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11 de octubre de 2017

Lo que más crece es la deuda

Con los “brotes verdes” de Macri

Según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la deuda externa bruta total del país, tanto pública como privada, ascendió a 204.818 millones de dólares al 30 de junio pasado, frente a los 176.813 millones de dólares de mediados de 2016. Es decir, en un año creció 28.005 millones de dólares.

Según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la deuda externa bruta total del país, tanto pública como privada, ascendió a 204.818 millones de dólares al 30 de junio pasado, frente a los 176.813 millones de dólares de mediados de 2016. Es decir, en un año creció 28.005 millones de dólares.
De ese total, corresponden al Gobierno en general 127.559 millones de dólares, de los cuales 99.958 millones son en títulos de deuda y 27.601 millones en préstamos. Esta deuda representa el 62 por ciento de los pasivos totales externos del país, mientras que las obligaciones del BCRA ocupan el 7 por ciento y el 29 por ciento corresponde a sociedades privadas y financieras.
 
Más endeudamiento público
Para llegar a la deuda pública total, a la externa hay que sumar la interna, es decir la deuda con residentes en el país –principalmente con organismos del mismo Estado, como la Anses, y bonos que están aquí en manos de los bancos y particulares–, parte de la cual está en dólares, por lo que afecta también al balance de pagos.
Según informó en su momento el Ministerio de Finanzas, la deuda pública total del gobierno nacional ascendió en diciembre de 2016 a 288.447,8 millones de dólares, un 13,6% más que los 253.989 millones de dólares registrados al cierre del 2015 . Este aumento de 34.458,6 millones de dólares en los pasivos del Estado, tanto en pesos como en dólares, llevaron a la deuda pública al 53% del PBI calculado en 544,5 mil millones de dólares.
Según el proyecto de Ley de presupuesto de 2018, el gobierno estima que la deuda pública bruta (interna y externa, en pesos y en dólares) finalizará 2017 en unos 326.200 millones de dólares (+13,2% o u$s38.200 millones), en torno al 58,5% del PBI. Mientras que para 2018, se prevé que el aumento de la deuda pública será de 45.600 millones de dólares (+14%), elevándose a 371.800 millones de dólares, con la consiguiente carga de intereses que aumentan el ya abultado déficit financiero fiscal.
Todo esto sin contar el creciente endeudamiento de las provincias y organismos públicos que no dependen del Tesoro Nacional, como es el caso del Banco Central que sólo en Lebacs para fines de agosto ya llevaba acumulada una deuda con el sector financiero de $951.584 millones. Esto equivale a una deuda de más de 50.000 millones de dólares, llamada cuasifiscal porque no se incluye en la deuda pública que sólo registra la deuda del Tesoro Nacional. Pero esta deuda también implica una abultada carga de intereses que acrecienta el llamado déficit cuasifiscal que, con la política de ajuste, hambre y entrega, también nos hacen pagar a todos los argentinos, aunque en este caso sea a través de los manejos del Banco Central (como si fuera algo independiente del llamado sector público).
 
Los riesgos crecientes de la política macrista
Además de la creciente carga sobre la economía nacional, y en consecuencia sobre los trabajadores y el pueblo, la política de endeudamiento del macrismo conlleva riesgos particulares. Por ejemplo, la semana pasada la calificadora imperialista Moody’s alertó que “la proporción de deuda en manos del sector privado es cada vez mayor, lo cual aumenta la vulnerabilidad fiscal del país”. “Otras debilidades crediticias incluyen inflación alta y una gran proporción de deuda en moneda extranjera, que expone al balance del gobierno al riesgo cambiario”, agregó el informe (El Cronista, 29/9/2017).
En cuanto a los riesgos inmediatos, lo que más preocupa “al mercado” es la bola de nieve de las Lebacs, dado que la acumulación de vencimientos en el corto plazo (alrededor del 60% de la base monetaria) presiona sobre la tasa de interés requerida para poderlas renovar mensualmente. Lo que depende no sólo del monto de las reservas del Banco Central, que ya es inferior al monto de las Lebacs solamente, sin contar otras deudas del propio Central (algunas de ellas incluso contadas como reservas, como las deudas tomadas al efecto –swaps–, con los bancos de China y Suiza). Sino que depende también de las contradicciones político-sociales internas que agudiza la política macrista, y además de lo que sucede en el mundo, en lo financiero en particular con las tasas de interés, hoy en aumento por los cambios en las políticas monetarias de las principales potencias imperialistas de las que depende financieramente la Argentina (Estados Unidos y China, pero también en perspectiva Japón y Europa).