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17 de octubre de 2018

Valeria Fernández, delegada de género en el Astillero Río Santiago

Las mujeres somos protagonistas en el Astillero

Durante el 33 Encuentro Nacional de Mujeres, nuestras enviadas entrevistaron a la compañera Valeria Fernández, delegada de género y con 16 años de trabajo en el ARS.

Valeria Fernández comenzaba diciendo: “La necesidad de tener delegadas de género en el ARS surgió cuando, en el 2002, empezamos a entrar mujeres a trabajar a la fábrica, yo soy una de las primeras. La peleamos, y en el 2005 logramos, en la primera elección, tener delegadas de género, dada la cantidad de compañeras mujeres. La mayoría estaban destinadas a trabajar en oficinas. En Producción, muchas estaban trabajando, pero era un trabajo de oficina, en asuntos administrativos. Hasta que llegamos las más jóvenes, quienes veníamos de la Escuela Técnica del ARS, y comenzamos a entrar en Producción.
«Las delegadas de género salieron desde la necesidad, porque llegamos a un taller que está diseñado cien por ciento para hombres. Hubo que adaptarlo para que haya mujeres. Administración tenía todo preparado para que haya chicas: vestuario, baños, todo. A partir de esas necesidades, más allá de las diferencias entre Producción y Administración, jugó la cantidad de mujeres que se fueron sumando”.
-¿Cuáles fueron los cambios puntuales para que las mujeres entraran a Producción? 
-Lo fundamental, fueron los baños para mujeres. Porque estaba todo preparado para baños colectivos de varones. Tras una lucha, logramos copar los baños de los supervisores, que tenían baños individuales. En la medida en que fuimos sumando más chicas a Producción, una de las cuestiones que se revisó fue la convivencia diaria con los compañeros, los códigos de trabajo… tené en cuenta que la mujer estaba considerada para el trabajo en la oficina y nada más. Imagínate que entrar a trabajar a Producción, codo a codo con los compañeros, significó que tuvieran que adaptarse ellos y nosotras también.
Las compañeras que venían de antes estaban luchando para tener un espacio para una guardería, para que las madres que estamos ahí adentro, podamos dejar a nuestros hijos. Logramos la guardería, logramos el día femenino. La guardería primero la logramos con el pago, que al principio se le hacía a las mujeres, pero luego, logramos que se extendiera hacia los hombres también, porque había compañeros que estaban solos con sus hijos y que también necesitaban una mano. En el 2012 se logró la guardería dentro de la fábrica para todos. Primero tiene prioridad la mujer trabajadora, y después el resto de los compañeros. Esos fueron los logros más visibles desde que entraron las mujeres a producción.
-¿Entraron los debates sobre la ley de salud sexual y reproductiva en la fábrica?
-Dentro de la fábrica, no. Porque más allá de que nos podamos reunir, no nos juntamos en asamblea de mujeres de manera regular. Es complicado, además, dada la situación de la fábrica. Nosotras vamos más a cuestiones puntuales dentro de la fábrica. Desde el maltrato de compañeros, discriminación, o machismo… muchas veces se confunde preocupación con machismo. En la última represión que sufrimos, el 21 de agosto en La Plata, nos decían: “bueno chicas, ustedes son mujeres, vayan para atrás”. Y nosotras que le decíamos “qué para atrás, aguantá flaco, yo quiero ir adelante…”. Algunos compañeros no se acostumbran a que en Producción haya mujeres, otros ya sí se acostumbraron…
-¿Cómo ha sido el protagonismo de las mujeres en estos meses de lucha en defensa del Astillero?
-La mujer del Astillero siempre estuvo presente en las luchas. Con la diferencia de que siempre estuvo acompañando pero esta vez, estuvo como protagonista, siempre al frente. Ahora, la mujer toma protagonismo, hablamos en asambleas generales, llevamos nuestra bandera, tiramos piedrazos, alzamos nuestra voz. Los compañeros lo vieron; ahora somos más respetadas a la hora de hablar. Antes no hablábamos porque no sabíamos o nos dejaban para lo último, o directamente no nos dejaban hablar. Ahora ya no, cada vez que una compañera quiere hablar, quiere opinar, hablamos y nuestro lugar tiene más representatividad.
-¿Cómo ha sido la participación de ustedes en el Encuentro Nacional de Mujeres?
-En medio de todas las dificultades que venimos teniendo en la empresa nos organizamos tarde. Por eso peleamos que hubiera una delegación de compañeras desde ATE-Ensenada. Vinimos al Encuentro con mucho sacrificio. Logramos venir siete compañeras. Pero también vinieron compañeras de la fábrica por diferentes organizaciones a las que pertenecen.

Hoy N° 1739 17/10/2018