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15 de junio de 2016

Nuestro corresponsal entrevistó al compañero Jorge Penayo, de la Comisión Interna de Mondelez, sobre el proceso de lucha por los reclamos paritarios.

Las paritarias de la alimentación

Volvieron las asambleas generales a Mondelez

—¿Cómo viene la lucha de paritarias en la alimentación?

—¿Cómo viene la lucha de paritarias en la alimentación?
—En marzo desde la Comisión Interna planteamos un plus como puente hasta las paritarias. Reclamamos $4.200 y la empresa otorgó sólo $2.000. Esto después de varias negociaciones en el Ministerio de Trabajo. Así llegamos a la paritaria. El sindicato llamó a plenario, después de eso plantearon parar la fábrica porque ofrecían un 25%. El pedido inicial de la Federación era $16.500, un 48% de aumento. Trabajo dictó conciliación obligatoria tres días antes de los paros por dos horas convocados en toda la alimentación. Era por 20 días, y se extendió todo mayo, casi sin avances. Pasaron del 25 al 28 y luego al 30%, y ahí está estancada la negociación. Un nuevo plenario llamó a paro de dos horas el viernes 10. Se adelanta el sindicato capital y llama a paro de dos horas por turno a partir del 7, cuando terminaba la conciliación. El miércoles 8 se hizo una marcha de la Federación hasta las cámaras empresarias, con mucha gente de todas las provincias. Ahí se vuelve a plantear paro de dos horas a partir del 10 y de cuatro horas a partir de lunes 13 en toda la alimentación.
 
—¿Qué pasaba en Mondelez?
—El martes 7 el sindicato quiso parar de prepo en el turno mañana y lo sacaron rajando. Como había una decisión del plenario del sindicato capital, nosotros entramos en el turno tarde a plantear la importancia de que nos acoplemos a la medida de fuerza: dos horas por turno. La empresa rápidamente salió en los sectores para dividir; en el turno mañana le salió bien, no se pudo parar. A la tarde pudimos parar, se hizo una asamblea que votó acompañar la medida de fuerza. En esas dos horas se hizo la asamblea. Metimos que no es únicamente salario lo que se tiene que discutir en paritarias, también condiciones de trabajo, convenios, la automatización, la robotización, el avance que hace la fábrica en la línea. 
En el turno noche ese mismo martes también se paró la línea y se hizo asamblea. El PTS intentó dividir en los dos turnos diciendo que se les estaba imponiendo el paro de manera aintidemocrática, que no era una asamblea, con lo que coincidían con la empresa en no querer que se hagan asambleas. Todo para embarullar. Nosotros decíamos que para poder hacer una asamblea tenías que parar la fábrica. 
Era la única manera que pudieran participar todos los sectores. Lo que ellos hacían antes, cinco minutos antes de entrar los turnos, no es asamblea, porque hablan ellos, habla uno más y se va toda la gente, no es resolutiva. Trabajamos el miércoles y el jueves para poder hacer la asamblea del turno mañana el viernes. Y costó.
 
—¿Cómo lo trabajaron?
—Desde el miércoles a la mañana entramos, los compañeros de la Interna de ese turno junto a otros de la tarde y la noche, a los turnos del comedor, y volvimos a plantear la importancia de unirnos en toda la alimentación. Las asambleas de los turnos tarde y noche resolvieron acoplarse a la medida de paro del viernes. Pese a que ya teníamos mayoría queríamos que lo discutan los compañeros de la mañana, para poder sacar una resolución conjunta. Nos metimos a las 5.30 en el comedor para informar que íbamos a parar la línea para hacer asamblea general. Se meten de vuelta los del PTS. Lo de siempre, todo barullo para que la gente se enoje, así fue. Llegaron las 6 de la mañana y cada uno fue a su línea. 
Entonces fuimos a las 6.20 a reunir a todos los amasadores, porque de ahí se para la tolva. Se hizo una asamblea en ese sector, mientras tanto se iban parando algunas líneas. Con mucha discusión decidieron cortar, “que vengan todos los sectores y vamos a discutir”. De a poco iban asumiendo la importancia que teníamos que estar todos juntos. Lo que pesa mucho es que en los seis años que estuvo la otra interna nos descontaron los días de paro. A las 7 de la mañana se paró la amasadora. A las 8 empezaron a cortar en las líneas de envasamiento. Mientras, desde la Interna íbamos tanteando la posibilidad de juntarnos. Vinieron y fue masivo. Depósito, Mantenimiento, todos los sectores. Fue una de las asambleas más masivas, hacía rato que no se hacían, salvo hace tres años cuando falleció un compañero. Pero por salario y otras cosas, después del 2009 nunca más se hizo una asamblea general.
Nosotros abrimos como Comisión Interna, planteando la importancia de discutir, y que comprendemos todo lo que plantean los compañeros, que no quieren perder un peso, que justo viene el aguinaldo, otro que tenía miedo, otro que sí quería parar, estaba todo. Y reafirmamos que nos teníamos que reunir para decidir entre todos. Hablaron varias compañeras y compañeros de las líneas. El PTS de vuelta metiendo confusión, que están de acuerdo con la lucha pero que la gente no quiere parar porque le tiene desconfianza tanto al sindicato como a la comisión interna. Mete confusión, y de la patronal no habla. Nosotros tampoco tenemos confianza en la dirección del Sindicato, estamos afuera de las negociaciones, pero yo entiendo que hay que luchar. 
 
—¿Qué discutió la asamblea?
—Las intervenciones de los compañeros de la interna estuvieron muy bien: el tema del bolsillo, que tenemos que dejar las banderas, los colores, tenemos que estar todos juntos, están nuestras familias, no nos alcanza la plata, nos tenemos que involucrar, somos los que menos ganamos en el turno mañana. Todo el resto de la alimentación está parando, y el año pasado no se ha parado, hemos quedado muy mal con todo el resto de la alimentación, Kraft siempre se ha caracterizado por ser una fábrica que ha luchado. 
Habló la compañera María Rosario, la han aplaudido todos, muy emotivo. Fue muy emotiva la asamblea, hablaron compañeras muy de abajo, compañeras antiguas. Compañeras que nunca han hablado. “Está el pan, la leche y la educación de nuestros hijos, ha aumentado todo, la luz, el gas, el transporte, es muy importante que lo tomemos los trabajadores”, decían. Que teníamos que estar todos juntos, unidos. Hubo críticas al sindicato por falta de información. También hubo autocritica de la interna por falta de información. Después de dos horas de discusiones, unánimemente votaron parar y hacer la medida de Federación. Así que se paró casi tres horas en el turno mañana y votaron parar cuatro horas el lunes 13.
Ese mismo viernes se volvió a hacer asamblea en el turno tarde, con paro de las líneas, para acatar también la resolución del turno mañana y Federación, que el lunes se pare las cuatro horas. Se votó unánimemente, y turno noche también se hizo una nueva asamblea y se resolvió el paro. Seguramente se volverán a hacer asambleas en los tres turnos para ver como seguimos. 
En este corto plazo ya se hicieron 5 o 6 asambleas, esto teme la fábrica, porque pierde el control de sus trabajadores cuando se hace asamblea general. Si no hay asamblea y no se unifica el criterio de los trabajadores, como pasaba antes en el turno mañana ¿Quién gana?, la empresa. ¿Quién le hace el juego?, el PTS porque es el que no quiere que se una para discutir todo eso. Así que extraordinario.
Las cámaras empresarias vienen duras. Ofrecen 30% en tres cuotas, muy miserable: 17% a partir de mayo, 8% a partir de noviembre y 5% recién en marzo del año que viene. Las asambleas de los tres turnos ratificaron el planteo de un salario inicial de $16.500, que no se descuenten las horas de paro ni los premios, y recategorización por la automatización y la robotización. Si en la semana que viene no tenemos solución, tenemos que discutir que se llame a un paro nacional de toda la alimentación.