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06 de septiembre de 2011

Un debate en las masas.

Lo posible para el gobierno K y lo posible en la realidad

Hoy 1385 / La hora política

1. Candela: asesinato e impunidad

El secuestro de Candela Rodríguez conmocionó al país. El pueblo de Hurlingham y las localidades de la zona se movilizaron día a día reclamando su aparición con vida. La aparición de su cadáver cerró las esperanzas y dio paso al dolor y a la bronca de un nuevo crimen impune.

1. Candela: asesinato e impunidad

El secuestro de Candela Rodríguez conmocionó al país. El pueblo de Hurlingham y las localidades de la zona se movilizaron día a día reclamando su aparición con vida. La aparición de su cadáver cerró las esperanzas y dio paso al dolor y a la bronca de un nuevo crimen impune.

Las versiones sobre los hechos se sucedieron de manera contradictoria. Lo único evidente fue que la policía, la justicia y el gobierno actuaban a ciegas. Y como no hay peor ciego que el que no quiere ver, volvieron a aparecer las conexiones entre la policía y las grandes bandas, o para ser más exacto, entre las grandes bandas y el Estado.

La reacción popular demuestra que el pueblo está harto de la impunidad de los crímenes que se cometen en su contra. Pasó mucho tiempo desde la publicación de los videos de la represión en La Primavera hasta que la justicia formoseña se dio por enterada y detuvo a dos oficiales de la policía provincial por el asesinato del Roberto López. La justicia, en Jujuy, investiga a las víctimas de la represión, y no a los asesinos, igual que en Indoamericano de la Capital Federal.

Así es la Argentina de “lo posible” según el gobierno K. Es la lucha democrática del pueblo la que ha demostrado que es posible ir más allá de la cancha marcada por el gobierno, la justicia y la policía. Así fue antes, con María Soledad Morales y las marchas del silencio, con Kosteky y Santillán y otros asesinatos. Y sigue la impunidad con este gobierno K, con Cuellar e Ibáñez, los pibes de Bariloche, Mariano Ferreyra,  Mario y Roberto López de La Primavera, los asesinados en el Indoamericano, etc.

Muy pocas veces se llega hasta el hueso, hasta los que dan las ordenes. Para eso, hace falta que truene el escarmiento popular, barriendo a fondo con este Estado podrido, instrumento fiel de los responsables de la opresión de las masas y el saqueo de la Nación. Y se pueda construir uno nuevo, basado en una verdadera democracia, en la que el poder de ese nuevo Estado esté en las manos del pueblo.

 

2. Alimentos y hambre

El gobierno lanza de su Plan Estratégico Agroalimentario con el que anuncia que la producción de granos llegará a 150 millones de toneladas, en una década. Si ya la Argentina produce alimentos para abastecer, se discute si a dos o tres países con la misma población que el nuestro, de resultar exitoso el plan, podría alimentar a cuatro o cinco países. Todo parece perfecto, menos la realidad.

El gobierno negoció con los empresarios, la CGT y el sello de Yasky un aumento del salario mínimo del 25%, muy por debajo del aumento de los alimentos que son la base del consumo popular. El nuevo salario mínimo llega a la mitad de la canasta familiar de algunas provincias y a un tercio en otras.

La asignación por hijo está congelada desde su lanzamiento, y el gobierno hace oídos sordos, hasta ahora, a la lucha de los desocupados por aumentarla. El salario de las cooperativas Argentina Trabaja está congelado a $ 1.200: la cuarta parte de la canasta básica. Nueve de cada diez trabajadores recibe un salario inferior a la canasta básica familiar, y 9 de cada 10 jubilados están por debajo de su canasta básica.

La Argentina de lo posible según el gobierno K, produce alimentos para 3 países como el nuestro y puede llegar a producir para 5 países. Pero el pueblo argentino que produce esos alimentos no puede satisfacer sus condiciones básicas de vida.

El problema es que en la Argentina K, los dueños de los alimentos son un puñado de grandes terratenientes, pooles, bancos y monopolios. Decía el gran poeta Yupanqui: “Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”. Ahora habría que decir: las penas son de nosotros; la tierra, el oro, el petróleo, la pesca, son ajenos.

La realidad demuestra que es posible ya que no haya desnutrición y muertes por desnutrición, ni enfermedades que se multiplican por la desnutrición, que haya 100% de escolaridad primaria y secundaria sin chicos que se desmayan de hambre, que haya viviendas donde no se propague el Chagas y otras enfermedades, etc.

Es posible ya. Pero no con dueños de la tierra, como los Blaquier, que explotan a sus obreros, ahogan a los pueblos que rodean con sus latifundios, y ordenan represiones asesinas, y monopolios como Cargill acusados de tener trabajadores en condiciones de esclavitud.

Es posible ya si en lugar de un plan para hacer más de lo mismo, por ejemplo, se lanzara un plan de un millón de nuevas chacras que dieran trabajo a un millón de familias. Y que en esas chacras, en lugar de soja y azúcar para fabricar biocombustibles se produjeran alimentos para el pueblo y se exporten solo los excedentes. Y un plan de lotes para un millón de viviendas sociales, lo que daría trabajo, para construirlas (con sus escuelas, sus hospitales, etc.) a gran parte de los que hoy están desocupados.

 

3. La tierra: ¿menos o más extranjerizada?

Otro ejemplo de lo posible según el gobierno K es su proyecto sobre extranjerización de tierras. Hoy la tierra en manos de capitales extranjeros suma una superficie igual a la que ocupan las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Con el proyecto de ley K, en lugar de frenar esa exntrajerización, podrá seguir creciendo hasta ocupar una superficie igual a Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.

Sin embargo, es posible hacer retroceder no solo la extranjerización sino también la concentración de la tierra. Se pueden recuperar las tierras de la corona inglesa traspasadas a testaferros, las de Lewis (un agente inglés con un aeropuerto propio que es parte del dispositivo pirata de Malvinas), las tierras que varios gobiernos provinciales han vendido (hasta por un peso la hectárea), expulsando a comunidades y familias que en algunos casos las habitaban desde hace siglos, las tierras ociosas que un gobierno reformista como el de Illia les impuso punitorios que hoy, un gobierno que se dice nacional y popular, considera “imposibles”, etc.

La lucha campesina y originaria, y la de los desocupados y migrantes, ha comenzado a lograr conquistas sobre la tierra para vivir y trabajar. El camino se ha visto hace semanas, en Libertador, donde le arrancaron 40 hectáreas a los Blaquier, y un lote para cada jujeño que lo necesite. Pero también en esto, para conquistar una reforma agraria y urbana integral, habrá que dar vuelta la tortilla y acabar con el reinado de los grandes terratenientes y monopolios.

 

4. La confrontación con el gobierno K

Marcada la cancha por las elecciones del 14 de agosto la batalla política está entre las masas que no solo no quieren retroceder sino que quieren avanzar. Un debate en las masas, alrededor de ¿qué es lo posible?

La directora del FMI declaró que “el mundo está a punto de caer en una nueva recesión económica”, y agregó que “el problema no es que vayamos a caer en la recesión, sino que nunca hemos salido de ella; y parece que va a durar mucho tiempo (El País,5/9). Al día siguiente se derrumbaron las bolsas en todo el mundo, también en la Argentina. Recesión es la palabra con la que encubren una nueva fase de la crisis mundial.

El gobierno K se dispone quemar sus cartuchos para llegar sin sobresaltos a las elecciones de octubre. Saquea el Banco Central, el Anses y el PAMI para balancear los ingresos con los gastos. Sin ese saqueo las cuentas estarían en rojo por $ 2.700 millones mensuales (según datos de Idesa).

El gobierno K sostiene que su política mantiene a la Argentina “encapsulada”, a resguardo de la crisis mundial. Ha hecho y va a hacer concesiones, son parte del plan electoral. Concesiones a reclamos de la lucha popular presentadas como bondades del gobierno.

Será clave, entonces, antes y después de las elecciones, la lucha por las condiciones de trabajo, de vida y de estudio de las masas obreras, campesinas, estudiantiles y populares. También las conquistas en el terreno nacional, ya que “el contagio” de la crisis se basa en los lazos de la dependencia: pago de la deuda ilegítima y fraudulenta, intercambio desigual en el comercio exterior, fuga de divisas, extranjerización de tierras, ruptura de los acuerdos menemistas por Malvinas, etc.

Y son claves las luchas contra la represión y la criminalización de la protesta social. Hay que impedir que la represión asesina de Libertador quede impune. También, dar una amplia solidaridad a los petroleros de Santa Cruz que luchan contra la intervención a su sindicato, lo que sienta un precedente reaccionario que hay que aplastar.

En ese contexto, integrando las luchas con la campaña política de masas, el PTP y el PCR tienen una gran batalla política confrontando con el gobierno K, defendiendo a los frentes que integran en cada provincia, peleando el voto a esos frentes y la ficha de afiliación al PTP. Particularmente en las grandes empresas.

No todos los resultados electorales están cerrados. En Formosa, casi en silencio en los medios nacionales, el gobernador K, Insfrán, maniobra para acomodar las elecciones a su medida, pero se le ha cruzado un amplio frente opositor, encabezado por el cura Nazar, desafiando a ese gobierno fascista.Y este domingo estamos con el Movimiento Proyecto Sur las elecciones del Chaco, y con el Frente Amplio Progresista correntino.