En nuestro país, el derecho a la vivienda y a un trabajo digno para todas las personas que habiten este suelo es constitucional, sin embargo, millones de argentinos y argentinas no tienen -ni han tenido históricamente- un acceso garantizado a estos derechos, generando una situación de profunda desigualdad.
Según las últimas estimaciones del Indec, a finales del año pasado la pobreza alcanzaba al 35,5% de la población y la indigencia llegaba al 8%. Un cuarto de los hogares del país se encontraba por debajo de la línea de pobreza, lo que equivale a 10 millones de personas. Mientras que en el primer trimestre de este año el desempleo trepó al 10.4% de los habitantes.
Producto de estas políticas de ajuste, en miles de barrios, villas y asentamientos de nuestro país se agravaron las condiciones de vida. Según datos del último informe de la Encuesta Permanente de Hogares, al primer trimestre del 2019, casi el 5% de la población se encontraba en situación de hacinamiento crítico. Por otro parte, alrededor de la mitad de los hogares del país no accede, al menos, a uno de los servicios básicos necesarios.
Poco meses después de asumido el gobierno de Alberto Fernández se desató la pandemia de coronavirus que golpeó a todo el mundo. La pandemia profundizó la crisis que atravesaba nuestro país heredada del gobierno de Macri y desnudó las necesidades que sufre nuestro pueblo.
De estas necesidades surgen las luchas que recorren todo el país. Cientos de compañeras y compañeros se pusieron a la cabeza de la lucha conformando comités de emergencia en fábricas, zonas agrarias, lugares de trabajo, barrios y asentamientos para reclamar por sus derechos.
De aquellas sombras y de estas luces surgió hace un tiempo, por parte de la Corriente Clasista y Combativa junto a las organizaciones sociales que conforman los cayetanos, la idea de crear un proyecto nacional de “Tierra, Techo y Trabajo”.
Como planteó el compañero Juan Carlos Alderete, uno de los diputados impulsores del proyecto, el mismo “dispone la creación de “Fondo Nacional Para el Acceso a la Tierra, el Techo y el Trabajo”, con un presupuesto inicial de $420.000.000.000 (pesos cuatrocientos veinte mil millones). Se propone la construcción de 375.000 soluciones habitacionales para la Etapa Anual Inicial. Y la generación de 1,5 millones de puestos de trabajo, directos e indirectos. Incluye un plan de soluciones habitacionales e infraestructura social en las 4.416 villas y asentamientos registrados en el Renabap. Desde la regularización dominial urbana y rural, hasta el tendido de infraestructura y servicios básicos”.
“Para que este proyecto sea posible es importante avanzar en el Aporte Extraordinario de las grandes fortunas, ya que una parte de ese aporte iría al Renabap. Como así también avanzar en una modificación tributaria donde los que más tienen sean los que más aporten, no como es ahora que proporcionalmente ponen más los que menos tienen”.
A través de la creación del “Fondo Nacional Para el Acceso a la Tierra, el Techo y el Trabajo” buscamos:
- Revertir la concentración de la tierra en pocas manos garantizando el acceso a la misma para pequeños y medianos productores.
- Tierra para vivir y trabajar.
- Generar miles de nuevos puestos de trabajo para recuperar el empleo.
- Aportar la experiencia y el trabajo de las cooperativas y de las PyMES de nuestro país en la construcción de viviendas para solucionar el déficit habitacional.
El proyecto, que ya cuenta con las firmas de 20 diputados y diputadas, tendrá su lanzamiento oficial el próximo 18 de septiembre en La Matanza. Posteriormente será presentado en la Cámara de Diputados.
Hoy N° 1832 16/09/2020