Las compañeras María del Rosario (ex comisión interna de la histórica lucha de Kraft, candidata a senadora provincial del frente Podemos), Lidia Braceras (secretaria general del Suteba Quilmes), Ramona Gonzales (candidata a diputada nacional del Podemos, integrante del MIJP Solano y de la Subcomisión de mujeres de Solano), y Claudia Vitancor (dirigente estudiantil del Instituto 83 e integrante de la Subcomisión de mujeres de Solano), fueron las integrantes de un panel que abordó desde diferentes ámbitos el tema, con experiencias, vivencias y luchas. Coordinó la actividad Lorena Aguirre (candidata a diputada nacional del Podemos e integrante de la Comisión de mujeres de Quilmes, Berazategui, Varela).
Abrió la exposición Claudia, quien en su carácter de madre joven y estudiante manifestó su preocupación por las miles de compañeras que enfrentan la dificultad de estudiar sin un establecimiento que contenga a sus niños mientras cursan. “Muchas veces no te queda otra que optar entre trabajar o estudiar”, esta situación provoca una enorme deserción que es aún mayor en el caso de tener hijos. Es en relación al reclamo de jardines materno-paternales que se viene desarrollando en la actualidad una lucha desde distintos centros educativos (secundarios, terciarios y universitarios) de la zona.
Por su parte Ramona, compañera jubilada y militante barrial, contó que las compañeras jubiladas enfrentan la crisis junto a sus familias donde en algunos casos deben sostener a sus hijos y nietos por falta de trabajo “¿De qué década nos hablan, cuando vemos empobrecerse nuestros barrios día a día, sufrir a nuestros compañeros, ni hablar de los desocupados que tienen que salir a cartonear o a hacer “changas” hasta que les dé el cuerpo, o asistir a comederos comunitarios o copas de leches para aliviar sus necesidades?”. También hizo referencia al esfuerzo y necesidad que significa para los compañeros mayores, continuar en la lucha por el 82% móvil: “Creo que la única forma de enfrentar esta crisis y poder abrirle la mano al gobierno es con la lucha, como se demostró con la multisectorial en el parazo del 20 de noviembre”.
Lidia Braceras expresó la grave situación que se vive en las escuelas y la crisis que deben enfrentar las docentes, con salarios muy bajos que hacen que deban trabajar en dos o más cargos. En un sindicato conformado mayoritariamente por mujeres se puede ver que en muchísimos casos la jornada de laboral es triple, ya que al trabajo en la escuela se le suman las tareas del hogar. Contó cómo el sistema ha pugnado por dividir a los distintos sectores y ha enfrentado a los padres con los docentes. Denunció que la situación de la escuela pública se ha deteriorado, pero a la vez se demuestra el esfuerzo de las y los docentes por sostener y pelear en defensa de la escuela pública. En este sentido, desde Suteba Quilmes se promueve la unidad de la comunidad educativa y diversos sectores, por todas las necesidades en relación a una mejor calidad educativa, de infraestructura, salario y también está al frente de temas muy sentidos como el femicidio de la docente Natalia López.
La conquista de la guardería, un ejemplo a seguir…
Cerró el panel María Rosario, quien comenzó contando sus inicios como trabajadora de fábrica y la participación de la heroica lucha de la que fue parte: “Mi destino era ser obrera, obrera y delegada de mis compañeros… Las mujeres encabezaron la lucha en Terrabusi cuando, a causa de la ‘gripe A’, pretendían descontar los días en que las madres se ausentaban por cierre de los jardines maternales de la planta a causa de la emergencia sanitaria, luego los compañeros apoyaron esa lucha que comenzaron las mujeres”.
María nos relató cómo fue el proceso por la conquista de la guardería:” Cuando abrió la fábrica las mujeres eran mayoría, porque se necesitaba de una mayor labor manual. Ahí comenzó la contradicción, porque las mujeres tienen hijos, y se empezó a vislumbrar la necesidad de un lugar para dejar a sus hijos. Las más antiguas hicieron un petitorio para solicitarla. Al comienzo solo era un jardincito chico, y las mismas obreras hacían de maestras. Pero cada vez eran más las que tenían hijos. Y ahí se empezó a luchar para que se modernizara el jardín (porque hasta ese momento parecía un depósito de niños). Se realizó una movida a Recursos humanos que unía a todos los trabajadores (madres, solteras, compañeros). Mediante todo esto se logró que se amplíe, con maestras jardineras, inglés, huerta, gimnasia.
“Las madres están orgullosas de ese jardín, y lo van a pelear. Porque funciona desde que ingresas en la fábrica, desde tres meses a cinco años, y los niños salen directo a primaria. Además les tienen que brindar el desayuno, almuerzo, leche, pañales. Es una gran conquista de las compañeras y los compañeros, que todavía no han logrado sacar. Conquista que es un ejemplo tanto para los barrios, como para los lugares de estudio.”
Terminadas las exposiciones, las preguntas al panel se transformaron en una charla entre amigos, donde las empanadas, las pizzas y el mate no faltaron para calentar la tarde. Muchas fotos, mucho reencuentro entre amigas, y la certeza de volvernos a ver en noviembre, en el 28 Encuentro Nacional de Mujeres.
