Tras una corta y muy intensa campaña electoral en la que fuimos cosechando la simpatía y la solidaridad de un importante sector de nuestro pueblo, el resultado de las internas dentro del Frente Amplio Progresista por la candidatura a intendente y concejales, tocó fin el domingo 14, en el que se desplegó una gran actividad para garantizar la fiscalización en todas las escuelas de San Nicolás en las que se desarrolló el acto electoral.
Tras una corta y muy intensa campaña electoral en la que fuimos cosechando la simpatía y la solidaridad de un importante sector de nuestro pueblo, el resultado de las internas dentro del Frente Amplio Progresista por la candidatura a intendente y concejales, tocó fin el domingo 14, en el que se desplegó una gran actividad para garantizar la fiscalización en todas las escuelas de San Nicolás en las que se desarrolló el acto electoral.
Compañeros y amigos hicieron un gran esfuerzo para posibilitar que este primer paso tuviera un resultado que nos coloca de cara a las elecciones de octubre. Luego de sortear el siempre sospechoso hecho de que las boletas de la lista Cuatro, que llevaba nuestros candidatos no vinieran en las sacas del correo (las de la lista opositora sí estuvieron), y haber tenido que correr hasta garantizar su presencia en todas las mesas habilitadas, la participación de los compañeros y amigos en las escuelas posibilitó la reposición de boletas durante el transcurso del día y todo lo que tuvo que ver con el normal desarrollo de las elecciones.
El resultado fue de algo mas de 4.000 votos para la lista Cuatro (PTP-Unidad Popular) y 2.500 de la lista Ocho (P. Socialista), lo que totalizó 6.500 votos (7,6%) que colocó al FAP en el cuarto lugar, muy pegado al resultado de la Alianza de Alfonsín-De Narváez.
Otro tema fue el de Binner, que cosechó algo más del 19% de los votos, y ubicó al FAP en el segundo lugar en la votación presidencial. Y el de la candidatura de Margarita Stolbizer, quien resultó también segunda con casi el 16% de los votos emitidos.
Estos resultados, en un primer análisis y más allá de la histórica influencia de Rosario sobre el norte de la provincia, demuestran que pese a lo que se ha dado a llamar “el cristinazo”, existe una importante corriente opositora que no votó a la otra derecha y buscó por el lado de la oposición progresista.