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01 de octubre de 2014

Las mujeres en la huelga ferroviaria de 1917

Movimiento Obrero

El domingo 28, el PTP y la JCR realizamos en Pacheco un merecido homenaje/festival a nuestro querido compañero Miguel Magnarelli, secuestrado por la dictadura el 1 de septiembre de 1976, y aún desaparecido.

El domingo 28, el PTP y la JCR realizamos en Pacheco un merecido homenaje/festival a nuestro querido compañero Miguel Magnarelli, secuestrado por la dictadura el 1 de septiembre de 1976, y aún desaparecido.
Gran cantidad de compañeros y amigos acompañaron en el salón de los Bomberos Voluntarios de Pacheco, convocados por la consigna “No olvidar, siempre resistir”. Escuchamos y bailamos con los conjuntos populares Los hermanos Penayo (folclore), La otra noche (cumbia), y La Bitrola (rock). 
El compañero Ricardo Fierro, miembro del Comité Central del PCR, nos emocionó con el recuerdo de Miguel, quien al momento de su secuestro era el secretario de la JCR de la zona norte, y miembro del Comité Central de esta organización juvenil. Contamos con la presencia del compañero Walter Rojas, concejal (mc)de Unidad Popular de Vicente López, Mario Segovia miembro del comité central del PCR y con la adhesión de Liberpueblo, la Comisión de Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo de Quilmes, la Red de Derechos Humanos de Zona norte, de Cristina Ventura, secretaria de Género CTA Vicente López, Alfredo Cáceres, secretario del Suteba Tigre y miembro de Opinión Socialista, Pablo Merlo y Luis Cancelo, Liliana Leiva y Alejandra Taboada Duarte de UP de Tigre. Envió un saludo Juan Carlos Alderete, presidente del PTP y Manuel Ríos, secretario de la JCR.
En un salón engalanado con las banderas del PCR, la JCR, la CCC y banderas argentinas, jóvenes y de todas las edades pasamos una hermosa tarde con músicos populares, y reafirmamos nuestro compromiso de llevar bien alto las banderas revolucionarias por las que Miguel peleó y defendió hasta el último día. n
 La gran huelga ferroviaria de 1917, que entre fines de septiembre y mediados de octubre paralizó toda la actividad, fue un revulsivo que puso en movimiento no sólo a millares de trabajadores sino a sus familias. En los últimos años algunas investigadoras han puesto de relieve el papel de las mujeres en esta huelga.
Como hemos dicho, esta huelga, iniciada el 24/9/1917, fue el corolario de una gran cantidad de luchas parciales en distintos ramales y talleres. Según La Vanguardia  (12/8/17) en la huelga de Rosario más de 500 mujeres participaron en una asamblea y varias de ellas hablaron “manifestando el deseo y la necesidad de que ante la forma en que se venía desarrollando el movimiento que habían iniciado sus esposos, participaran ellas del mismo, para procurar con ello imponerse a los caprichos de los directores del capital ferroviario que sumían en la miseria a los hogares  obreros”. 
La participación de las mujeres en esta huelga, como consignó el periódico La Organización Obrera, fue “valiente y osada”. Las mujeres participaron en muchas de las asambleas de los trabajadores, incluso como oradoras. Además realizaron sus propios actos, y participaron de muchas manifestaciones y actividades.
La historiadora Silvana Palermo destaca el rol de las mujeres en hacer efectiva la huelga, describiendo la complejidad de paralizar las tareas en ámbitos tan diversos como talleres, estaciones, depósitos de locomotoras y oficinas. Estas actividades incluían los debates con los trabajadores que no querían parar, el bloqueo a los rompehuelgas o “crumiros”, hasta el sabotaje y el bloqueo de vías para impedir la salida de las formaciones. En todas estas actividades participaron las mujeres. 
En Rosario, por ejemplo, un “comité de familiares” de huelguistas y 120 mujeres se dividieron en comisiones que visitaban las casas de los indecisos, discutiendo con las mujeres de los obreros sobre la necesidad de plegarse a la huelga. Además “sumaron una intensa propaganda en los lugares de trabajo. Para intimidar al personal leal a las empresas, manifestaban en grupo, en varias ocasiones armadas con palos”, refiere Palermo. No faltaron los ataques femeninos a gerentes de las empresas, ni los choques con la policía.
En varios lugares, las familias de los huelguistas ocupaban las estaciones para impedir la circulación de los trenes, incluso como en Santa Rosa, La Pampa, cuando “mujeres y niños se acostaron sobre los rieles” y el gobernador interino tuvo que llegar a la ciudad a pie.