—¿Cuál es su impresión sobre el universo del libro hoy en día?
—En nuestro país, y en el marco del mercado capitalista, se ha acentuado el proceso de concentración y monopolización del mundo del libro. Hoy en día, unos pocos grupos editoriales y cadenas de librerías manejan lo fundamental del mercado de la edición de libros. También de las revistas. Es verdad que, igualmente, todavía hay un buen número de librerías de barrio y editoriales pequeñas. Pero hay una tendencia muy fuerte hacia el monopolio.
El sistema y las grandes empresas imponen lo que se tiene que leer, y, por lo tanto, lo que debe editarse y vender. Hoy es común entrar en una de las cadenas de librerías y encontrarse con que un 80% del espacio y de las vidrieras están dedicadas a dos o tres grandes grupos editoriales. Esto tiene un correlato en cuanto a los contenidos: enormes tiradas de libros que no duran más de unos pocos meses y luego desaparecen. Temas triviales, pasatistas, poca seriedad intelectual, poca creación.
Lo central es el rápido retorno de las inversiones con las ganancias ambicionadas como empresarios de cadenas internacionales, por lo tanto van tras best-seller o autores “famosos”. Este modelo atenta contra editoriales y librerías pequeñas, que se niegan a reproducir y promover con esos contenidos, y dificulta económica y financieramente editar contenidos. Abandona a los autores críticos y serios que no trascienden. Abandona a los lectores que quieren acceder a publicaciones y materiales que profundicen en temas de interés social y/o cultural.
—¿Cómo caracterizaría y cuál es el propósito de la Librería Raíces?
—Nuestra librería promueve y difunde lo que hoy podríamos llamarle el libro político y social. Y dentro de este espacio, más precisamente, difundimos la literatura marxista, a los grandes teóricos que dieron el marxismo-leninismo, los procesos revolucionarios, y, en especial, la obra de Mao Tse Tung. Así como los trabajos que se han destacado por integrar el marxismo a la realidad Argentina, y también latinoamericana.
Desde ya, también participamos y estamos interesados en los trabajos teóricos de todo el campo social: la economía política, la filosofía, la historia, la Psicología social… Nos sentimos parte del mundo de la cultura popular. Es por eso que junto a la librería desarrollamos un Centro Cultural donde organizamos presentaciones, charlas, peñas y otras actividades, junto a una sala teatral con una consigna que la define: “Por una cultura nacional científica y popular”.
Debemos señalar que antes incluso de tener la librería Raíces en donde funciona hoy, hubieron otras en Avenida de Mayo, en la calle Paraná, y finalmente en Montevideo al 600 de nuestra Capital.
Antes de estos intentos, se fue desarrollando una valiosa herramienta: nos referimos a Distribuidora Catari, para que la distribución de la literatura que nos preocupa esté presente en el mundo del libro. Desde ahí llegamos a librerías y kioscos de Capital Federal y atendemos también varias del interior. Debemos desarrollar más esto, para asegurarnos una llegada eficaz al interior del país.
Corresponde reconocer, que la inquietud por esta librería y la distribuidora, viene desde muchos años antes a los que nos veníamos refiriendo. Podemos recordar que desde los ‘70 se vino bregando por concretarlo. Pasó la dictadura y los riesgos de vida de muchos militantes por publicar resguardar y distribuir todo esto, por supuesto clandestinamente, como no podía ser de otra manera. Basta mencionar los materiales que vinieron de la China socialista, incluso otras ediciones que llegaron a nuestro país durante décadas, que todavía circulan entre nosotros.
A través de Catari llegamos a nuestros 23 años de Feria internacional del Libro que se hace en Buenos Aires. Esta experiencia nos impulsó a participar en numerosos eventos y Ferias del país. Concurrimos a muchas, como las de Berazategui, Ituzaingó (Pcia. Bs. As); Rosario, Villa Constitución, Casilda, San Lorenzo (Santa Fe); Chajarí (Entre Ríos) Jujuy y algunas otras. Tenemos como objetivo participar, también, de otras muy importantes como las de Córdoba, La Plata, La Matanza o Mar del Plata, nos gustaría mucho estar allí.
También participamos con stands o mesas en congresos, seminarios, conferencias, presentaciones, y otras actividades públicas.
La Feria del libro de Buenos Aires
La Feria internacional del Libro de Buenos Aires, y nuestra presencia allí, merecen una mención especial por su trascendencia. Ya nos estamos preparando para la del 2010, con varias actividades en el año del Bicentenario.
Tenemos allí un stand desde hace 23 años, desde el fin de la dictadura. Quería mencionarlo, ya que esto es continuidad de un proyecto editorial y librero que viene desde los años ‘70. Durante la noche negra de la dictadura, hubo amigos y compañeros que arriesgaron sus vidas en la tarea de publicar, guardar y difundir los libros que teníamos. Había que agudizar el ingenio y tener mucha valentía para mantener imprentas caseras, depósitos clandestinos, redes de distribución… La muestra de este heroico sacrificio está en que hoy seguimos teniendo materiales que en esa época venían de la China socialista, y de lo que fue la URSS, que no pudieron ser capturados por la dictadura.
Se caracteriza nuestro stand por la casi exclusividad de un tipo de literatura. La cantidad de jóvenes que nos visitan vienen en búsqueda de lo que exponemos, tanto como las ofertas de los tomos sobre la plusvalía, obras escogidas de Marx, Engel, Lenin, textos de Mao. También por los eventos, mesas redondas, presentaciones artísticas culturales por la que pasaron políticos, gremialistas, artistas, psicólogos, historiadores, ensayistas… siempre durante todos estos años con gran asistencia de público. Pasaron por los eventos producido y/o auspiciados por nuestro stand personalidades como Atahualpa Yupanqui, Suma Paz, Pedro Asquini, Ana Quiroga, Luisa Calcumil, Rafael Amor, Fermín Chávez, Otto Vargas, Claudio Lozano, Marcelo Lazcano, Daniel Muchnik, Mario Cafiero dirigentes sindicales de la CTA, de la CCC, docentes de la UBA, entre muchísimos más con los que quedaremos mal por no ponerlos en esta lista. Nos arrogamos el mérito de llevar los barrios, a los humildes, a los piqueteros, sectores del movimiento obrero, a nuestras actividades dentro de la Feria.
En definitiva, es una experiencia muy importante e imprescindible con la que pudimos entusiasmar a amigos, colegas, intelectuales, políticos, para ir armando una red para garantizar que esta literatura llegue al pueblo.
Como no confiamos que estos gobiernos, funcionales a un injusto y cruel sistema, se preocupen por el conocimiento y desarrollo de los pueblos, es que nos esforzamos por sostener esta política librera que aporte a la liberación en todos sus aspectos.
