En el marco de la transición energética producto del cambio climático, en la que el litio pasa a ser muy codiciado por las grandes potencias mundiales, Argentina se ubica como el cuarto productor mundial de carbonato y cloruro de litio.
La situación de extranjerización del litio, descrita en notas pasadas, que condena a nuestro país a la dependencia y la pobreza, se sustenta sobre un complejo entramado jurídico legal, garantizado por ciertos sectores del poder económico y político. Estos benefician a los monopolios financieros de los países imperialistas que se encuentran detrás de las empresas encargadas de extraer, comercializar y producir bienes con el litio extraído de nuestro país.
La Constitución Nacional, sancionada en 1994, establece en su artículo 124 que las provincias son dueñas originarias de los recursos minerales dentro de su jurisdicción aunque nada expresa sobre la regulación minera y la capacidad del Estado federal para intervenir en la actividad económica de los mismos. Las leyes específicas que brindan un marco regulatorio a esta actividad económica son el Código de Minería y la ley de Inversiones Mineras. Esta última, sancionada durante el menemismo, garantiza amplios beneficios impositivos, exenciones y estabilidad fiscal por el plazo de 30 años para las empresas mineras. Además, establece devoluciones en ganancias por los gastos de prospección y exploración y devoluciones de IVA por la compra de bienes y servicios destinados a la exploración. Esta ley limita al 3% la percepción en concepto de regalías que las provincias mineras pueden percibir. Ambas leyes pueden modificarse por mayoría absoluta en el Congreso.
En tanto, el Estado nacional percibe en concepto de retenciones únicamente el 4,5% de las exportaciones de litio, mientras que otras como la soja pagan entre el 30 y el 35%.
Entre los años 2010 y 2020 el Estado argentino obtuvo entre el 10% y el 28% de las rentas totales generadas por la actividad, es decir, que las empresas privadas se apropiaron del 72% al 90% de las rentas. Se suma a esto la subdeclaración de exportaciones, mecanismos de elusión fiscal y generosos incentivos tributarios que recibieron a modo de exenciones.
Esta situación desfavorable para nuestro país se agrava al comparar nuestra realidad con la de otros países de la región. Chile, por ejemplo, presenta un esquema de regalías escalonado que llega hasta el 40%. Además de los aportes para la investigación y el desarrollo que están obligadas a hacer las empresas que lo extraen, Chile obtiene una renta del 36% por su participación en la extracción del litio a través de una empresa pública. En estos días el presidente chileno, Gabriel Boric comunicó que nacionalizará la industria del litio y creará una Empresa Nacional del Litio independiente para producir el metal. Cualquier privado, ya sea extranjero o local, que quiera explotar litio en este país deberá asociarse con el Estado. Por otra parte, en Bolivia se está comenzando a desarrollar la extracción del litio a través de una empresa estatal y el presidente mexicano, López Obrador, recientemente nacionalizó gran parte de sus reservas.
La falta de medidas regulatorias y las facilidades que las leyes argentinas otorgan a las empresas que extraen litio nos ubica como una presa fácil para los imperialismos en la región del mundo que más litio concentra. El agravamiento de la disputa interimperialista genera una situación muy dinámica en la que se pueden producir grandes cambios en torno a la disputa por el control y el desarrollo de este mineral.
Detrás de estas grandes empresas beneficiadas se encuentran los principales fondos de inversiones que diagraman las políticas que oprimen a los países de Latinoamérica y el mundo. Livent, una empresa 100% estadounidense que explota el salar del Hombre Muerto en Catamarca, tiene como principales dueños a los fondos de inversión BlackRock, Vanguard y Wellington Mangement Group LLP. Allkem –empresa que controla la mayor parte de Sales de Jujuy- cuenta con el Banco estadounidense JP Morgan y el británico HSBC entre sus principales accionistas, mientras que el restante porcentaje de Sales de Jujuy se encuentra en manos de la japonesa Toyota Tsusho y una parte menor en manos del gobierno jujeño. El carbonato de litio que se produce en Jujuy es adquirido por la automotriz Toyota Tsusho, que luego exporta al mercado asiático, principalmente a Japón, China y Corea del Sur. También al mercado europeo. A su vez, Toyota autoconsume una parte del recurso para fabricar su propia cadena de vehículos.
Estos bancos y fondos controlan gran parte de la deuda externa Argentina en manos de privados e invierten las ganancias que obtienen de negocios fraudulentos como con el litio en grandes empresas monopólicas como: Microsoft, Apple, Pfizer, Coca Cola, Bayer-Monsanto, entre otras.
Este cuadro se completa con la participación de otros imperialismos en el negocio del litio en la Argentina. En los próximos años nuevos proyectos de exploración y producción de litio serán llevados a cabo por China (9), Estados Unidos (2), Francia (1), Corea del Sur (1), Reino Unido (1) y Japón (1).
Según el último informe mensual de exportaciones mineras publicado por la Secretaría de Minería, las exportaciones de litio se concentran en pocas manos. Durante los primeros tres meses del 2023 China se hizo con el 31 % de nuestro litio, con el mismo porcentaje (31%) se quedó Japón, Estados Unidos con el 13%, Corea del Sur con el 12% y el resto de países con el 13%.
Argentina cuenta con las condiciones necesarias para desarrollar una importante industria del litio en todas sus aplicaciones. Además de la extracción del mineral, la mano de obra y la experiencia técnica, en breve la Universidad de La Plata junto a Y-TEC –subsidiaria de YPF- comenzaran a producir baterías de litio en nuestro país. Es necesario declarar al litio como recurso estratégico, establecer un plan de desarrollo y crear una Empresa Nacional de Litio que nos permita avanzar en la recuperación de nuestra soberanía sobre los recursos, el desarrollo, la producción y la aplicación del litio argentino.
Escriben Camilo Sanchez y Ale Mattei
Hoy N° 1959 26/04/2023