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19 de abril de 2020

Las Leliq, la pandemia y la deuda pública

El gobierno presenta una oferta “hostil” pata reestructurar 21 bonos de deuda bajo ley externa por unos u$s68.000 M (millones). Nuestro PCR ya señaló que se debería suspender todo pago hasta investigar los fraudes cometidos.

Estos bonos son una parte de los u$s323.000 M de deuda pública. Otra parte es la deuda dentro del Estado compuesta por pagarés no trasferibles en poder del BCRA por u$s70.000 M, bonos en Anses por u$s30.000 M, Banco Nación por u$s10.000 M y otras menores. La cultura de la dependencia dice que esta deuda se puede postergar sin consecuencias. Falso. Por ello se tuvo que volver a emitir Leliq.

 

Breve historia de las Leliq

Nuestro BCRA agotó sus reservas ya en el 2015, con Macri en el gobierno, emitió pesos y compró dólares que traían los fondos “golondrinas”. Pero los pesos sin producción generan inflación, entonces se emitió Lebac que compraban estos fondos a altas tasas. Se aumentaba las reservas, pero más su deuda, con altas tasas. Hasta que esos fondos se retiraron, vaciando de dólares al BCRA, provocando junto a los exportadores las sucesivas corridas del 2018 contra la moneda.

El FMI nos endeudó para pagar la fiesta de la usura y obligó al Central a comprar en el mercado las Lebac. Entonces se inventaron las Leliq, que sólo pueden comprar los bancos, pero con una tasa aún superior, que frenó toda la producción.

 

La Pandemia y las medidas financieras

El gobierno de Alberto Fernández se dio una política gradual para achicar el volumen de las Leliq y bajar su tasa de interés. Ante la pandemia dio un viraje en su política presupuestaria de ajuste con solidaridad y armó un primer plan de ayuda por $700.000 M (equivalente a unos u$s10.000 M), a su vez postergó el pago de bonos con ley argentina por u$s10.000 M.

Como analizaron E. Gastiazoro y Carlos Aramayo es necesario sacar los fondos de las grandes fortunas, sino la emisión aumentaría la inflación. El proyecto de Ley presentado por Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, que prospera junto a otras propuestas en el Frente de Todos, va en esta dirección.

Mientras las tarjetas alimentarias, el plus en AUH y jubilaciones mínimas, fueron gastados rápidamente por nuestro pueblo hambriento y engrosaron las cuentas de los monopolios que controlan el mercado interno. A su vez como se señaló en el número anterior, la plata girada a los bancos para créditos pymes fue retenida.

Bancos, burguesía intermediaria, exportadores y monopolios extranjeros lideraron una mini corrida contra el peso, disparando los valores del dólar no oficial y presionando a una nueva devaluación. Para frenar la corrida, el BCRA… ¡¡ emitió Leliq!!. Así de vuelta ganaron los bancos y especuladores.

 

Una salida para las Leliq

El BCRA tiene pagarés intransferibles del Tesoro Nacional, dados a cambio de dólares para pagar deuda generada por la dictadura genocida, reciclada con el Plan Brady y diversos canjes hasta los del 2005 y 2010.

Buena parte se originó al estatizar la dictadura u$s14.000 M de deuda que tenían Socma, FIAT, Ford, Bridas, Pérez Companc, entre otras grandes empresas. Hubo dictamen judicial de su carácter fraudulento e ilícito. ¿A cuánto equivalen hoy aquellos fraudes y seguros de cambio? Tomando en cuenta la inflación del dólar y los intereses, seguro tanto como pagarés en el BCRA y bonos en Anses.

Podría el Tesoro canjear esos pagarés intransferibles por bonos transables, que el BCRA canjee a los bancos por las Leliq, y que sean pagados por un gravamen a esas empresas que fueron beneficiadas por aquella estatización. Esto daría fuerza al BCRA facilitando estabilizar nuestra moneda. A su vez el Anses podría iniciar un masivo plan de viviendas, y el Banco Nación de créditos.

En esta deuda pública con el BCRA, el Anses y Banco Nación está la marca de nuestra dependencia. Los bonistas externos que esperen, resolver la deuda intra-Estado es necesario para un proyecto soberano y debe descargarse sobre los que está comprobado judicialmente que la generaron.

La pandemia desnudó el desastre mundial al que conduce el capitalismo en su etapa imperialista, lo que exige y posibilita medidas contundentes, entre ellas acabar con la especulación financiera y sus beneficiarios los grandes bancos. Sino una devaluación descargará los costos de la pandemia nuevamente sobre el pueblo y la Nación.

 

Escribe Arnoldo Gómez

Hoy N° 1811 22/04/2020