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02 de octubre de 2010

Una experiencia única, en donde miles de mujeres debaten sus problemas específicos, esta vez a pocos días de las elecciones nacionales.

Las mujeres hacemos oír nuestros reclamos

22 Encuentro Nacional de Mujeres, Córdoba, 13, 14 y 15 de octubre

El Encuentro aparece como una rutina, pero no es así, no es siempre lo mismo, porque es parte de la política argentina. Es parte de la lucha porque en nuestro país se profundiza la explotación, la opresión de nuestro pueblo y de nosotras, las mujeres. Año tras año, el Encuentro es impulsado por una gran masa de mujeres, expresa cómo vivimos y cómo nos organizamos para luchar contra lo que nos oprime. Año tras año el Encuentro es defendido y desarrollado por las miles de mujeres jóvenes, adultas y mayores que lo hacen suyo. Cada año nos encontramos con formas de lucha y experiencias distintas, y avanzamos en el debate sobre el abanico de temas que se abren en cada taller.

Existe el Encuentro porque existen nuestros problemas específicos, como parte de la opresión de género. Ha sido creado sobre la base de los graves problemas que padecemos las obreras, las amas de casa, las campesinas, las originarias, las profesionales, las jóvenes de nuestro país. Existe el Encuentro porque juntas nos fortalecemos, aprendemos y profundizamos la pelea para barrer con la doble opresión.

Que año tras año se realice el Encuentro preocupa a las clases dominantes y sus servidores, terratenientes dueños de la tierra, imperialismos, sectores reaccionarios de la Iglesia, gobiernos como el de K y su señora esposa. Son estos sectores los que vienen provocando y realizando acciones concretas para que desaparezcan; lo vimos cuando intentaron hacer un encuentro paralelo en San Juan; cuando agredieron de varias maneras actividades en Mendoza; cuando trataron de impedir el funcionamiento de algunos talleres en Mar del Plata, etc. La continuidad de los Encuentros les preocupa. Les preocupa su vigencia, su convocatoria, su desarrollo, su masividad.

El espíritu “encuentrista”

Un elemento clave para entender el por qué de la continuidad de los Encuentros, con la participación cada vez más grande de miles de mujeres, es lo que llamamos su espíritu. Con esto queremos decir muchas cosas: en los Encuentros nadie nos viene a dar cátedra, somos todas iguales y tienen voz las que nunca son escuchadas y debatimos nuestras ideas con una forma horizontal de organización. Ese espíritu está en los talleres, allí contamos experiencias, expresamos ideas y debatimos. Los talleres son soberanos y en las conclusiones se reflejan todas las opiniones.

Hay quienes quieren cambiar la forma de discusión en los talleres; se quiere imponer que se vote luego del debate, argumentando que es la forma más democrática, pero nuestra experiencia nos muestra que el voto no es sinónimo de democracia… Una cosa es la organización sindical, los gremios, las asambleas en los barrios, los congresos, donde cada uno viene haciendo discusiones previamente y cada uno tiene una posición política tomada para definir un asunto. En el Encuentro, justamente nos encontramos las mujeres, muchas de ellas de distintas organizaciones políticas, gremiales, culturales, de distintas zonas, de distintas edades, con distintos trabajos, y no participamos del taller como representante de nuestra organización sino como mujeres. Quizá llegamos con una idea y salimos con esa idea enriquecida o transformada. Y la forma de consensuar esas ideas para escribir las conclusiones es la más democrática y nos ha mantenido unidas durante todos estos años.

En los Encuentros participan mujeres, algunas por primera vez, otras vienen (como dicen) a aprender, a traer sus experiencias y a escuchar, y sería antidemocrático obligarlas a votar porque distintas corrientes tienen una posición. Lo democrático es el consenso, donde todas las opiniones de las que tienen más experiencia y de las más nuevas, queden reflejadas en las conclusiones. Así todas aprendemos y conocemos las experiencias de los distintos lugares del país, sin la presión de votar.

Para todas el Encuentro es una verdadera escuela, y volvemos a nuestras organizaciones, a nuestros lugares de trabajo, a nuestras familias, a nuestros barrios, con nuevos conocimientos, a profundizar las luchas por transformar nuestra realidad.

Las luchas contra la política K

Las mujeres venimos protagonizando, junto al conjunto del pueblo, las luchas que desnudan la política de Kirchner, la política que recauda más y nos empobrece más. Solo por dar un ejemplo, en septiembre recaudó 16.700 millones, lo que significa un aumento del ¡31%! La política de los índices truchos y los precios por las nubes (el tomate a $ 15 el kilo por nombrar un ejemplo).

En Córdoba, nos encontraremos las trabajadoras que vienen peleando por aumento de salario, las amas de casa que vienen luchando contra la carestía, las desocupadas que pelean por trabajo genuino, las que defienden su fuente de trabajo, las que recuperaron fábricas, las obreras del pescado que vienen enfrentando la política del gobierno y los empresarios de la pesca, las docentes en lucha en todo el país con un papel destacado en las movilizaciones por Fuentealba, las originarias en su lucha contra el hambre que mata y por la tierra, las campesinas y obreras rurales. Las que vienen cortando rutas contra las papeleras, las minas a cielo abierto y otros desastres ambientales.

También las que vienen luchando por la libertad de Romina y cárceles a los violadores, contra la violencia ejercida sobre la mujer; la desaparición de mujeres y niños en manos de las redes de prostitución y la conquista del derecho de las mujeres a la anticoncepción y el aborto, las que exigen la aparición con vida de López y quieren barrer la ley antiterrorista que impuso el gobierno. Todas vamos a confluir en este 22º Encuentro.

La historia ha demostrado que solo se avanza con la lucha social y política. Todos estos años nos han demostrado que el secreto de nuestros avances está en cómo integramos las luchas sociales y específicas a la política.

El Encuentro estará teñido del debate electoral. El debate franco ayudará a desplegar los argumentos que sirvan para avanzar al conjunto de las mujeres. Para enfrentar el fraude y las mentiras K no creemos que el camino hoy es el de las urnas, por eso llamamos a votar en blanco, nulo o no votar.

Hay una brasa encendida que se prendió en el Argentinazo del 2001, y existe un viento que sopla junto con las luchas de nuestro pueblo, que son los Encuentros Nacionales de mujeres. Son 22 años de Encuentros. En medio de este complejo momento, la lucha la desarrollamos en la calle, en las fábricas, en el campo, en los colegios y universidades, en los barrios y en los todos lugares donde haya injusticias, porque no luchamos por lo posible, luchamos por lo necesario y hoy mucho de lo necesario es posible.