—¿Cómo vienen tomando la lucha dentro de la Cesal?
—En Salta, a pesar de la enorme movilización de adolescentes, jóvenes y adultos, que se nota cada vez más y se mueve por un montón de cosas, porque hay tanto por cambiar, estamos en el siglo 21 y hay cosas que no cuadran. Si mirás los números de la campaña, los diputados y senadores se pronuncian “a favor de la vida”, sin considerar siquiera lo anterior, moviéndose a partir de dogmas o percepciones personales, en vez de ver los reclamos que tienen adelante. Nos dicen que este tema es un tabú, que nos movemos por moda, nos atacan, nos marginan, en vez de admitir que este tema siempre estuvo presente, pero ahora se amplió.
Mientras tanto, la persecución y los ataques son cada vez peores. Los antiderechos hacen que andar con el pañuelo verde sea un peligro total para una piba de 15 o 16 años. El 2 de agosto, mientras en la Universidad Nacional de Salta se debatía la postura que iba a tomar la institución respecto al tema del aborto, un grupo de personas estacionó un auto en la entrada, y con armas en las manos gritaron: ¡Que viva el patriarcado!, esa clase de situaciones tenemos que aguantar.
—¿Cuál es la situación de las mujeres en Salta?
—Ocupamos el segundo lugar a nivel nacional en la tasa de femicidios y en violencia de género. Respecto a los embarazos adolescentes, tan solo con ir a los hospitales públicos ves la cantidad de chicas obligadas a ser madres sin su consentimiento por la falta de educación sexual. Si bien se nos dice que tenemos que ser madres, nos terminan expulsando de los colegios e incluso se nos niega la educación por el solo hecho de estar embarazadas, cuando a esas pibas nunca se les enseñó cuáles eran los métodos anticonceptivos que podían utilizar para evitar un embarazo no deseado.
—¿Cómo es tener educación sexual en las escuelas?
—Nosotros venimos de hacer un Estudiantazo muy grande, tuvo mucha repercusión. Aparte de realizar actividades recreativas relacionadas a la campaña, entregamos una cantidad de notas al Ministerio de Educación exigiendo la implementación de Educación Sexual Integral (ESI), porque la realidad es que no nos la dictan, ni hablar de los colegios privados. En vez de darnos las herramientas para cuidarnos, nos hablan sobre la abstinencia y han llegado a repartir fetos de yeso entre los alumnos, haciendo que sea un tema totalmente tabú, desde una visión heteronormativa y muy machista. Lo más amplio que te pueden llegar a enseñar es cómo colocar un preservativo.
Ante la movilización y los reclamos, la respuesta de la ministra fue que nosotros “no percibimos que se da educación sexual en las escuelas”. En realidad la que dicta ESI y forma a los estudiantes, lamentablemente es la iglesia, esa es la educación sexual que recibimos.
—¿Qué tienen pensado a futuro?
—Vamos a continuar, porque hay muchas cosas que están mal; como adolescentes somos los principales afectados. Además es un reclamo justo, no puede ser que un tema de salud pública se vea afectado por los dogmas de quienes se supone “nos representan”. Y porque queremos la implementación de ESI en nuestras escuelas, para que la maternidad sea deseada y podamos disfrutar de nuestra sexualidad de una manera sana y con libertad. Por todo esto, y para evitar que se sigan muriendo las pibas por abortos clandestinos, el 8A vamos a salir a las calles.
Hoy N° 1729 08/08/2018