, le hemos puesto el pecho, la alegría y las ganas. Hay debates muy gruesos en los cordobeses que hay que argumentar y cuestionar. Ahora tenemos el gran desafío de seguir fortaleciendo la unidad y ampliándola y seguir luchando en las calles y en todos los terrenos para avanzar en resolver los problemas más urgentes y abrir un camino liberador para la Argentina.
Corresponsal
Hoy N° 1792 20/11/2019