Noticias

09 de mayo de 2012

Tierra tomada: Una serie de ocupaciones se sucedieron los últimos meses y se acrecentaron en estos días. Villa G. Gálvez, en jaque frente a una ola de usurpaciones. El fenómeno preocupa a las autoridades, que buscan soluciones. Proyecto en el Concejo” (La Capital, 6/5/12)

Legitimar el justo reclamo de viviendas

Hoy 1418 / En Santa Fe

En la ciudad de Villa Gobernador Gálvez se han producido 8 ocupaciones de terrenos ociosos por parte de familias de trabajadores y sectores populares.
Esto que arrancó hace un mes se ha extendido como una gran mancha de aceite, demostrando la sed de viviendas que tienen inmensos bolsones de población, cuyos salarios, la mayoría en negro y otros, con ingresos que no le permiten aspirar a una vivienda digna. En una palabra, los ocupantes son trabajadores pertenecientes a las empresas de la zona.

En la ciudad de Villa Gobernador Gálvez se han producido 8 ocupaciones de terrenos ociosos por parte de familias de trabajadores y sectores populares.
Esto que arrancó hace un mes se ha extendido como una gran mancha de aceite, demostrando la sed de viviendas que tienen inmensos bolsones de población, cuyos salarios, la mayoría en negro y otros, con ingresos que no le permiten aspirar a una vivienda digna. En una palabra, los ocupantes son trabajadores pertenecientes a las empresas de la zona.
Finalmente ante la inacción de la nación, provincia y municipio, los vecinos decidieron tomar en sus manos el problema y ocuparon. Inmediatamente surge el intento de amedrentar mediante la consabida fórmula de lo “ilegal”, “la usurpación”. Esto se transforma en amenaza de desalojo. Pero los vecinos convencidos de la legitimidad de su reclamo no ceden un tranco y resisten. Es entonces que el intendente González intenta una maniobra patoteril y entra a patear con algunos punteros los precarios ranchos levantados. Después de la sorpresa inicial, los pobladores comienzan a rodearlo y éste cambia rápidamente su discurso, y dice que se queden que va a ver cómo lo puede resolver.
En asambleas de alrededor de más de 300 personas se va conformando una línea de acción con los siguientes puntos:
a) Un lote por familia.
b) Armar ya la “casita” que demuestre la voluntad de vivir en el lugar.
c) La tierra no se vende. Esto para evitar las especulaciones y las avivadas y neutralizar a los punteros.
d) Plantear al intendente el loteo social y la autoconstrucción de viviendas.
Todo ello es volcado en un petitorio que le es entregado en persona al intendente. Este responde hablando, en una reunión con los vecinos, con los dueños de los terrenos, proponiéndoles que lo vendan en forma de loteo para no perder todo, dice, ya que ningún juez se va a hacer cargo y él tampoco va a desalojar. Quedaron en contestar. Mientras tanto el intendente les propone a los ocupantes que se queden en los lugares hasta ver como soluciona el problema. A su vez ante el pedido de la bloquera municipal, la pone a disposición como así también arena. Por otra parte, se le solicita armar una Mesa Social integrada por nación, provincia y municipio conjuntamente con los vecinos para abordar adecuadamente el problema. Hay que decir que este intendente fue el mismo que hace un mes dijo “aquél que ocupe un terreno, lo voy a sacar a patadas en el culo (sic)”.
En una nueva y masiva asamblea, y luego de un profundo debate, el conjunto de vecinos resuelve concurrir a la Municipalidad, el lunes 7 de mayo, a una nueva entrevista con el objetivo de que sea el propio municipio que compre los terrenos y éste haga el loteo social.
Hay que apoyarse en la espontaneidad de los justos reclamos de amplios sectores de la masa, dándole una correcta dirección. Esto significa provincializar el movimiento y se puede lograr a través de un Encuentro provincial de ocupaciones que transforme la necesidad en legitimidad.